Con la llegada de las vacaciones y las celebraciones de fin de año, las reuniones sociales se convierten en el centro de atención, y en muchas de ellas las bebidas alcohólicas, como la cerveza y el vino, ocupan un lugar protagónico. Si bien forman parte de la tradición y la convivencia, es fundamental reflexionar sobre los efectos del consumo excesivo de alcohol en nuestra salud.
Un reciente estudio de la empresa de marketing Rebold destaca que la cerveza es la bebida alcohólica favorita en países como México, con un 75.8% de preferencia. Los destilados y licores ocupan el segundo lugar con un 22.2%, seguidos por el vino, que representa solo el 1.5% del consumo. Otras opciones, como los cócteles, apenas suman un 0.5%.
Aunque el alcohol no aporta beneficios nutricionales importantes, su presencia en eventos festivos es casi inevitable. Pero, ¿cuál de estas bebidas es menos calórica y más saludable?
Cuando se comparan las calorías por cada 100 gramos, el vino resulta más calórico con 78 calorías, frente a las 33 que aporta la cerveza. A simple vista, la cerveza parece una opción más ligera; sin embargo, esto puede ser engañoso, ya que en general se consume en mayor cantidad, lo que puede implicar un mayor aporte calórico total.
El vino, especialmente el tinto, fue asociado con beneficios para la salud cuando se consume con moderación. Sus polifenoles, antioxidantes naturales, ayudan a reducir la inflamación y proteger las células del daño oxidativo, lo que favorece la salud cardiovascular. Sin embargo, es importante no perder de vista que estos efectos positivos desaparecen con el consumo excesivo.
Por su parte, aunque la cerveza no goza de la misma reputación en términos de beneficios antioxidantes, su consumo moderado puede formar parte de un estilo de vida equilibrado sin causar un impacto significativo en la salud.
Si tu objetivo durante las fiestas es cuidar tu peso y bienestar, los expertos recomiendan limitar las bebidas alcohólicas y optar por alternativas más saludables y menos calóricas. Agua, jugos naturales sin azúcar añadida, tés fríos o limonadas caseras son opciones refrescantes que te permiten disfrutar de las reuniones sin comprometer tu salud. Además, mantener una buena hidratación puede ayudarte a evitar los efectos negativos del alcohol, como la deshidratación y el exceso de calorías.
Cuáles son los alimentos que no hay que mezclar con el vino
Muchas personas suelen disfrutar de una copa de vino durante el almuerzo o la cena, pero a veces la combinación con ciertas comidas genera malestar estomacal. En este artículo te contamos cuáles son los alimentos que no hay que mezclar con el vino y por qué.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos mencionó cuáles son los alimentos que los humanos deben evitar mezclar con el vino para no sufrir de malestar estomacal y evitar los riesgos de intoxicarse y los problemas en el metabolismo. Los alimentos que se deben evitar son:
- Sandía: la imposibilidad de combinar esta fruta con el vino es algo conocido popularmente. La sandía tiene un alto contenido de agua y puede provocar malestar estomacal y acidez si se consume junto al alcohol. En sí, la alta concentración de licopeno de la fruta puede provocar reacciones adversas si se combinan ambos productos.
- La comida rápida: Las frituras y las comidas rápidas no son una buena combinación porque, con el vino, pueden ralentizar la digestión y, además, prolonga la permanencia de la bebida en el sistema, aumentando un riesgo de intoxicación y malestar estomacal.
- Comidas picantes: combinadas con el alcohol pueden irritar el revestimiento del estómago y generar malestar estomacal o acidez.
- Quesos y otros productos fermentados: si bien es habitual comer queso y tomar vino, este tipo de alimentos fermentados pueden ser difíciles de digerir para algunas personas y combinado con el alcohol, además, es probable que genere malestar estomacal y problemas digestivos sobre todo en aquellos que tienen sensibilidad a los lácteos.
- Bebidas energéticas: su alto contenido de cafeína, que sirve para que sea un estimulante. las convierte en una bebida que no debería ser para nada combinada con el vino. Además de generar problemas estomacales, de consumir combinadas ambas bebidas corrés el riesgo de sufrir intoxicación.
- Chocolate: esta golosina, principalmente el chocolate negro, no se debe mezclar porque por sus componentes puede también general malestar estomacal.