Enfermedades respiratorias: ¿Qué son y cómo se previenen?

¿Cuál es la mejor forma de prevenir las enfermedades respiratorias? 

16 de marzo, 2021 | 10.51

Las enfermedades respiratorias son de las afecciones a la salud más comunes y suelen presentarse durante los meses más fríos del año. Mientras que algunos de estos padecimientos son más llevaderos, otros pueden tener repercusiones graves.

El cuerpo humano está diseñado para protegerse de infecciones virales a través de su sistema inmunológico. Cuando se encuentra fortalecido es capaz de detener a los antígenos antes de que provoquen una infección.

Sin embargo, si el sistema inmune está debilitado, puede dar paso a una gran cantidad de virus y bacterias causantes de infecciones respiratorias. Afortunadamente, existen algunas formas que pueden ayudar a fortalecer tus defensas para reducir el riesgo de enfermarte.

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¿Qué son las enfermedades respiratorias?

 

El sistema respiratorio es el encargado de suministrar el oxígeno necesario a todo el cuerpo. Además de desechar los residuos de dióxido de carbono, permite regular la temperatura y estabilizar la sangre.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se le llaman enfermedades respiratorias a todas aquellas que afecten vías respiratorias, incluyendo vías nasales, bronquios y pulmones. Abarcan todo tipo de infecciones, como la neumonía o bronquitis hasta el asma o EPOC.

Las enfermedades respiratorias son aquellas que afectan vías nasales, bronquios, pulmones y vías respiratorias.

 

Se calcula que alrededor de 235 millones de personas padecen asma y cerca de 64 millones son víctimas de EPOC. Cuando se trata de las enfermedades respiratorias crónicas, en el mundo, fallecen cerca de 4 millones al año a causa de ello.

Algunas de las enfermedades respiratorias con mayor incidencia están relacionadas con el consumo de tabaco. Sin embargo, muchas de ellas tienen que ver con una infección viral, siendo estas más comunes durante el invierno.

 

Importancia de la salud pulmonar


Los pulmones tienen la importante labor de oxigenar a todos los órganos. Debido a ello, tener una buena salud pulmonar es primordial para que el organismo pueda funcionar de forma adecuada.

Cuando los pulmones, bronquios o vías nasales se encuentran afectados por una enfermedad, sus capacidades disminuyen considerablemente. Esto puede provocar que la oxigenación en la sangre se reduzca, debido a una respiración limitada.

A esto, se le conoce como hipoxia y sus síntomas dependen de la severidad de la enfermedad o padecimiento que lo esté provocando. Los síntomas más comunes son:

 
  • Cefaleas (dolor de cabeza)

  • Mareo

  • Cansancio y fatiga

  • Disnea (falta de aire)

  • Palpitaciones cardíacas

  • Náusea y vómito

  • Presión arterial alta

  • Euforia

  • Disociación

  • Confusión y desorientación

  • Problemas de memoria

  • Problemas cognitivos

  • Problemas motrices.

Cuando la hipoxia progresa, sus síntomas también incrementan. El ritmo cardíaco puede bajar de forma drástica y, en los casos más graves, se presentan arritmias de forma constante.

La cianosis se presenta cuando la hipoxia es prolongada. Consiste en el cambio y oscurecimiento de las puntas de los dedos en manos y pies. También, puede presentarse en oídos y nariz.

En los casos más graves, la falta de oxígeno provoca pérdida de consciencia, convulsiones y la muerte. Quienes han sufrido de esta condición durante un largo tiempo a la larga presentarán problemas cardíacos severos.

 

Resfriado común y gripe

 

El resfriado o la gripe es una de las enfermedades respiratorias más comunes en la actualidad. Sus síntomas son: rinorrea, congestión nasal y estornudos, así como dolor e inflamación en la garganta, tos y dolores de cabeza.

Se le conoce como gripe o resfriado común debido a que se contagia con mucha facilidad en todas las temporadas del año. Oficial y médicamente se le llama influenza y existen diversas mutaciones que circulan por el mundo en todo momento.

La mayor cantidad de casos se presentan durante el invierno, pues durante los meses más fríos el cuerpo consume más recursos y el sistema inmune suele debilitarse. Se sabe que, durante los primeros 3 días, existe el mayor riesgo de contagio.

 

Bronquitis


Cuando los conductos bronquiales experimentan una inflamación, a esto se le conoce como bronquitis. El cuerpo reacciona generando mucosidad, lo que puede provocar dificultades para respirar y sensación de presión en el pecho.

La bronquitis puede presentarse en dos tipos: crónica y aguda. La segunda es la más común y suele presentar mejoría en pocos días. Una vez que se combate la infección, el organismo tarda un par de semanas en expulsar la mucosidad con la tos.

La bronquitis es una de las enfermedades respiratorias que suelen derivarse del virus que causa la gripe.

En la mayoría de los casos, la bronquitis es una consecuencia de los mismos virus que provocan la gripe. Ocurre cuando la infección avanza a lo largo de las vías respiratorias hasta alcanzar los bronquios y provocar sus síntomas.

Asma

 

El asma es considerada una enfermedad crónica, lo que significa que tiene una larga duración y una progresión lenta. Consiste en la inflamación bronquial por episodios recurrentes, provocando disnea y sibilancias en la respiración.

Básicamente, esto significa que los bronquios se obstruyen de forma reversible y ocasional. Cuando estos episodios no se tratan de forma adecuada, pueden existir obstrucciones más permanentes que ocasionen problemas de respiración severos.

La dificultad para respirar y los ruidos silbantes torácicos son los síntomas más comunes. A ello se le suma una tos seca de forma persistente y una opresión en el pecho que dificulta la respiración.

Está asociada con hipersensibilidades alergénicas, estímulos no inmunológicos e, inclusive, bacterias y factores tanto intrínsecos como extrínsecos. Puede presentarse a cualquier edad, siendo más común durante la infancia.

Cáncer de pulmón

 

El cáncer de pulmón se presenta cuando existe un crecimiento desordenado de células dentro de uno o ambos pulmones. Uno de los principales peligros de este padecimiento es que las células pueden diseminarse fácilmente por el organismo.

Al cáncer de pulmón se le divide en dos principales tipos: de células pequeñas y de células no pequeñas, siendo este último el más común. Cada uno de ellos tiene una progresión distinta, por lo que los tratamientos son diametralmente opuestos.

El síntoma más característico del cáncer de pulmón es la tos persistente. En ocasiones, se puede presentar sangre al expectorar. En algunos casos menos comunes, los síntomas no aparecen, sino hasta más avanzada la enfermedad.

Debido a la importancia de los pulmones para el funcionamiento y salud de todo el cuerpo, un cáncer en esta zona puede ser demasiado riesgoso.

Enfermedades respiratorias crónicas

 

Tanto el asma como el EPOC encabezan la lista de enfermedades respiratorias crónicas con mayor incidencia en el mundo. Actualmente se estima que hay alrededor de 235 millones de personas que sufren de asma.

Por su parte, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) afecta a 64 millones de personas anualmente. La contaminación en el aire por combustibles fósiles y la exposición prolongada al humo de tabaco son causantes de esta enfermedad.

Otras enfermedades respiratorias crónicas son el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAHS), la fibrosis pulmonar y las enfermedades restrictivas. Los causantes más comunes para las enfermedades respiratorias crónicas son:

 

  • Factores naturales de envejecimiento

  • Tabaquismo (tanto activo como pasivo)

  • Creciente urbanismo

  • Condiciones climatológicas

  • Contaminación

  • Sedentarismo

  • Obesidad.

 

Otras condiciones preexistentes pueden incrementar las probabilidades de sufrir una enfermedad respiratoria. La comorbilidad puede agravar los síntomas y consecuencias de los padecimientos, como hemos aprendido recientemente con el SARS-CoV-2.

 

Enfermedades respiratorias comunes en Argentina

 

Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, existe una mayor incidencia en padecimientos leves. En Argentina, al igual que en muchos países de Latinoamérica, esto representa un problema de salud muy recurrente.

Dentro de las enfermedades respiratorias más comunes, se encuentran las siguientes:

 

Influenza


Se reconoció en 1510, cuando una epidemia azotó a Italia. Sin embargo, se sospecha que es causante de todas las epidemias desde 1173. Es un virus mutable que ha llevado varios nombres a lo largo de la historia.

Entre 1918 y 1919, fue nombrado gripe española y ocasionó alrededor de 21 millones de muertes en un período menor al de un año. En la década de 1950, surgió la primera vacuna y, aun a pesar de ello, han existido otros brotes fuertes hasta la fecha.

En 2009, la cepa H1N1 fue causante de la primera pandemia de nuestros tiempos. Esto se debe a que el virus de la influenza es altamente infeccioso y fácilmente transmisible.

Las enfermedades respiratorias suelen contagiarse por contacto con gotículas por tos o estornudos, así como con superficies contaminadas.

 

Las formas más habituales de contagio son la tos y los estornudos. También, puede concentrarse al estar en contacto con ropa o pañuelos contaminados. Su incubación es de entre 2 y 5 días con síntomas que pueden ir de leves a graves.

Neumonía


La neumonía comprende a las enfermedades respiratorias que ocasionan una inflamación en los tejidos pulmonares. Existen tres tipos principales de neumonía:

 

  1. Neumonía infecciosa extrahospitalaria:

 

Se encuentra en personas que no han estado dentro de hospitales o centros de salud.

 

  1. Neumonía infecciosa intrahospitalaria:

 

Aparece alrededor de 48 después de una hospitalización. Se considera grave pues afecta a pacientes con el sistema inmune comprometido.

 

  1. Neumonía causada por aspiración:

 

Ocurre cuando se aspiran sustancias extrañas que pueden ser líquidos o alimentos y estos alcanzan a los pulmones.

Junto con la influenza es causante de cerca de 32 mil muertes cada año dentro de Argentina. En años anteriores, se pudo notar que los menores de edad de entre 1 y 4 son los más propensos a sufrir complicaciones graves por neumonía.

 

Infecciones respiratorias agudas

 

En cuanto a las infecciones respiratorias agudas, estas corresponden a los rinovirus, virus de influenza A y B, adenovirus, parainfluenza y sincicial respiratorio. Por el otro lado, existen bacterias que ocasionan este tipo de padecimientos:

 

  • Streptococcus pneumoniae

  • Haemophilus influenzae

  • Mycoplasma pneumoniae

  • Chlamydia pneumoniae

  • Streptococcus aureus

  • Neisseria meningitidis

  • Streptococcus pyogenes.

 

Su contagio ocurre cuando se está en contacto con gotículas de saliva que contienen gérmenes. También, se presenta al entrar en contacto con objetos contaminados y luego tocar las mucosas de boca, ojos y nariz, así como con contacto directo.

Estas enfermedades respiratorias afectan principalmente a las vías respiratorias superiores. Dependiendo de la gravedad del padecimiento, llegan a atacar faringe, laringe, bronquios y pulmones.

Sus síntomas más comunes son la fiebre, dolores musculares, cefaleas, fatiga y falta de apetito. Existen algunos casos que pueden provocar pérdida del olfato, conocida como anosmia.

 

Tratamiento de las enfermedades respiratorias


El tratamiento de cada una de estas enfermedades respiratorias debe ser diseñado específicamente para combatir esa enfermedad. Un ejemplo está en que las enfermedades por infección viral no pueden ser tratadas por antibióticos.

Para casos de influenza o gripe, se debe mantener una buena hidratación en el cuerpo y procurar la mayor cantidad de descanso. En caso de existir fiebre, el médico puede recomendar tomar algún medicamento que reduzca estos síntomas.

La neumonía bacteriana y otras infecciones provenientes de bacterias requieren de antibióticos y el tratamiento estará determinado de acuerdo a la gravedad del caso.

En cuanto al asma, existen distintas formas de abordar el tratamiento. Evitando el tabaco y realizando actividad física regular, se puede fortalecer al organismo. Los contaminantes, el polen y el polvo son enemigos directos de alguien con asma.


 

¿Cómo prevenirlas?

 

La mejor forma de prevenir las enfermedades respiratorias comunes y severas es teniendo buenos hábitos y llevando una alimentación equilibrada. Hacer ejercicio y evitar el tabaco son factores determinantes para reducir probabilidades.

Es importante evitar los ambientes contaminados, al igual que los agentes que puedan irritar al aparato respiratorio. Una alimentación rica en vitaminas y minerales permitirá que el organismo pueda defenderse ante cualquier ataque.

Dormir bien y mantener un peso saludable también ayudarán a mantener la armonía en todo el organismo. La salud mental y emocional son factores primordiales para que la salud del cuerpo se mantenga estable.

 

Conclusión

 

Las enfermedades respiratorias son de los padecimientos más comunes en la actualidad. Cada año, se presentan decenas de miles de muertes ocasionadas por estas afecciones a la salud.

Con una buena prevención y el tratamiento adecuado, es posible combatir las enfermedades respiratorias comunes y evitar las secuelas posteriores. Es importante visitar al médico en caso de experimentar síntomas respiratorios.

Recordá que la mejor forma de prevenir es llevando un estilo de vida saludable. La actividad física y la alimentación serán primordiales para mantener un estado de salud armónico e integral en todos los sistemas del organismo.

Continuá leyendo El Destape para conocer más acerca del cuidado de la salud y obtener tips para llevar un estilo de vida más saludable. Descubrí los mejores consejos para proteger a tu familia de las enfermedades respiratorias comunes.

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