Según el Hospital de Clínicas, el 50% de las consultas femeninas en relación a la sexualidad tienen que ver con las molestias que sienten durante las relaciones sexuales. Si bien muchas veces este dolor se naturaliza o se cree que puede ser "manejable", desde la sección de Sexología del José San Martín remarcan que las mujeres padecen este tipo de incomodidad durante varios años por normalizarlo y que es necesario acercarse a un médico para tomar acciones.
Con respecto a esto, la jefa de la sección, Silvina Valente, remarca: "El dolor nunca es normal, por lo que acudir al profesional debe ser la primera acción a tomar". Entre las principales causas, aparecen aquellas que son ginecológicas: afecciones genitales, sequedad, endometriosis, incontinencia urinaria, HPV, tumores y, por supuesto, causas fisiológicas como el puerperio y la menopausia. Muchas veces, están asociados con los medicamentos como los anticonceptivos. "La falta de excitación y de lubricación al momento de la penetración vaginal suelen ser las principales causas del dolor", sostiene.
Por otro lado, Valente enumera tres tipos distintos de dolores: "El que tiene causa orgánica, el que tiene causa psicológica y los combinados, que justamente son la suma de los dos anteriores. Este es el principio de muchas de las disfunciones en la sexualidad y un impedimento para lograr la satisfacción". Es por esta razón que la profesional subraya que las mujeres deben saber que todos los dolores tienen un abordaje y una forma de aliviarlos. "El vaginismo, por ejemplo, es una afección más frecuente de lo que se cree y con solución. Muchas veces llegamos al dolor por falta de educación sexual , autoconocimiento y autoconfianza", añade.
MÁS INFO
La especialista en Sexología señala que este tipo de molestias o dolores durante las relaciones sexuales pueden presentarse en todas las edades, tanto es así que en los consultorios dialogan con pacientes que superan los 40 años y también con jóvenes en la adolescencia. "Suele ser mucho más frecuente en personas de más de 45 años, pero la realidad es que más de la mitad de nuestras consultas están referidas a dolor e incomodidad a la hora de tener sexo”, afirma.
Más allá de las razones orgánicas y de las ginecológicas, Valente pone un especial énfasis en el estrés. "Tiene un rol fundamental ya que modifica las vivencias sexuales y puede generar dolor: suele predisponer a inflamación, ansiedad, angustia, depresión y fatiga, modificación del umbral de dolor y todo esto repercute en la manera de afrontar la vida", enumeró. Por esto, el abordaje óptimo siempre es interdiscilinario en los consultorios del Clínicas.
Por último, pero no menos importante, la especialista se refirió al deseo sexual. "Muchas veces lo que se manifiesta como falta de deseo es en realidad una forma de evitar la situación porque está encubriendo un dolor no resuelto. De esta manera se suele naturalizar este tipo de alarmas esperando que el dolor se vaya y no suceda", explica. Y concluye: "Es importante tener en cuenta que no existe un tiempo o límite exacto, varía según la persona, pero el dolor siempre es una alarma de que algo más sucede. Un dolor que dura más de tres meses es motivo suficiente para acudir al especialista".