Durante el verano, con el aumento de las temperaturas y el ambiente típicamente relajado de las vacaciones, muchos experimentan un incremento en los dolores de cabeza, especialmente aquellos que sufren de cefaleas y migrañas. Ante ello, surge la duda de por qué sucede esto y cuáles son los factores que contribuyen a que pase.
En este artículo, vamos a repasar los motivos más comunes y qué hacer. Asimismo, aconsejamos que es mejor consultar a un profesional si el dolor es constante.
La relación entre el calor y el dolor de cabeza
David Ezpeleta, del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología, destacó que el calor no actúa solo, sino que se combina con otros factores asociados a la época estival, como los cambios en los ritmos de vida, la dieta, las rutinas de sueño y la relajación vacacional. Estos cambios pueden desencadenar o intensificar los dolores de cabeza.
Uno de los factores principales es el cambio en los hábitos alimenticios, con un aumento en la ingesta de alcohol y una mayor posibilidad de deshidratación. Además, los cambios en las rutinas de sueño y el mayor cansancio diurno debido al calor pueden contribuir a los dolores de cabeza.
Otros aspectos a considerar son la exposición a la luz del sol, especialmente la luz brillante y parpadeante, así como la falta de protección solar adecuada. El ejercicio al aire libre sin protección también puede desencadenar dolores de cabeza, al igual que el desplazamiento a zonas de altura.
En cuanto al perfil de las personas más propensas a sufrir dolores de cabeza en verano, Ezpeleta menciona que la población infantil y adolescente, junto con las personas mayores, tienen un mayor riesgo. Además, aquellos que experimentan múltiples desencadenantes de migrañas durante el año son más propensos a tener crisis en verano.
Cómo prevenir
Para prevenir y tratar las cefaleas durante el verano, es importante evitar los excesos, mantenerse bien hidratado, hacer ejercicio moderado, protegerse del sol y mantener una rutina de sueño adecuada. Aquellos que sufren migrañas deben asegurarse de llevar suficiente medicación, cumplir con su tratamiento y evitar los factores desencadenantes conocidos.
En caso de crisis, se recomienda seguir el mismo tratamiento que durante el resto del año, incluyendo el uso de antiinflamatorios, triptanes u otros fármacos según lo recetado por el médico. Para aquellos con un alto número de crisis, puede ser necesario un tratamiento farmacológico preventivo, aunque se debe tener en cuenta cómo el calor puede afectar la eficacia y los efectos secundarios de estos medicamentos.