Hoy, 17 de noviembre, es el Día internacional contra el cáncer de pulmón, enfermedad que afecta tanto a hombres como a mujeres de todo el mundo. Es una fecha dedicada para crear conciencia e informar a la sociedad sobre la importancia de la prevención, en especial del peligro asociado al consumo de tabaco.
El cáncer de pulmón afecta de manera directa las células de los pulmones, provocando un crecimiento anómalo de las mismas que, de a poco van minando y dañando los tejidos y el canal respiratorio. En ocasiones, el cáncer de pulmón puede ser asintomático, aunque por general los pacientes suelen presentar síntomas como la tos crónica o con sangre, la dificultad para respirar, dolor en el pecho, ronquera, pérdida de apetito o bajar repentinamente de peso.
Esta enfermedad es la primera causa de muerte por cáncer en la población adulta en nuestro país. Si bien no es el más frecuente de los tumores, su elevada mortalidad y la falta de estrategias para su diagnóstico temprano lo convierten en una enfermedad no curable en la mayoría de los casos; solo el 20% de los casos se descubre en etapas tempranas con chances de tratamiento curativo. Sin embargo, la noticia a tener en cuenta es que esto pareciera estar cambiando.
¿A quiénes afecta?
El cáncer de pulmón es patrimonio de fumadores, mayores de 50 años. Cualquier exposición a humo de tabaco de cualquier tipo aumenta el riesgo de cáncer de pulmón. A mayor exposición, mayor riesgo. Existe el cáncer de pulmón en no fumadores, pero no es frecuente.
¿Cómo se diagnostica?
La presencia de tos persistente más allá de las 8 semanas, la falta de aire, el dolor torácico que no cede, y la presencia de expectoración con sangre debe ser siempre motivo de consulta con el neumonólogo. En todos los casos cuando el diagnóstico es sospechado y sostenido por estudios debe realizarse una biopsia para confirmarlo.
¿Por qué parece estar cambiando la mortalidad en cáncer de pulmón?
De acuerdo con datos del Instituto Nacional del Cáncer, en Argentina la mortalidad por cáncer de pulmón en varones ha disminuido en forma sostenida desde el año 1980. Este descenso fue estadísticamente significativo hasta 2011. En el último periodo, 2014-2017, esta disminución es menos marcada aunque continúa el descenso a un ritmo de -1.7% anual. En las mujeres, se produjo un descenso para el periodo 2015-2017 con una disminución promedio anual del 2,1%.
¿Cómo se puede evitar?
- Evitar permanecer en lugares donde las personas tienen el hábito de fumar.
- No fumar tabaco.
- Evitar estar en contacto con productos químicos tóxicos, agentes contaminantes o radiación.
- Practicar algún tipo de deporte
- Alimentarse de forma adecuada, introduciendo a la dieta diaria más frutas vegetales, legumbres, granos y proteínas.