Ante el incremento sostenido de casos de dengue que se registra en Argentina durante las últimas semanas, se reunió una mesa interministerial en la Casa Rosada con el objetivo de acordar acciones adicionales para reforzar las que ya se llevan a cabo junto con las jurisdicciones buscando contener el brote que en la última semana registró un total de 9.388 casos positivos para la enfermedad. Durante el encuentro, todos los organismos involucrados se comprometieron a trabajar en tareas de manera coordinada.
Entre las acciones mancomunadas que llevarán a cabo se destaca la conformación de brigadas territoriales de proximidad con agentes sanitarios, fuerzas operativas y organizaciones intermedias para sensibilizar sobre prevención y acciones de cuidado, principalmente la eliminación de potenciales criaderos de Aedes aegypti. El Ministerio de Salud de la Nación, liderado por la ministra Carla Vizzotti, será el encargado de realizar las capacitaciones correspondientes y cada ministerio organizará a sus agentes para poder desplegarlos en el territorio, en articulación con las jurisdicciones y municipios correspondientes.
En el marco del Consejo Federal de Salud (COFESA), la cartera sanitaria nacional ofrecerá a las ministras y los ministros provinciales articular más apoyo a través de jornadas de eliminación de potenciales criaderos junto con las fuerzas armadas. También se priorizarán las acciones de prevención y cuidado, teniendo en cuenta que durante los feriados de Semana Santa será más frecuente el movimiento de personas desde y hacia las jurisdicciones con brotes epidémicos, y se fortalecerá la comunicación con campañas masivas de concientización.
Al comienzo de la reunión, el subsecretario e Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud, Juan Manuel Castelli, presentó la situación epidemiológica donde se concentra toda la información del país semana a semana. Hasta el momento (semana 11 de 2023, del 12 al 18 de marzo) se notificaron en el país 9.388 casos de dengue, de los cuales 8.504 adquirieron la infección en la Argentina. La circulación del virus se ha identificado en 13 jurisdicciones: Buenos Aires (3 localidades), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Catamarca (2 localidades), Chaco (2 localidades), Corrientes (2 localidades), Córdoba (1 localidad), Entre Ríos (1 localidad), Formosa (2 localidades), Jujuy (3 localidades), Salta (9 localidades), Santa Fe (16 localidades), Santiago del Estero (6 localidades) y Tucumán (15 localidades).
Por otro lado, en las últimas cuatro semanas fueron confirmados 8.001 casos; es decir, un promedio de 2.000 casos semanales. Se trata de una cifra que es 30% menor respecto al promedio registrado durante el mismo período de 2020 (año en que transitamos la epidemia de mayor magnitud de nuestro país desde la reemergencia de la enfermedad en 1998).
Respecto a la fiebre chikungunya, se han registrado hasta el momento 528 casos: 166 adquirieron la infección en Argentina, 129 se encuentran en investigación y 233 adquirieron la infección fuera del país. Al momento, la circulación de este virus se ha confirmado en 5 jurisdicciones: Buenos Aires (4 localidades), Ciudad de Buenos Aires, Corrientes (1 localidad), Córdoba (1 localidad) y Formosa (3 localidades).
Recomendaciones y medidas de prevención
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito del género Aedes principalmente por Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus dengue, adquiere el virus y luego de 8 a 12 días es capaz de transmitirlo a una persona sana a través de la picadura. Sus síntomas más comunes son: fiebre, dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones, náuseas y vómitos, cansancio intenso, aparición de manchas en la piel y picazón y/o sangrado de nariz y encías. Ante la presencia de cualquiera de ellos, es muy importante realizar una consulta médica de manera temprana, no automedicarse y evitar la picadura de mosquitos.
La principal forma de transmisión del dengue y chikungunya es por picaduras de mosquitos infectados. Es por ello que la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contengan agua, tanto en el interior de las viviendas como en sus alrededores. Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior (tapando tanques, aljibes y/o cisternas) o evitar que acumulen agua, dando vuelta (baldes, palanganas, tambores), vaciando y cepillando frecuentemente (portamacetas, bebederos), o poniendo los mismos al resguardo bajo techo (botellas retornables). También es recomendable colocar tela mosquitera en las rejillas.
Para evitar la picadura del mosquito se recomienda utilizar repelente, siguiendo siempre las indicaciones del envase. A su vez, se recomienda usar ropa de manga larga y colores claros. Para proteger a las y los bebés (que no pueden usar repelente), se debe colocar redes o tules sobre cunas y cochecitos. En relación al hogar, es importante colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y usar repelentes ambientales como tabletas (interior) o espirales (exterior).
La aplicación de insecticida mediante fumigación está indicada sólo en situación de brote y bajo las indicaciones metodológicas de la normativa nacional vigente. El insecticida sólo sirve para eliminar mosquitos adultos que están transmitiendo la enfermedad, no elimina formas inmaduras del mosquito: huevos, larvas y pupas; por lo que no es suficiente para controlar estas enfermedades si no se controlan y eliminan los criaderos de nuevos mosquitos.