Uno de los motivos más frecuentes de visitas al médico, de acuerdo con la Clínica Mayo, es el dolor de cuello. Muchas veces la respuesta puede encontrarse en una mala postura al estar frente a la computadora.
La artrosis también es una causa frecuente del dolor de cuello, pero en raras ocasiones esto puede ser síntoma de algo más grave. La mayor parte de los casos de rigidez en el cuello o nuca se curan rápidamente, dada la naturaleza de recuperación de la columna cervical.
En este artículo te contamos todo lo que tenés que saber acerca del dolor de cuello si vos o alguien que conocés lo padece. Pero no podemos dejar de recomendarte acudir al médico si este dolor es persistente, ya que puede ser indicativo de otro tipo de afección.
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Qué causa el dolor de cuello
De acuerdo con Richard Staehler, Médico especialista en problemas cervicales y autor de Spine-health.com, las causas de rigidez de nuca más frecuentes se encuentran las siguientes.
Esguince o distensión musculares
Es la causa más frecuente de dolor de cuello, y puede ser causado por:
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Dormir en una posición incómoda para el cuello.
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Heridas deportivas que distienden el cuello.
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Realizar actividades que requieren girar la cabeza con rapidez de un lado a otro.
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Adoptar una mala postura, como repantigarse frente al monitor de la computadora
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Sufrir de estrés excesivo, lo cual puede producir tensión en el cuello.
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Mantener el cuello en una posición anormal por mucho tiempo, por ejemplo cuando se sostiene el teléfono entre el cuello y el hombro.
Meningitis / Infección
Esta es una infección bacteriana que causa inflamación en las membranas protectoras del cerebro y médula espinal. La meningitis puede causar rigidez en la nuca, fiebre alta, dolor de cabeza, náuseas o vómitos, y somnolencia.
Existen otras infecciones como la meningococcemia, que causa igualmente rigidez en el cuello acompañada de fiebre. Siempre es aconsejable buscar atención médica si cualquier dolor o rigidez en el cuello viene acompañado de otros síntomas, sobre todo la fiebre.
Es aconsejable buscar atención médica si cualquier dolor o rigidez en el cuello viene acompañado de otros síntomas, sobre todo la fiebre.
Trastornos de la columna cervical
El dolor o rigidez del cuello puede indicar algún tipo de problema en la columna vertebral, como una hernia discal cervical o artrosis cervical.
Las líneas trazadas en la columna cervical están interconectadas a través de los nervios. Esto se traduce a que un problema originado en cualquier parte puede resultar en un espasmo muscular o a la rigidez misma del cuello y nuca.
Otras causas del dolor de cuello pueden ser:
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Cargar una mochila pesada o un bolso sobre un hombro.
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Distonía cervical (tortícolis espasmódica).
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Espondilosis cervical.
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Sostener el teléfono entre el hombro y el cuello.
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Fibromialgia.
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Osteoartritis (enfermedad que causa la ruptura de las articulaciones).
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Mala postura.
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Artritis reumatoide (enfermedad inflamatoria de las articulaciones).
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Dormir sobre el abdomen o con muchas o pocas almohadas.
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Estenosis del conducto vertebral.
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Dolor de cabeza tensional.
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Trastornos de articulación temporomandibular.
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Un traumatismo a causa de un accidente o de una caída.
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Hiperextensión cervical.
Síntomas del dolor de cuello
En muchas ocasiones el dolor de cuello puede extenderse a otras partes del cuerpo, como a los brazos, espalda o cabeza. Puede comenzar como hormigueo o adormecimiento en los dedos y notar mareos y náuseas.
Los síntomas más comunes de una afectación en el cuello pueden ser:
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Dolor en la zona del cuello.
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Dificultad para movilizarlo.
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Cefaleas.
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Mareos o náuseas.
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Rigidez cervical.
Tipos de dolor de cuello
La mayoría de los casos de dolor de cuello se curan con el tiempo y pueden atenderse con tratamientos no quirúrgicos. Pero como mencionamos previamente, algunos de los síntomas pueden indicar alguna otra afección que podría ser grave si no se trata a tiempo.
En concordancia con la Facultad de Medicina de Harvard, existen 7 tipos de dolor de cuello a los que hay que poner atención en cuanto se presenten:
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Dolor muscular: Podría ser una respuesta al esfuerzo físico excesivo, estrés físico o emocional prolongados.
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Espasmo muscular: Este tipo de dolor puede producirse por el llamado “dormir chueco”, que resulta en rigidez repentina, lo que te impide que puedas volver el cuello.
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Dolor de cabeza: Por lo regular un dolor en la parte trasera de la cabeza puede también provocar dolor de la nuca. En estos casos, girar el cuello puede empeorar la jaqueca y puede ser causado por un espasmo o tensión muscular.
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Dolor facetario: Este tipo de dolor puede extenderse hacia el hombro y puede empeorar si se gira el cuello hacia el lado afectado. Puede ser causado por una artritis en las articulaciones facetarias y podría ser más doloroso por las mañanas.
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Dolor nervioso: Dependiendo de los nervios implicados, puede sentirse como pinchazos en las raíces en los nervios espinales. Puede extenderse hacia los brazos o los hombros.
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Dolor referido: Este tipo de dolor se desencadena a partir de otra afectación en el cuerpo. Por ejemplo, el dolor de cuello que se produce cuando comemos podría deberse a un problema en el esófago.
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Dolor óseo: El dolor y la sensibilidad de las vértebras cervicales es mucho menos común que el dolor de cuello de los tejidos blandos. El dolor óseo necesita atención médica, ya que podría indicar problemas de salud más graves.
Dolor de cuello o dolor de cervicales
El dolor de cuello o de cervicales tiene su origen, en la mayoría de los casos, en una distensión muscular de ligamentos o tendones. Estas lesiones pueden ser causadas, por ejemplo, por un esguince cervical ocasionado por haber dormido en una mala postura.
El dolor de cuello o de cervicales se origina, en la mayor parte de los casos, en una distensión muscular de ligamentos o tendones.
El dolor en la parte posterior del cuello puede extenderse hacia la nuca, hombros, tórax, brazos e incluso las manos. Puede presentarse una limitación en los movimientos y las compresiones pueden ocasionar hormigueos o parálisis parciales.
Una patología cervical produce síntomas que van más allá de la región cervical, a veces sin dolor de cuello y regularmente estos síntomas pueden deberse a un padecimiento neurológico.
Tratamientos para el dolor de cuello
Especialistas de Arthritis Foundation recomiendan que “para afrontar este problema, los tres datos más importantes son duración, historial y síntomas musculoesqueléticos en otras partes del cuerpo.”
Si este dolor es reciente y no has sufrido lesiones previas, además de limitarse solamente al cuello, sin otras indicaciones o síntomas, se puede ofrecer una terapia más simple. Sin embargo, si hay historial de lesiones o traumatismo, se debe iniciar una evaluación y diagnóstico.
El dolor de cuello acompañado de dolor musculoesquelético general puede ser indicativo de fibromialgia, si se trata de dolor con sinovitis puede tratarse de una artritis reumatoide. En estos casos las radiografías pueden ser de gran apoyo para el diagnóstico.
El uso vespertino y nocturno de collarines cervicales y almohadas ergonómicas pueden ser de ayuda para el dolor de cuello. La terapia física como aplicación de calor, masajes o la tracción interrumpida son, en general, las terapias más favorecedoras.
El uso de antiinflamatorios no esteroideos pueden ser beneficiosos en pacientes con artropatías inflamatorias. Agentes como la ciclobenzaprina son confiables para promover el sueño y la relajación muscular.
¿Cómo quitar el dolor de cuello por estrés?
Otra de las causas del dolor de cuello puede ser el estrés, lo que causa una gran tensión en los músculos del cuello. Esta tensión puede ocasionar no solo dolor, sino también rigidez que puede extenderse a otras zonas del cuerpo e incluso dar migrañas.
Aquí te damos 5 consejos para aliviar el dolor de cuello ocasionado por el estrés emocional:
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Terapias de respiración abdominal profunda: Esta es una práctica simple que puedes llevar a cabo en cualquier momento y lugar. Sentate en un lugar cómodo, coloca las piernas paralelas y comenzá a respirar por el diafragma (no los pulmones) por 5 minutos. Notarás un gran cambio en tu nivel de estrés al cabo de un tiempo.
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Meditación: Ligado con el punto anterior, la meditación ha comprobado ser uno de los mejores remedios inmediatos para el estrés y la tensión de los músculos. Una práctica de meditación de 10 minutos al día puede ser de gran ayuda.
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Descansos frecuentes: Cuando percibas que estuviste manejado largas distancias o trabajado muchas horas frente a la computadora, tomá descansos frecuentes. Date un "break" para estirarte, respirar profundamente, tomar un sorbo de agua y volver a la postura correcta.
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Ejercicios y estiramientos: Ejercicios de estiramiento de bajo impacto como el yoga o la fisioterapia pueden no sólo prevenir la tensión muscular, sino que fortalece los músculos, previniendo dolores o padecimientos posteriores.
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Terapia de calor y frío: Es más sencillo de lo que parece. Aplicá una compresa fría durante 20 minutos varias veces al día y alterna con una compresa de calor o una ducha caliente por otros veinte minutos para reducir la rigidez y el dolor de cuello.
Prevención del dolor de cuello
Todos, o la mayoría de nosotros, hemos padecido alguna clase de dolor cervical. Si no es dolor de cuello por estar sentado largas jornadas frente a una computadora, es la espalda la que nos atormenta después de un largo rato lavando platos, por ejemplo.
Para prevenir que estos achaques se extiendan a otras partes del cuerpo o se agraven, es importante saber cómo prevenirlos. Existen diversas técnicas como las antes mencionadas (yoga o fisioterapia), pero también hay alternativas pasivas que pueden ser de gran ayuda:
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Masajes para reducir las molestias: Los masajes en el cuello pueden ayudar a disminuir la tensión acumulada en la zona cervical y aliviar el dolor de cuello. Especialmente si acudes a un buen especialista.
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Dormí con una almohada adecuada: Te recomendamos encontrar una almohada que no sea demasiado alta o dura, ya que esto puede incrementar las molestias. Una almohada ergonómica o de partículas de espuma puede ser la indicada para vos.
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Evitá los movimientos bruscos: Cuando vayas a realizar ejercicio o algún movimiento relacionado con el cuello, procura hacerlo despacio y con cuidado para evitar la sobrecarga en la zona y lesiones en el músculo.
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Evita cargar objetos pesados: Si tenés dolor de cervicales o tortícolis, no cargues cajas, bolsos u objetos muy pesados. Cargá solo lo necesario y distribuí el peso con una mochila para evitar que un lado de tu cuerpo fuerces las cervicales.
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Practicá alguna actividad que te ayude a reducir el estrés: Hacer deporte o ejercicio regularmente reduce la posibilidad de acumulación de estrés en la zona del cuello.
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Aplicá un analgésico local en el cuello: Existen diversos analgésicos para ayudar a disminuir el dolor y las molestias de forma eficaz. Tu farmacéutico podrá aconsejarte sobre los diferentes medicamentos para aliviar el dolor de cuello.
La importancia del cuidado quiropráctico
La quiropráctica es una forma de diagnosticar y tratar problemas de salud relacionados a los nervios, músculos, huesos y las articulaciones del cuerpo. Los efectos positivos del tratamiento quiropráctico tienen una fuerte influencia en el alivio del dolor de cuello.
El objetivo de la quiropráctica es fortalecer y optimizar el funcionamiento de las articulaciones del cuerpo para mejorar la calidad de vida, sin la necesidad de intervenciones invasivas o el consumo de medicamentos que puedan tener efectos adversos.
El objetivo de la quiropráctica es fortalecer y optimizar el funcionamiento de las articulaciones del cuerpo para mejorar la calidad de vida.
A diferencia de la medicina tradicional, que suele esconder los síntomas del dolor en lugar de erradicarlo, la quiropráctica actúa directamente sobre el causante del problema: Las subluxaciones vertebrales.
Es imperativo saber que los tratamientos quiroprácticos son capaces de ofrecer una gran variedad de beneficios para el organismo, entre los que se resaltan los siguientes:
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Tener más energía para rendir en el día.
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Mejoría de la postura para no causar daños a la columna.
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Fortalecer el sistema inmunológico.
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Coordinación de movimientos más óptima.
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Reduce el dolor de cuello, la cabeza, cervicales, articulaciones, espalda, etc.
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Reducción de las tensiones musculares.
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Ayuda a combatir enfermedades que afectan al sistema óseo, muscular y nervioso.
Conclusión
El dolor de cuello puede ser causado por múltiples factores, desde la mala postura al dormir, hasta el estrés emocional al que podés estar sujeto día a día. Sin embargo, es importante que acudas con un especialista si el dolor de cuello viene acompañado de otros malestares.
Aunque muchos casos de dolor de cuello pueden curarse con el tiempo, tené en cuenta que si este dolor persiste, se agrava, o se extiende a otras partes del cuerpo, podría ser indicativo de un padecimiento más grave.
Los remedios pueden variar desde técnicas de respiración, ejercicios suaves, hasta una visita con el quiropráctico. Diversos especialistas indican una pronta acción para aliviar y prevenir el dolor de cuello, de lo contrario podrías correr el riesgo de desarrollar un padecimiento crónico que reduzca nuestra calidad de vida y bienestar general.
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