¿Cómo actúan en nuestra salud los distintos tipos de colesterol?

31 de agosto, 2022 | 02.29

Todos escuchamos mencionar que hay distintos tipos de colesterol en nuestro organismo, pero ¿sabemos de qué se trata? Suele pasar que, cuando se habla de cuestiones de medicina, la información es un poco complicada. Por eso, hoy te traemos esta nota con toda la información necesaria sobre esta sustancia que afecta o beneficia a tu salud.

Empezaremos directamente por saber qué es el colesterol, de dónde proviene y cómo se genera. Luego hablaremos de sus tipos, funciones, y cómo controlarlo o nivelarlo para una vida saludable. Entérate de forma clara y rápida todo lo que tenés que saber sobre los tipos de colesterol.

¿Qué es el colesterol?

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Técnicamente hablando, el colesterol es un lípido esteroide, lo que significa que es una sustancia grasa o cerosa que forma parte de las membranas de las células de nuestro cuerpo. 

Su rol es fundamental en los procedimientos químicos que suceden en la interacción con proteínas, por ejemplo. Se suele creer que la aparición o no de los distintos tipos de colesterol dependen de nuestra alimentación

La verdad es que la mayor parte del colesterol se genera en el hígado. Sin embargo, la ingesta desmedida de alimentos provenientes de animales, sobre todo de sus grasas, puede modificar los parámetros notablemente.

El colesterol está en todas partes de nuestro cuerpo, y es necesario que así sea. Aunque su presencia en exceso no significa una mejor salud, y no es recomendable. Cuando la concentración en sangre es muy elevada puede empezar a acumularse en las arterias hasta estrecharlas.

El colesterol es una sustancia natural de nuestro cuerpo, cuya mayor parte se genera en el hígado.

Las arterias son las conectoras principales de todo nuestro cuerpo, es por donde se irriga la mayor cantidad de sangre. La obstrucción de estas puede generar fallas, lo que aumentaría el riesgo de que aparezcan insuficiencias o enfermedades cardíacas.

¿Cuáles son las funciones del colesterol?

Como mencionamos antes, los distintos tipos de colesterol están en todo nuestro cuerpo, pero no porque sí. Este lípido tiene variadas funciones, y pasamos a contarte las principales.

Por empezar es una parte estructural de nuestras células. Forma parte importante de la membrana celular o citoplasmática, que es la protección de la célula en sí. Las interacciones químicas que mencionamos ya como por ejemplo se producen, justamente, cuando las proteínas atraviesan esta membrana.

Es esta sustancia grasa la que aporta permeabilidad a las membranas y garantiza el correcto funcionamiento de sistemas complejos de nutrición celular. En suma, el colesterol regula las propiedades físicas y químicas de las células en general.

Además, es el principal precursor de las hormonas sexuales. Interviene en el transporte de la progesterona, los estrógenos y la testosterona. Es decir, adquiere un rol fundamental en cuestiones relacionadas con la pubertad, la fertilidad y la sexualidad.

El colesterol es precursor de las hormonas sexuales.

El colesterol es también precursor de las sales biliares, por lo tanto influye en el sistema digestivo. La bilis, por caso, es parte fundamental del proceso de digestión.

Actúa como precursor de las hormonas corticosteroides, como la aldosterona y el cortisol. Este última, por ejemplo, es una respuesta al estrés o la inflamación, por lo cual estos factores suelen ser detonantes de un aumento del colesterol “malo” como se le dice popularmente.

Finalmente, el colesterol es un impulsor de la vitamina D. Una vitamina de mucha importancia para la correcta absorción del calcio en el intestino. Es decir que en última instancia está involucrado en la formación de dientes y huesos.

Tipos de colesterol

La sangre es el gran medio de transporte de nuestro organismo. Adherido a las llamadas lipoproteínas, el colesterol hace su ciclo por todo el cuerpo a través de ella. 

Los tipos de colesterol se diferencian básicamente entre el bueno (colesterol HDL), o el malo (colesterol LDL). Y todo depende de la densidad de lipoproteínas que posean.

Colesterol bueno o colesterol HDL

El conocido como colesterol bueno es altamente denso. Su nombre técnico corresponde a las siglas en inglés de High Density Lipoprotein. El colesterol que no se utiliza se acumula en las paredes arteriales y forma placas que podrían obstruirlas. 

Se dice, entonces, que el HDL es beneficioso porque extrae dicho exceso y lo lleva hacia el hígado para su eliminación.

Colesterol malo o colesterol LDL

El colesterol malo o LDL es una molécula de baja densidad: Low Density Lipoprotein, en inglés. Cuando esta molécula circula por la sangre se adhiere a las paredes de las arterias. Cuando estas placas no se pueden eliminar (a través del torrente sanguíneo y en un viaje hasta el hígado), se acumulan en las arterias hasta engrosarlas. 

La acumulación de colesterol en las arterias tiene consecuencias negativas para la salud porque se produce la arteriosclerosis.

Cómo se miden los niveles de colesterol

Por lo que acabamos de comentar, imaginarás que es muy importante que controles los niveles de ambos tipos de colesterol. El seguimiento de sus niveles en sangre facilitará detectar posibles anomalías y combatirlas a tiempo, para evitar problemas mayores.

La manera más adecuada de medirlo es a través de consultas médicas periódicas donde se solicite un panel de lípidos. Se realizará una extracción de sangre para, luego, analizarla en laboratorio. Tené en cuenta que es importante que respetes el ayuno que recomiende tu médico o el laboratorio para que los resultados sean reales.

Luego del análisis tendrás un resultado completo del nivel de los tipos de colesterol y triglicéridos. Un examen de laboratorio es exhaustivo y está supervisado por profesionales, por lo que sus resultados serán más fiables.

En algunos países es posible otro método para medir los tipos de colesterol: un test de autocontrol. Estos se consiguen en la farmacia, y se realizan a demanda del usuario o paciente directamente en su casa. 

La mecánica consiste en extraer una gota abundante de sangre de la yema de un dedo y colocarla en una tira reactiva. Resultará un valor numérico que luego se compara con una tabla de referencia.

La cuestión acá es que el resultado es simplemente un rango de valor referencial, no un diagnóstico médico. Por eso siempre se recomienda hacer el test tradicional con cierta frecuencia.

En ese sentido, la recomendación general para niños y adolescentes es hacer la primera prueba entre los nueve y los once años. Luego hacerlo de rutina cada cinco años. En algunos casos los estudios pueden empezar de manera más temprana, si hay antecedentes de problemas cardíacos de la familia del niño, por ejemplo, o alguna patología que requiera mayor seguimiento del colesterol.

Para personas adultas, la recomendación es hacer la prueba cada cinco años hasta alrededor de los cincuenta años. Luego de esa edad se sugiere testear los tipos de colesterol cada uno o dos años, ya que aumentan los riesgos, pero siempre bajo supervisión y seguimiento médico.

Niveles de colesterol saludables 

A modo orientativo, podemos darte algunos valores normales de los distintos tipos de colesterol. La unidad de medida que se utiliza para estas sustancias es de miligramos por decilitro.

El nivel normal de colesterol general es menos de 200 miligramos por decilitro. Entre 200 y 240 mg/dl se lo considera normal, pero al límite del nivel alto. Y alto es todo valor que esté por encima de los 240 mg/dl.

Cuando se trata específicamente de colesterol HDL (el que dijimos que se conoce como “bueno”) se considera normal que sea superior a 35 mg/dl en los hombres y 40 mg/dl en las mujeres.

En cuanto a la medición del colesterol LDL (o “malo”), lo esperable es que se presente en menos de 100 mg/dl, y se lo considera en riesgo o poco óptimo hasta los 160 mg/dl. Por encima de los 160 mg/dl ya hablamos de un nivel alto de colesterol malo.

Cuando el nivel de colesterol supera los 200 mg/dl se trata de un paciente con hipercolesterolemia. Debe comenzar a tratarse, ya que esos niveles ponen en riesgo de sufrir un infarto de miocardio.

Cuando el colesterol supera los 200 miligramos por decilitro se trata de un paciente con hipercolesterolemia que debe tratarse probablemente con medicación.

¿Qué afecta los niveles de colesterol?

Hay muchos factores que afectan los niveles de colesterol en el cuerpo. Algunos de ellos son controlables y otros simplemente tienen que ver con la naturaleza de nuestra especie y factores ambientales, hereditarios y genéticos. 

Dentro de los que no es posible controlar, encontramos:

Edad y sexo 

A medida que envejecemos, los niveles de colesterol tienden a aumentar. La diferencia está en un periodo fisiológico propio de las mujeres, que es la menopausia. Antes de esto, el colesterol malo suele ser más bajo en mujeres que hombres de la misma edad. Después de la menopausia, los niveles de colesterol LDL aumentan más en ellas.

Historia familiar 

Los genes juegan un rol fundamental en el desarrollo de todo el cuerpo. La generación de lípidos no es la excepción. Es importante conocer la historia familiar y si hubo casos de afecciones cardíacas. Si esto es así, las probabilidades de desarrollar colesterol alto aumentan, por lo que es recomendable llevar un mayor control.

Por otra parte, están los factores que sí se pueden controlar encontramos el tipo de dieta y el cuidado del peso. Veamos: 

Dieta

Cuidar nuestra dieta es importantísimo para regular los niveles de colesterol, aunque sabemos que es difícil. La mayoría de los productos procesados que consumimos tienen grasas saturadas, lo que favorece el aumento lipídico. Pero también hay grasas saturadas en los derivados lácteos y en el chocolate, por ejemplo.

Una dieta saludable con respecto al colesterol privilegia el aceite de oliva sobre la manteca y las carnes magras, como el pollo o el pescado, por encima de las carnes rojas.

Así y todo, en relación con la dieta siempre es necesaria la consulta con un médico o profesional especializado que sabrá orientarte respecto de tu estilo de vida y necesidades específicas de tu alimentación.

Peso 

En el mismo sentido, controlar tu peso ayuda a prevenir los niveles altos de colesterol malo. Es que el aumento de peso y el aumento del colesterol suelen ir de la mano. 

Con el seguimiento médico necesario, una dieta saludable —con base en frutas y verduras— y un peso adecuado —en relación con tu talla y estilo de vida— no solo ayudarán a mantener en línea los niveles de colesterol malo, sino que, posiblemente, incrementarán el bueno.

Factores de riesgo

¿Escuchaste hablar varias veces sobre factores de riesgo pero tampoco sabés bien qué quiere decir? También te lo contamos.

Los factores de riesgo son aquellos condicionantes que pueden hacernos más propensos a contraer alguna enfermedad. Pueden originarse en conductas, estilos de vida o también situaciones climáticas o externas a las que estemos expuestos. 

Incluso, algunas patologías base son factores de riesgo. Cuando hablamos de factores de riesgo, por ejemplo, los niveles elevados de colesterol lo son para enfermedades cardíacas. 

Luego, hay algunas conductas y enfermedades que resultan en factores de riesgo para los niveles de colesterol elevados:

Diabetes

La diabetes es una enfermedad crónica en la que la forma en que el cuerpo procesa los alimentos se ve afectada. Tanto en los casos de diabetes tipo 1 como 2, las probabilidades de que suba el colesterol son altas. En dicho caso, se recomienda mantener los niveles de todos los tipos de colesterol más bajos de lo normal.

Obesidad

Cuando hablamos de obesidad nos referimos a un trastorno caracterizado por exceso de grasa corporal. Se asocia con la ingesta de gran cantidad de calorías sin que el cuerpo pueda quemarlas (o metabolizarlas). Padecer este trastorno aumenta considerablemente los riesgos de una enfermedad cardíaca proveniente del exceso de colesterol LDL.

Tabaquismo

Llamamos tabaquismo a una conducta o hábito de fumar tabaco. El tabaquismo es una adicción y fumar cigarrillos afecta indirectamente al aumento de colesterol malo. ¿Por qué? Porque reduce los niveles de colesterol HDL, que es el que se encarga de reducir el exceso de LDL. 

Recomendación

Los médicos recomiendan, en principio, una dieta regulada. Como venimos mencionando, la ingesta indiscriminada de algunos alimentos de procedencia animal puede ser contraproducente.

Por otra parte, algo que todos sabemos: realizar actividad física. Practicar un deporte de manera regular nos ayuda en todo sentido, desde mantener nuestro estado, circulación y hasta la actividad mental. Pero específicamente hablando de los tipos de colesterol, el deporte aumenta el HDL y reduce el LDL al mismo tiempo. 

Conclusión

El colesterol es una sustancia natural y necesaria para nuestro cuerpo. Más allá de que su nombre suele tener una carga negativa, lo importante es mantener los niveles de los tipos de colesterol en valores adecuados al estilo de vida y condiciones personales de salud.

La información en materia de salud es siempre un plus de valor, lo que no quita, en todos los casos, que debes tomar el consejo y la asistencia de tu médico. Con el seguimiento clínico y médico adecuado, evitamos que el colesterol se vuelva un problema de salud.

Como dijimos, es siempre recomendable medir los niveles de colesterol mediante laboratorios y análisis médicos. Según nuestra edad y nuestras condiciones de vida debemos hacerlo cada distintos plazos y sin falta. A fin de cuentas, prevenir la acumulación excesiva de colesterol LDL es prevenir posibles enfermedades cardíacas.

Además de hacer las pruebas correspondientes, podemos intervenir favorablemente en estos niveles siguiendo dos simples recomendaciones. Nos referimos a tener una dieta sana  y regulada, y a practicar actividad física. 

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