Las encías sangrantes son un claro síntoma de que algo no va bien con tu salud bucodental. Es más, cuando las encías sangran espontáneamente, en general, lo hacen como respuesta ante la presencia permanente de bacterias. Por lo tanto, son el signo de que en tu boca se está desarrollando una enfermedad.
La alteración en las bacterias que habitan en la boca -conocidas como microbiota oral-, origina la inflamación y el sangrado de encías. Estas variaciones están producidas por la acumulación de restos de comida entre los dientes, y es un síntoma claro de que nos encontramos ante una enfermedad periodontal. Se trata de una afección que se divide en dos etapas:
Gingivitis:
La gingivitis es la enfermedad periodontal donde se produce una inflamación de las encías con posibilidad de sangrado, y cuyos síntomas responden a la acumulación de placa bacteriana. Se puede dar en personas de todas las edades, aunque con mayor prevalencia en adultos que tienen más de 35 años. Es más, según la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), se trata de una patología que afecta casi al 85% de la población adulta.
Periodontitis:
La periodontitis, por su parte, es el estadio avanzado de la enfermedad del periodonto. Además de la inflamación y el sangrado de encías, la acumulación de sarro bajo la encía, puede afectar a los tejidos y huesos que soportan los dientes. Por ello, en los casos más graves acaba poniendo en riesgo su permanencia. Se trata de una patología menos común que la gingivitis, según la SEPA afecta a entre un 25 y 40% de personas.
Sin embargo, sus posibles consecuencias exigen una rápida actuación para combatirla. La principal razón por la que se produce una acumulación excesiva de placa bacteriana que haga que se desarrollen enfermedades como la gingivitis y la periodontitis es una mala higiene dental.
Cinco consejos para tratar el sangrado de las encías
- Cepíllate durante dos minutos, dos veces al día con un cepillo de dientes eléctrico o manual que tenga un cabezal pequeño y cerdas suaves y redondeadas. Intenta no cepillarte demasiado fuerte y haz movimientos circulares o elípticos en la boca. Es recomendable que cambies tu cepillo de dientes cada tres meses.
- Usar el hilo dental o cepillos interdentales puede ayudar a eliminar partículas de comida y placa bacteriana de las zonas de difícil acceso, como entre los dientes. Usa el hilo dental dos veces al día, idealmente antes de cepillarte los dientes.
- Escoge una pasta de dientes con flúor que haya sido formulada científicamente para reducir la acumulación de placa bacteriana que irrita tus encías y causa la enfermedad gingival. Por ejemplo, la pasta de dientes parodontax elimina físicamente la acumulación de placa bacteriana, siendo x4 veces más eficaz que una pasta de dientes regular, eliminando la acumulación de bacterias, una de las causas del sangrado de encías*.
- Si te sangran las encías cuando te cepillas los dientes o sufres algún otro signo de enfermedad gingival, habla con tu dentista tan pronto como sea posible. No esperes a que haya un problema antes de actuar. Realizarse revisiones de forma regular puede ayudar a identificar y tratar los síntomas de la enfermedad gingival antes de que empeoren.
- Una dieta pobre en nutrientes puede hacer que los dientes y las encías sean más vulnerables. Del mismo modo, las encías de los fumadores son más propensas a sufrir una infección. Llevar un estilo de vida saludable y comer bien puede ayudar a que todo tu cuerpo esté bajo control, incluso tus encías.