Cuando hablamos de salud mental, nos referimos a un equilibrio entre una serie de factores físicos y psicosociales. Estos abarcan mucho más que los trastornos mentales y están relacionados con el estilo de vida y el entorno inmediato.
El estrés en el trabajo o en un entorno complejo, puede resultar en la aparición de alguna afección o trastorno mental. La importancia de procurar el bienestar psíquico y emocional ha ido adquiriendo cada vez más relevancia en la sociedad.
De acuerdo con Freud, la mejor forma de alcanzar un equilibrio integral es a través del equilibrio entre trabajar, amar y jugar. Se estima que el 25% de la población padece alguna afección mental.
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¿Qué es la salud mental?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental consiste en 4 factores:
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Se trata de algo más que una ausencia de trastornos o afecciones mentales.
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Es una parte integral del equilibrio en todo el cuerpo. No puede haber salud sin salud mental.
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Los factores biológicos, socioeconómicos y del medioambiente son determinantes de la salud mental.
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Existen diversas estrategias y tratamientos asequibles para proteger y restablecer la salud de la mente.
Asimismo, la OMS brinda una definición puntual para este equilibrio.
“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Al hablar de afecciones, incluye a las mentales y físicas.
Para la OMS, la salud es un completo estado de bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedades mentales o físicas.
Tener una buena salud, tanto mental como física, consiste en poder realizar todas las actividades diarias sin problemas. También incluye poder enfrentar el estrés natural del día a día, sin que afecte el resto de los factores de la vida.
Promover, proteger y restablecer la salud mental son medidas que permiten la productividad y la contribución a la sociedad. El funcionamiento eficaz dentro de una comunidad demuestra un equilibrio entre mente, cuerpo y estilo de vida.
Se trata además de las capacidades, individuales y colectivas, para manifestar pensamientos y emociones. A nivel individual, abarca la interacción social, la forma de sustento y también de disfrutar la vida.
Sobre trastornos mentales
Se considera como un trastorno mental a cualquier serie de acciones, síntomas y/o comportamientos que estén asociados a patologías mentales. Estos pueden provenir de procesos cognitivos, afectivos y de desarrollo integral.
Por lo tanto, se entiende como trastorno a una forma de alteración a la salud, sea física o mental. Estas alteraciones pueden ser producidas por una enfermedad, o estar asociadas a situaciones genéticas, congénitas o de desarrollo psicosocial.
En algunos casos, los trastornos pueden ser temporales o no incapacitantes. Suelen tener una periodicidad en la aparición de eventos de crisis. A menudo son el resultado de otras afecciones que no fueron atendidas o tratadas.
Dentro de las distintas opiniones expertas, encontramos ciertos indicativos que ayudan a definir el trastorno mental:
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Falta de salud
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Desviación de normalidad psicológica a nivel estadístico
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Síntomas afectivos, cognitivos y motivacionales
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Sufrimiento psicológico
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Discapacidades sociales
Los trastornos más comunes en la actualidad son:
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Trastornos del espectro autista
Se trata de alteraciones en el desarrollo neurológico que ocasionan la presencia de déficits. Estas complicaciones pueden afectar el desarrollo de capacidades y habilidades.
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Trastornos depresivos
Siendo uno de los trastornos mentales más prevalentes en la sociedad actual, puede presentarse en distintos grados de profundidad.
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Trastorno de ansiedad generalizada
Es un padecimiento bastante frecuente en la población y cuenta con características muy variadas. Esto puede provocar que sus síntomas pasen inadvertidos durante un tiempo.
Algunos síntomas de trastornos mentales como la ansiedad, pueden pasar inadvertidos o ser normalizados, lo que dificulta su tratamiento.
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Trastorno obsesivo-compulsivo
Estrechamente asociado a la ansiedad, consiste en la obsesión de ideas que resultan repetitivas e intrusivas. Sin embargo, pueden ser pensamientos sin un origen o fundamento lógico.
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Trastorno Límite de Personalidad
Se relaciona con el sufrimiento experimentado en el desarrollo de la autoestima y la personalidad. Esta tendencia obliga a la persona a exponerse en exceso o a distanciarse de formas poco saludables.
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Trastornos de alimentación
La anorexia y bulimia son trastornos psicológicos que afectan el equilibrio del cuerpo y su nutrición. Otros patrones, como la dismorfia corporal, pueden contribuir a la aparición de estos trastornos.
Sobre enfermedades mentales
Desde un punto de vista más general, todos los trastornos y afecciones mentales son consideradas enfermedades. Sin embargo, existe una ligera diferencia entre ambos términos.
Algunos trastornos de la salud mental pueden tener una presencia permanente y degenerativa para el bienestar integral humano. Esto significa que son enfermedades que pueden ser tratadas, pero no siempre eliminadas.
Los ejemplos más comunes son:
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Trastornos psicóticos y del espectro de la esquizofrenia
Son enfermedades con síntomas en común, que pueden exagerar la conducta de forma negativa. Pueden presentar una disminución en las capacidades de independencia y realización de actividades del individuo.
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Trastorno bipolar y otros relacionados
Se caracterizan por alternar de forma constante entre la manía y la depresión. Conducen a un desgaste emocional que tiene repercusiones en el cuidado integral de la salud del resto del cuerpo.
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Trastorno de depresión mayor
Una presencia crónica de la depresión, representada por estados patológicos de tristeza persistente. Se acompaña de apatía, falta de placer y gozo, además de una nula motivación.
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Trastornos disociativos
Provienen principalmente de situaciones traumáticas que detonan una defensa de la mente. El trastorno de personalidad múltiple y los desórdenes de memoria e identidad se encuentran en esta categoría.
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Trastornos neurológico-cognitivos
Corresponden a enfermedades que provocan una alteración de la consciencia y los procesos de la mente. Se deben a una alteración neuronal, que pueden tener consecuencias degenerativas y progresivas.
Debido a la complejidad de la psique humana, resulta cada vez más importante el estudio del bienestar psicológico y emocional.
Importancia de la salud mental en la actualidad
En la actualidad, existe un nivel más profundo de concientización sobre qué es la salud mental. Su importancia radica en el reconocimiento de las emociones, positivas y negativas, y comprender la forma saludable de expresarlas en el entorno social.
Todas las afecciones, trastornos y enfermedades mentales son una forma de defensa de la mente. Defensas ante las situaciones que no puede manejar. Cuando estas se vuelven cotidianas, el sistema permanece en alerta constante.
En América Latina existe una prevalencia de un 24% de trastornos mentales como la ansiedad.
La clave de un buen equilibrio mental radica en dejar de ocultar o normalizar conductas que resultan nocivas para la salud integral. Al dejar de adaptarse a las afecciones, es posible evitar que se conviertan en trastornos.
Tan solo en América Latina, existe una prevalencia de hasta un 24% en los trastornos mentales. La OMS declaró a la depresión como la principal causante de discapacidad alrededor del mundo, estando en segundo lugar la ansiedad.
Esto se traduce en mayores probabilidades de muerte prematura por enfermedades, infecciones o suicidio. Además, el nivel de salud mental tiene un impacto significativo en la economía mundial.
Afecciones
Existen afecciones a la salud mental que pueden progresar hasta convertirse en trastornos. Si no se tratan de forma adecuada, pueden desarrollarse como enfermedades, representando un reto más grande para la vida cotidiana.
La mayoría de las afecciones que pueden interferir con tu salud mental se relacionan con todos los aspectos de tu vida. Las afecciones más comunes son:
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Desórdenes del sueño
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Desórdenes alimenticios
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Estrés
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Trauma
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Ansiedad
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Fobias
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Conductas nocivas
Es importante mencionar que todas estas afecciones pueden ser tratadas. Esto evitará que se conviertan en trastornos que afecten el funcionamiento social y cotidiano, o enfermedades que resulte más complicado tratar.
Depresión
La depresión puede presentarse en diversos niveles de profundidad. El trastorno depresivo mayor ocasiona un sentimiento perpetuo de tristeza y melancolía. Otro de sus síntomas es la carencia absoluta de interés y motivación.
Este trastorno perjudica las emociones, sentimientos, pensamientos y acciones. La incapacidad de procesar el entorno tiene una consecuencia directa en el nivel de salud del resto del cuerpo.
Pueden presentarse dificultades para terminar con las actividades diarias, pues carecen de un sentido general. Es posible que estos síntomas se den durante una sola temporada de la vida, por episodios esporádicos. Aunque también pueden estar presentes de forma constante y sin alivio.
Algunos de los síntomas que pueden ayudar a identificar la depresión mayor en adultos son:
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Tristeza profunda, necesidad de llorar, falta de esperanza
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Ira, irritabilidad, frustración ante cualquier situación
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Falta de interés por cualquier actividad, sea laboral, sexual, deportiva o de entretenimiento
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Exceso o falta de sueño
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Fatiga excesiva ante cualquier actividad
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Falta o exceso de apetito
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Inquietud, ansiedad y agitación constante
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Incapacidad para razonar o moverse
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Culpa, obsesión con el fracaso pasado, baja autoestima
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Pensamientos recurrentes de suicidio y deseos de muerte
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Dolores o afecciones físicas sin explicación alguna
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Cambios radicales de humor
Durante la infancia y adolescencia, es importante observar la frecuencia de los siguientes eventos:
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Irritabilidad excesiva y sin razón aparente
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Preocupación excesiva
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Apego
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Negación a realizar actividades
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Dolores y enfermedades sin razón aparente
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Negatividad constante
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Falta o exceso de sueño
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Cambios radicales de humor
Señales sobre una afección en la salud mental
Cada trastorno o enfermedad mental tiene sus propios síntomas y formas de manifestarse. Sin embargo, existen algunas señales generales que pueden indicar cuando se presenta un desequilibrio psíquico. Estas son:
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Cambios en rutinas de sueño y alimentación
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Sentimientos de tristeza o apatía por períodos prolongados o de forma recurrente
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Sentimientos excesivos y sin razón aparente como la ira, hostilidad y violencia
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Conductas nocivas en exceso
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Incapacidad de enfrentar la vida cotidiana y sus actividades
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Pensamientos y sensaciones sin explicación lógica
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Sensación de no pertenecer
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Cambios radicales de humor
Existen más de 400 trastornos mentales catalogados hasta el día de hoy. Esto significa que cualquiera de estos síntomas puede relacionarse con una o varias afecciones.
Las señales más claras que pueden indicar la presencia de un trastorno radican en los cambios, sutiles o exagerados, de la conducta. En ocasiones puede resultar complejo notar la presencia de estos síntomas, normalizándolos o justificándolos.
Cualquier conducta que salga de una norma estadística es señal de una afección mental. Las dificultades para realizar actividades físicas, académicas, laborales o sociales son un claro ejemplo de la presencia de un trastorno o padecimiento.
¿Qué debo hacer si tengo una afección en mi salud mental?
Cuando tenés dudas con respecto a tu bienestar psicológico, el primer paso es analizar qué es lo que está ocurriendo. Es posible encontrar algunos factores que puedan estar influyendo en la forma en que te sentís o reaccionás al entorno.
Los cambios en el estilo de vida, la alimentación y el entorno pueden ayudar a evitar o aliviar algunas afecciones. Sin embargo, es importante acudir con un médico profesional para obtener un diagnóstico definitivo.
Únicamente un experto podrá ayudarte a detectar qué es lo que está ocurriendo en tu mente, y cómo llegaste a ese punto. Algunas de las herramientas que utilizan los expertos son:
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Historia clínica personal y familiar
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Examen físico para descartar síntomas
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Considerar preocupaciones actuales y la razón por la que buscás ayuda
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Pruebas y ejercicios que permitan conocer tu opinión, pensamientos, sentimientos y comportamiento en situaciones dadas
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Consumo o abuso de substancias nocivas
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Pensamientos pasados y presentes de lastimarte o a otros
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Entrevistas con seres queridos del entorno inmediato
1 de cada 4 personas en el mundo sufre de un trastorno o padecimiento mental. La mayoría de estos individuos lo hace en silencio, sin considerar que existen opciones de tratamiento y cura.
Si creés que podés tener algún síntoma o desequilibrio psicológico, lo mejor que podés hacer por tu bienestar es consultar a un profesional. Lo más importante es evitar la normalización de síntomas que pueden ser evitados.
Conclusión
Entonces, ¿qué es la salud mental? Consiste en un equilibrio que va más allá de la ausencia de trastornos o enfermedades. Involucra el entorno socioeconómico, psicosocial, psicoafectivo y de desarrollo de cada individuo.
Existen conductas que, al convertirse en patológicas, pueden desarrollarse en un trastorno mental. Otros factores genéticos o congénitos pueden jugar un papel importante en la aparición de una enfermedad de la psique.
Al prestar atención a la salud mental, es posible prevenir y tratar estas afecciones. Los psicólogos y psiquiatras son quienes están capacitados para diagnosticar y ofrecer un tratamiento para estas enfermedades y trastornos.
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