El sueño es un elemento crucial para el bienestar humano y muchas personas buscan constantemente formas de mejorar su calidad de descanso. Uno de los aspectos menos conocidos, pero respaldados por la ciencia, es la práctica de dormir desnudo. Según un estudio internacional de la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, uno de cada tres adultos lo hace. Y no solo por una cuestión de gusto o comodidad, sino por beneficios que esta práctica brinda para la salud.
Desde la Agencia de noticias científicas de la UNQ se examinan los los fundamentos científicos detrás de esta elección y sus posibles beneficios para la salud y el bienestar. Según un estudio realizado por la National Sleep Foundation, mantener una temperatura corporal adecuada durante el sueño ayuda a prevenir el aumento de la presión arterial, el colesterol, el exceso de apetito, las interrupciones del sueño y la disminución de la libido, entre otros problemas de salud. Asimismo, se encontró que el uso de pijamas o mantas pesadas impide la liberación de la hormona del crecimiento, obstaculizando el proceso de reparación nocturna de huesos, músculos y piel.
Pero la temperatura corporal también juega un papel fundamental en la calidad del sueño. Durante la noche, el cuerpo experimenta un ciclo natural en el que la temperatura desciende para promover un sueño reparador. Dormir en un ambiente fresco favorece este proceso, y es aquí donde dormir desnudo puede brindar beneficios significativos.
Al prescindir de la ropa, se permite que el cuerpo regule la temperatura de manera más efectiva, impidiendo el exceso de calor y la sudoración excesiva, lo que puede interrumpir el sueño y conducir a un descanso menos reparador. El Instituto de Estudios del Sueño de Los Ángeles realizó una investigación al respecto y descubrió que dormir con pijama hace que la temperatura corporal aumente y afecte al ciclo de sueño, además de inhibir la llegada del sueño profundo.
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Por otro lado, el uso de ropa ajustada al dormir puede afectar negativamente los niveles hormonales. En ese sentido, la temperatura desempeña un papel importante en la producción de melatonina, la hormona fundamental para regular los ciclos de sueño y vigilia. Así, se asocia a los niveles más bajos de melatonina con el uso de ropa de dormir, que eleva la temperatura corporal.
La clave es ventilar intimidades
Sumado a los beneficios para el sueño, dormir desnudo puede favorecer la salud íntima. La falta de ropa durante la noche permite una mayor ventilación de la zona genital, lo que ayuda a prevenir infecciones por hongos y mantener un equilibrio saludable de la flora bacteriana. Asimismo, para las personas que padecen afecciones como la psoriasis o dermatitis, esta elección puede permitir que la piel respire y reduzca la rigidez.
Siguiendo esa línea, algunas investigaciones revelan beneficios relacionados con la calidad del esperma y la prevención de enfermedades como diabetes. Un estudio reciente, publicado en la revista científica Reproducción Humana, al que la Agencia pudo acceder, reveló que irse a la cama sin ropa puede tener un impacto significativo en la calidad del esperma. La investigación, que se llevó a cabo con una muestra de 656 hombres, sugirió una conexión entre el uso de ropa interior apretada y un menor recuento de espermatozoides. Los participantes que informaron usar bóxers mostraron una concentración de espermatozoides más elevada y un recuento total más alto en comparación con aquellos que utilizaron ropa interior ajustada.
Además de las ventajas para la salud reproductiva masculina, otro estudio realizado por la National Sleep Foundation, mostró que dormir desnudo puede regular los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés. Los resultados indicaron que mantener una temperatura corporal adecuada durante el sueño, contribuye a prevenir el aumento de la presión arterial, el colesterol, el exceso de apetito, las interrupciones del sueño y la disminución de la libido, entre otros problemas de salud. También se encontró que el uso de pijamas o mantas pesadas impide la liberación de la hormona del crecimiento, lo que obstaculiza el proceso de reparación nocturna de huesos, músculos y piel.
Frescos pero no fríos
En otro hallazgo sorprendente, la revista Diabetes publicó una investigación que sugiere una relación entre la temperatura de la habitación donde se duerme y el riesgo de desarrollar diabetes. Según este trabajo, mantener una habitación fresca (no fría) durante el sueño puede disminuir el riesgo de sufrir esta enfermedad crónica. Durante el experimento, se demostró que las personas que dormían en un ambiente fresco presentaban una mayor estabilidad en los niveles de azúcar en sangre y una mejora en la sensibilidad a la insulina, la hormona responsable de regular el azúcar en el cuerpo.
Estas comprobaciones respaldan la idea de que el simple acto de dormir sin ropa puede tener un impacto positivo en la salud general. Si bien se requieren más investigaciones para comprender completamente los mecanismos detrás de estos beneficios, parece claro que elegir la comodidad y la libertad de dormir desnudo puede ofrecer mejoras significativas en la calidad de vida.
Con todo, si bien la ciencia continúa investigando la relación entre el sueño y la desnudez, los resultados hasta ahora sugieren que esta práctica puede ser una opción válida para quienes buscan optimizar su descanso y mejorar su salud en general.
Con información de la Agencia de Noticias Científicas