Ir al dentista no figura dentro del top 10 de actividades favoritas de nadie, pero la salud dental es fundamental. Si te estás preguntando cómo cuidar mis dientes después de los 50, no vas a querer perderte este artículo.
Un dolor de muelas puede arruinarnos el día. La sensibilidad en dientes y encías también puede afectar nuestro humor. Y los problemas se agravan si nos enfrentamos a caries o incluso pérdida de dientes.
Cuidar la dentadura es muy importante para tener una mejor calidad de vida, en especial a partir de la tercera edad. Descubrí estos consejos y datos relacionados al cuidado dental de los adultos mayores.
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¿Qué sucede después de los 50 con tus dientes?
Vamos a aclararlo de entrada. Actualmente, se sabe que es posible conservar la óptima salud bucal de los adultos mayores y tener una dentadura sana toda la vida. Una adecuada higiene oral puede prevenir la mayoría de las enfermedades dentales de la tercera edad.
La dentadura no se pierde producto del envejecimiento sino a causa de enfermedades bucodentales. Estos males se asocian con factores de riesgo tales como la mala nutrición, enfermedades crónicas o estilos de vida desfavorables, entre otros.
La dentadura no se pierde producto del envejecimiento, sino a causa de enfermedades bucodentales.
A continuación, te contaremos algunos problemas comunes de salud oral comunes a partir de los 50 años. Los adultos mayores tienen un riesgo más alto de presentar resequedad de la boca. Esto puede darse por la edad, el uso de medicamentos o algunas afecciones médicas.
La saliva juega un papel crucial en el mantenimiento de la salud oral. Pero las glándulas salivares en su boca pueden dejar de producir suficiente saliva. Esto puede generar problemas para degustar, masticar y tragar o úlceras bucales.
La enfermedad de las encías es un trastorno potencialmente grave. Este afecta a personas de todas las edades, pero especialmente a quienes ya pasaron de los 40 años.
Otros síntomas que se vuelven más comunes en las personas mayores son las caries y el deterioro de las superficies radiculares de los dientes. Por eso, es importante cepillarse con dentífrico con flúor y usar el hilo dental a diario.
La sensibilidad también puede agravarse a medida que pasan los años. Las encías se retraen con el tiempo, por lo que exponen zonas de los dientes que no están protegidas por el esmalte. Esas zonas son más propensas al dolor ante comidas y bebidas calientes o frías.
Recordá siempre que, para prevenir enfermedades bucodentales, las personas de la tercera edad deben acudir al odontólogo en forma regular. Lo recomendable es dos veces al año.
Es importante que el profesional odontológico sepa si el paciente toma algún medicamento. También, debe conocer si sufre alguna enfermedad como diabetes. De esa manera, se pueden encarar tratamientos bien orientados y efectivos.
La menopausia afecta tus dientes
Al tratar de responder a la pregunta cómo cuidar mis dientes en la tercera edad, debemos hablar de la menopausia. La caída en la producción de hormonas comienza a producirse entre los 45 y 55 años de edad.
Con este descenso, suelen aparecer los primeros síntomas de la menopausia. Hablamos de los conocidos sofocos, dolores de cabeza e irritabilidad. Además, esta etapa genera una tendencia mayor a sufrir problemas bucodentales.
Estos problemas pueden ser consecuencia de la bajada de los niveles de estrógenos. La disminución de esta hormona afecta directamente a las encías.
Del mismo modo, la reducción de progesterona provoca una disminución de la densidad ósea de la mandíbula. Ese síntoma pone en riesgo el sustento de nuestros dientes.
Hay, asimismo, otros efectos negativos frecuentes de la menopausia en dientes y encías. Entre ellos, podemos mencionar la gingivitis descamativa, la xerostomía o sequedad bucal, adelgazamiento de la mucosa bucal y síndrome de la boca ardiente.
Pero no hay que asustarse. Gracias a los avances tecnológicos y a una mayor conciencia del cuidado dental, las mujeres pueden disfrutar de dientes sanos hasta la ancianidad.
Para tener esa buena salud oral, es necesario tener un cuidado especial con la higiene dental. Además, hay que visitar con regularidad al dentista.
Trastornos de salud preexistentes afectan la dentadura
Los trastornos de salud preexistentes pueden afectar la salud bucal en los adultos mayores. Tienen especial incidencia las enfermedades como diabetes, afecciones cardíacas o cáncer.
El estrés también puede traer consecuencias en la salud de nuestra dentadura. Apretar la mandíbula al estar bajo presión daña las piezas dentales, causando sensibilidad y dolor.
Apretar los dientes también puede afectar la altura de la mordida y aumentar el riesgo de fractura. Otro efecto del estrés es la proliferación de aftas dolorosas en la boca.
Muchas veces, asociamos la intolerancia al gluten de las personas celíacas con síntomas gastrointestinales. Pero la enfermedad celíaca también tiene efectos en los dientes y provoca defectos en el esmalte dental.
Entre sus efectos negativos están la decoloración de los dientes. Aparecen manchas blancas, amarillas o marrones en la dentadura. Otros síntomas orales de esta enfermedad pueden ser boca seca, aftas recurrentes o lengua lisa y roja.
Es muy importante que le comuniquemos a nuestro dentista cualquier problema de salud preexistente. De esa manera, va a comprender nuestra situación general y nos ayudará con nuestras necesidades especiales.
Medicamentos que afectan los dientes
¿Cómo cuidar mis dientes si tomo muchos remedios? Este es un aspecto importante, ya que los medicamentos pueden afectar la salud bucal. Hablamos tanto de los remedios recetados como los de venta libre que tomamos por nuestra cuenta.
Uno de los efectos secundarios más frecuentes de los medicamentos es la sequedad bucal. La falta de saliva aumenta el riesgo de caries y otras infecciones orales.
La saliva neutraliza los ácidos que producen la placa. Estos ácidos pueden dañar las superficies duras de las piezas dentales. Los tejidos orales blandos, como las encías y la lengua, también pueden ser afectados por los medicamentos.
Las personas con problemas respiratorios usan frecuentemente inhaladores. Inhalar un medicamento por la boca puede causar una infección por hongos, que se llama candidiasis oral.
Esta infección genera puntos blancos en la cavidad bucal que pueden ser dolorosos. Enjuagar la boca después de usar el inhalador ayuda a impedir que se dé esta infección.
Asimismo, los tratamientos cancerígenos pueden afectar la salud oral. Por eso, es recomendable hablar con un profesional odontológico antes de comenzar con el tratamiento. Este podrá recetar los cuidados para mantener una buena salud bucal.
Si bien son poco frecuentes, pueden producirse problemas graves de mandíbula en las personas que han sido tratadas con fármacos para fortalecer los huesos. Estos medicamentos se usan para tratar el cáncer y, en menor medida, la osteoporosis.
Estos son apenas algunos ejemplos de cómo los medicamentos pueden afectar la salud bucodental. Es importante entonces que el dentista conozca los medicamentos que uno está tomando. De ese modo, podrá ofrecer el mejor cuidado dental.
Y si perdí dientes
Si bien no es producto necesario de la edad, los adultos mayores tienden a perder sus dientes. Un alto porcentaje de personas de la tercera edad necesitan el auxilio de instrumentos especiales para reforzar o reemplazar piezas que han sufrido daño o se han perdido.
Tales prótesis dentales pueden ser fijas o removibles. Además, se pueden utilizar para sustituir una sola pieza o todo su conjunto. Las prótesis dentales le hacen la vida más fácil a las personas mayores. Aunque, también requieren cuidados especiales.
Corona o funda, puentes, implantes o dentadura postiza son los métodos utilizados para reemplazar piezas faltantes. A continuación detallamos las prótesis dentales más comunes dentro del cuidado dental de los adultos mayores.
Prótesis dentales removibles o dentadura postiza
Prótesis dental removible es el nombre para llamar con propiedad a las dentaduras postizas de toda la vida. Estos tratamientos permiten sustituir las ausencias dentales y los tejidos periodontales que las personas han ido perdiendo en su boca.
Son valiosas para recuperar la funcionalidad de los dientes del paciente. La persona puede volver a reír, hablar o comer sin preocuparse. Las prótesis dentales removibles evitan además que se desplacen los dientes que el sujeto aún conserva en buen estado.
Una prótesis dental removible consiste en una estructura metálica con varios dientes artificiales fijados a los laterales. Para ofrecer una mejor fijación, las prótesis se sujetan a los dientes que la persona aún conserva mediante unas sujeciones metálicas.
Cuando los dientes que todavía se conservan están en muy mal estado, son necesarias las prótesis dentales removibles completas. Para colocarlas se extraen los dientes que aún quedan y se fabrica una dentadura que sustituya las piezas dentales de una arcada completa.
Después, hay que esperar a que los tejidos bucales hayan cicatrizado. Una vez completada esta etapa, las dentaduras completas se ajustan a la encía mediante productos adhesivos.
Las prótesis requieren de un trabajo más laborioso que los dientes normales. Es en este punto donde hay que enfocarse a la hora de preguntarnos cómo cuidar mis dientes a partir de cierta edad.
Para limpiar la prótesis dental removible, se suelen utilizar instrumentos que no forman parte de una higiene oral normal. Esta limpieza se hace al acostarnos, pues las dentaduras postizas deben ser retiradas de la boca al dormir.
Cuando limpiamos la dentadura debemos utilizar un cepillo especial para prótesis o de cerdas duras y jabón líquido o pasta dental también especial. Otro paso es usar pastillas efervescentes para prótesis y un recipiente para su limpieza con agua tibia.
A través de este proceso, se logra la eliminación de residuos, tanto blandos como calcificados. También, se consigue la desinfección de la prótesis, reduciendo el riesgo de irritación de la mucosa y de caries.
Recordá siempre hacer este proceso a diario. Mantener una adecuada limpieza de la prótesis dental removible es fundamental para la buena salud bucal del adulto mayor.
Implantes dentales
Un implante es otra opción para reemplazar un diente perdido. Los implantes dentales se fijan al hueso a través de una pieza de titanio. Una de sus ventajas es que no requieren de ningún diente adyacente sano para ser colocados.
Dentro del abanico de opciones de prótesis, los implantes son los que tienen una mayor durabilidad. Pueden llegar a durar toda la vida.
Dentro del abanico de opciones de prótesis, los implantes son los que tienen una mayor durabilidad. Si se mantienen unos cuidados óptimos, pueden llegar a durar toda la vida.
Otra de las ventajas es la facilidad en la higiene oral. Las personas que tienen implantes pueden incluso cepillarse o usar el hilo dental de manera normal.
Coronas dentales
Las coronas dentales son prótesis que se colocan de manera fija. Una corona se usa para cubrir por completo un diente destruído. Además, se puede elegir para mejorar el aspecto o la alineación del diente.
También, es posible colocar una corona sobre un implante, para darle mejor forma y la estructura funcional a un diente. Una de las ventajas es la posibilidad de hacer coincidir el color de las coronas —de porcelana o cerámica— con el de los dientes naturales.
Las coronas también se fabrican en materiales como el oro y las aleaciones metálicas y acrílicas. Estas últimas suelen ser más resistentes que la porcelana, y son aconsejadas para los dientes posteriores.
A veces, suele utilizarse porcelana cementada como recubrimiento de la cara externa de una corona metálica. De este modo, se obtiene una restauración fuerte y agradable estéticamente.
¿Cómo elegir la clínica dental o dentista que mejor te convenga?
Cómo cuidar mis dientes requiere una respuesta que vaya más allá de cepillarse y usar el hilo dental. Para un cuidado completo, es fundamental visitar a un dentista cada seis meses. Se trata de realizar periódicamente una revisión rutinaria y limpieza profesional.
Es por eso que seleccionar un buen odontólogo es una decisión clave. De esa manera, vamos a tener mejores resultados y evitar malas experiencias.
Seleccionar un buen odontólogo es una decisión clave. De esa manera vamos a tener mejores resultados y evitar malas experiencias.
Para elegir un buen dentista podés seguir estos consejos:
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Buscá por ubicación geográfica. Lo ideal es que la clínica o consultorio odontológico esté cerca de tu casa o de tu trabajo.
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Pedí recomendaciones. Las opiniones de conocidos y familiares pueden ser una buena fuente a la hora de buscar un buen profesional.
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Hacé una búsqueda online. Muchos consultorios tienen sitios web donde podés informarte acerca de la formación, experiencia, especialización y los servicios que ofrece cada dentista.
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No te dejés impresionar por los bajos precios u ofertas. Son apenas estrategias eficaces para atraer clientes, pero no hacen a la calidad de un profesional.
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Elegí el dentista que más se adecúe a tus necesidades.
Conclusión
Cómo cuidar mis dientes es una pregunta que gana más relevancia a partir de los 50 años. La salud bucodental es uno de los aspectos fundamentales para tener una buena calidad de vida en la tercera edad.
Los procesos naturales de envejecimiento pueden generar enfermedades que afectan a nuestra boca. Pero la correcta higiene y los cuidados óptimos pueden hacer que disfrutemos de una dentadura sana a lo largo de nuestra vida.
Ahora, que ya conocés los principales cuidados dentales de los adultos mayores, descubrí más contenido sobre salud en nuestro sitio. Seguí leyendo El Destape.