¿Cómo cuidar de nuestra salud y bienestar?

La calidad de vida está muy relacionada con la salud y bienestar de la gente. Pero ¿qué acciones debemos tomar para tener una buena calidad de vida?

24 de junio, 2020 | 19.07

Cuando hablamos de la salud y bienestar de las personas, es inevitable referirnos a las estadísticas. Los índices sirven para hacernos una idea de las dimensiones del tema. Vamos entonces a buscar esos datos, en especial para hablar de nuestro país.

En Argentina, la esperanza de vida fue de 76 años en el 2014. Los accidentes y sus secuelas son la primer causa de muerte entre nuestros jóvenes. Entre la población adulta, mueren más personas por tumores malignos.

Las enfermedades del corazón es la principal causa de mortalidad entre adultos mayores. Una vez presentados estos datos del Ministerio de Salud, llegó el momento de brindarte una completa guía para el cuidado de tu salud.

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Cuidado de la salud y calidad de vida

La calidad de vida está muy relacionada con la salud y bienestar de la gente. Es un concepto amplio y de difícil definición, ya que incluye factores económicos, emocionales, físicos y mentales.

La Organización Mundial de la Salud expresa que la calidad de vida es la percepción que los individuos tienen de su “lugar en la existencia”. Este organismo lo pone en relación con los objetivos de la persona, sus expectativas, sus normas e inquietudes.

Digamos entonces que la calidad de vida se trata de un conjunto de aspectos que nos conducen al tipo de vida que nos gustaría tener. En esa existencia ideal, una vida saludable no puede quedar excluida.

Pero la salud no sólo es la ausencia de enfermedad. Sino que hablamos de un estado permanente de bienestar físico, emocional y psicológico. Es por eso que cuidar nuestra salud en todos los ámbitos es necesario para lograr una vida plena y más feliz.

¿Qué debés hacer para cuidar mejor de tu salud?

Manifestar un buen estado de salud y bienestar depende de varios de factores. Muchas veces, existen aspectos genéticos que no pueden modificarse. Pero el resto de factores de riesgo pueden prevenirse adoptando un estilo de vida saludable. 

Lo primero para contar con una vida sana es dejar los hábitos nocivos. Hablamos del tabaquismo y el consumo desmedido de sustancias, como por ejemplo alcohol. Con el tiempo, estos hábitos pueden causar enfermedades como el cáncer y problemas cardiovasculares.

Pero lejos de asustarte, lo que queremos es que aprendas a desarrollar costumbres saludables. A través de acciones puntuales, podés generar un cambio positivo en tu vida. Para que alcances un estado de salud y bienestar, te traemos algunos consejos.

 

Cuidá tu higiene personal

1- Lavate las manos con frecuencia

Las manos son fundamentales a la hora de contraer y contagiar infecciones. Por eso, hay que realizar un correcto lavado de manos en varios momentos del día. Los más importantes son antes de comer o después de ir al baño. 

Lavarse las manos con jabón es una manera fácil de prevenir infecciones. Es, además, un método accesible, siempre que se cuente con las adecuadas instalaciones sanitarias.

Frotá tus manos con el jabón para hacer espuma. Juntá palma con palma y después en la parte trasera de la mano, sin olvidar entre los dedos y las uñas. Este proceso tiene que durar por lo menos 20 segundos.

Los desinfectantes como el alcohol en gel son muy útiles para llevarlos a la calle o a algún sitio donde no hay un baño cerca. Pero lo mejor es el lavado tradicional, ya que el alcohol no elimina todos los tipos de gérmenes.

 

2- Mantené una buena higiene bucal

Una boca mal cuidada puede llevar a la aparición de caries, a la pérdida de dientes, mal aliento o en enfermedades como la gingivitis. La boca es también una de las partes que más causa una sensación externa de buena o mala higiene.

Lo aconsejable es cepillarse los dientes dos o tres veces al día, después de cada comida. En especial por la mañana y antes de dormir, ya que durante la noche la actividad bacteriana es más prolongada. Tampoco hay que olvidar el cepillado de la lengua, donde se acumulan bacterias.

 

3- Mantené tu piel limpia e hidratada

Para lograr una buena higiene corporal, es recomendable ducharse una vez al día. Los jabones neutros son importantes para mantener el PH de la piel. El jabón utilizado no debe contener alcohol o cualquier tipo de fragancia.

 

4- Tené siempre una buena higiene íntima

Una buena higiene de los genitales evita el mal olor, además de prevenir infecciones por hongos. En las mujeres, este aspecto es aún más importante. Además, una buena limpieza íntima es fundamental a la hora de mantener relaciones sexuales.

Durante la menstruación, deben aumentarse estas medidas de higiene. Esto se realiza simplemente al cambiar de manera frecuente toallitas o tampones. 

 

5- Cuida bien tus pies

El cuidado y la limpieza de los pies es muy importante. Para lo cual, es necesario lavarlos a diario con agua y jabón, frotando el espacio que entre tus dedos. Luego, tenés que secarlos bien con una toalla, para evitar la aparición de grietas.

Las personas que sufren diabetes pueden prevenir la aparición de úlceras en los pies a través de una correcta limpieza. Otro aspecto fundamental es usar siempre calzados cómodos y que se adecúen a la forma de nuestro pie.

 

6- Usá ropa limpia

La ropa es algo así como una capa más de piel. Por lo tanto, también acumula bacterias de nuestro cuerpo y del exterior. Para empezar, la ropa interior tiene que cambiarse todos los días. 

También, se recomienda cambiar de ropa con frecuencia. En especial, después de cada ducha. En verano, transpiramos más, por lo que los cambios deben ser más frecuentes, para evitar la formación de hongos o mal olor.

 

7- Completá el ciclo de aseo personal

Al hablar de completar el ciclo, nos referimos que para la salud y bienestar también son importantes otros detalles. Hablamos de mantener las uñas bien cortadas, cuidado del cabello e higiene de la zona facial.

La nariz debe limpiarse con una mezcla de agua y sal o con suero fisiológico. Para los oídos, lo mejor es olvidarse de los tristemente célebres hisopos e higienizar la parte externa con agua tibia. Los ojos se lavan con sus propias lágrimas, aunque también se pueden usar colirios para la sequedad.

 

Alimentos saludables y dieta equilibrada

Otro factor clave para tu salud y bienestar es mantener una dieta equilibrada. La comida, además de una necesidad básica, muchas veces es un placer en el cual nos cuesta controlarnos.

Una adecuada salud alimentaria está relacionada no sólo con los nutrientes que comés. También, influyen las porciones y los horarios de comida. Y no debemos olvidarnos de mantener una buena hidratación.

Un punto para prestar atención son los azúcares refinados. Debemos evitarlos, al igual que todos aquellos productos edulcorados en exceso. También, hay que evitar las grasas saturadas y las grasas trans.

En una dieta sana y balanceada es fundamental combinar la ingesta de proteínas (en pescados y carnes rojas), hidratos de carbono (pastas, pan, cereales) y grasas (aceite, lácteos en general).  Las frutas y verduras son importantes para una alimentación adecuada.

Un punto conflictivo puede ser la comida chatarra, en especial en la alimentación los niños. Tratemos de evitar o disminuir el consumo de frituras, embutidos, los alimentos salados o procesados, como también los ricos en grasas saturadas y calorías.

Esos alimentos, en general de cadenas de comida rápida, brindan grasas poco saludables para el organismo. Al incorporarlas, aumentamos el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. También, aportan muchas calorías, que pueden acarrear aumento de peso y obesidad.

El consumo de agua también es de suma importancia. El agua hidrata y purifica nuestro organismo por dentro y por fuera. También elimina toxinas y ayuda a un correcto funcionamiento de los órganos.

Además, el agua tiene incidencia directa en el estado de la piel y el cabello e, incluso, nos ayuda a adelgazar. Por todo esto, es fundamental tomar entre 1,5 y 2 litros de agua cada día.

 

Chequeos médicos

Aunque muchas veces consideremos que es un trámite engorroso o nos hace perder el tiempo, ir al médico es muy necesario. Esto adquiere una importancia aún mayor con respecto a la salud y bienestar de los adultos mayores.

Los chequeos considerados “de rutina”, así como las revisiones médicas periódicas son la mejor manera de controlar nuestro estado de salud. Al tener una adecuada supervisión, se puede actuar rápido en caso de enfermedades o lesiones.

Muchas son las enfermedades en las cuales un diagnóstico a tiempo puede hacer toda la diferencia. En el caso de las mujeres, las mamografías periódicas son vitales. En los hombres mayores de 45 años, un cáncer de próstata es un riesgo que torna fundamental una visita anual a su médico.

 

 

Ejercicios fáciles y sencillos

La actividad física periódica es uno de los hábitos esenciales para una vida sana. El ejercicio nos ayuda a bajar de peso, mantenernos en forma y conseguir una mejor figura. Y esas son apenas las ventajas que presenta desde un punto de vista estético.

Ejercitarnos a diario también fortalece las defensas del organismo, combate el estrés y nos brinda más vitalidad, lo cual nos hace rejuvenecer.  Otro beneficio poco conocido del ejercicio es que nos hace más felices, ¿querés saber cómo?

Durante el ejercicio liberamos endorfinas, las cuales generan un estado de bienestar y placer. Pero no hace falta pasar horas en el gimnasio o practicar algún deporte para disfrutar de estos beneficios.

Como ejercicio diario cuenta también el subir por las escaleras de tu casa u oficina. Podés por ejemplo caminar en vez de subirte al auto o colectivo. La OMS recomienda realizar al menos 30 minutos de actividad física por día para evitar problemas de salud.

El ejercicio moderado fortalece el corazón, mejora la circulación y ayuda a eliminar toxinas entre otros muchos beneficios. Es importante ejercitarse de manera regular y de forma que se adapte a la edad. 

No tenés que correr a anotarte en el gimnasio. Solo intentá ponerte en movimiento durante media hora al día y vas a notar enseguida los beneficios en tu salud y bienestar.

 

Mente sana en cuerpo sano

En el mundo actual, estamos acostumbrados a rutinas aceleradas. Nos sobrecargamos de actividades, lo cual puede derivar en estados de estrés. Estos factores ambientales son negativos para nuestra salud mental, un aspecto muchas veces descuidado.

A medida que pasan los años, estas rutinas pueden acarrear desbalances nocivos y desembocar en trastornos crónicos. Además, nos pueden llevar a un deterioro precoz de las funciones cognitivas.

Para contrarrestar ese ambiente negativo, intentá ejercitar la mente con lectura, crucigramas, acertijos o ejercicios de memoria. Puede que los efectos benéficos sean difíciles de notar en el corto plazo.

Sin embargo, te aseguramos que esas actividades ayudan al cerebro a que se mantenga despierto y activo, además de en buena forma. El ejercicio mental también te ayudará a desconectar de la rutina.

 

¿Cómo cuidarnos en cada etapa de la vida?

La salud y el bienestar a lo largo de la vida requiere un continuo de cuidados. Pero cada etapa tiene sus propias características, además de diferentes expectativas y comportamientos. Por eso, los desafíos para el cuidado de la salud varían en cada momento.

Durante la infancia se debe promover la lactancia materna y una alimentación saludable. Los chequeos médicos sirven para detectar precozmente las enfermedades más frecuentes y velar por un desarrollo en óptimas condiciones.

Una temática muy importante durante la adolescencia y juventud es, sin dudas, la salud sexual y reproductiva. Acercarse a los adolescentes para garantizar acceso a información y métodos anticonceptivos es una cuestión clave.

Durante la etapa adulta, es fundamental desarrollar costumbres que, de manera consciente, apunten hacia una vida sana. Lo ideal sería afianzar un combo que incluya hábitos alimenticios, de ejercicio diario y revisiones médicas periódicas.

Otro desafío es el aumento de la esperanza de vida, como mencionamos al principio. Enfermedades como Parkinson o Alzheimer son más comunes entre la población más longeva. Por eso, se debe apuntar a ejercitar la mente y el cuerpo de manera diaria.

 

Conclusión

Sin dudas, salud y bienestar son aspectos fundamentales en nuestra existencia. Para poder lograr una buena calidad de vida, diversos son los factores que debemos tener en cuenta. No importa apenas lo físico, sino también lo emocional y lo ambiental.

Para conseguir una vida sana, es crucial desarrollar hábitos saludables. Prestar atención a la higiene personal, tener una dieta balanceada y realizarnos chequeos médicos son cuestiones que no podemos descuidar.

La salud y el bienestar no son utopías, sino que están al alcance de nuestra mano. Solo tenemos que cuidarnos día a día y con dedicación. Leé El Destape si querés más consejos para lograr una mejor calidad de vida.