Preservativos para vulvas y una deuda histórica: la necesidad urgente de que existan en Argentina

El único preservativo disponible en el mercado en Argentina es el que tiene forma de pene. Cuáles son los proyectos para crear un preservativo para vulvas.

13 de febrero, 2022 | 00.05

Hoy en Argentina no existen los preservativos vaginales. Esto significa que, actualmente, las personas con vagina no cuentan con una herramienta clave para cuidarse y tener poder de decisión sobre su sexualidad. Todo está enmarcado en una historia muy falocentrista: el único preservativo disponible en el mercado es el que tiene forma de pene.

¿Y qué pasa con las personas lesbianas o bisexuales? Deben arreglárselas haciendo manualidades con un prefiláctico peneano o cortando en film que se utiliza para proteger los alimentos de la heladera para poder realizar sexo oral de forma segura. O en caso de no usarse, asumir el riesgo de poder contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS).

Sofía Helena Fontana es activista de una organización que busca la aprobación e implementación de un proyecto de preservativos para vulvas en Argentina. Desde hace 3 años luchan e investigan para llevar adelante su proyecto, mientras comunican e informan en sus redes sociales con más de 30 mil seguidores a quienes tienen dudas sobre cómo cuidarse.

Preservativo vaginal y para vulva: cuál es la diferencia

En diálogo con El Destape, Fontana confirmó que existen dos preguntas frecuentes entre sus seguidores: la primera es, ¿realmente no existe el preservativo para vulvas en ningún lado?

La respuesta es no: en ninguna parte del mundo existe un preservativo para frotamiento, mayor conocido como "tijereteo". Lo que sí existe es un preservativo vaginal, que sirve para la penetración. También existen los campos de látex, que se utilizan para hacer sexo oral. Ninguno de los dos anteriores se comercializan en Argentina por el momento.

Preservativo vaginal

La segunda pregunta que más hacen es, ¿cómo sería un preservativo para vulvas? A diferencia del preservativo vaginal, que es como un preservativo para pene pero más grande, con dos discos y sirve para cubrir la parte interna del genital durante la penetración; el de vulva cubriría clítoris, labios y podría llegar al ano. Su uso sería para el sexo oral y el frotamiento.

"Debería no parecerse a una bombacha porque tal vez en el momento de vincularte sexualmente querés tener lo menor posible puesto", afirma Fontana y explica que "tendría que tener una capa externa que se adhiera para que no se mueva y podría incluirse que sea también vaginal para no tener que usar dos preservativos" durante el acto sexual.

Asimismo, la idea es que el preservativo sea lo más diverso posible aprovechando que se está diseñando algo desde cero. "A la hora de desarrollarlo hay que tener en cuenta los genitales no hegemónicos: pensar en las personas intersex, una persona con alguna discapacidad, que tengan alguna alergia, de distintos tamaños", admitió.

 

Preservativos para vulva: qué investigaciones existen en Argentina

Actualmente la organización participa de dos investigaciones para desarrollar los preservativos para vulva. Una de ellas es el desafío 53 de ImpaCT.AR, un programa con la finalidad de contribuir al desarrollo local, regional y nacional en el que quedaron seleccionadas y actualmente trabajan junto a investigadores/as del Conicet para pensar la mejor solución a nivel del Estado.

La otra es para el "PAD 2021", que es más para el diseño en sí del preservativo y es en conjunto con la Cooperativa de diseño, el Laboratorio Farmacoop y el programa GADU del Instituto de la Espacialidad Humana de la FADU-UBA.

El Gobierno argentino compró preservativos vaginales

Desde la organización del Proyecto Preservativos para Vulvas adelantaron a El Destape que el Gobierno nacional hizo una compra de preservativos vaginales, es decir, de los que sirven para penetración. "Es un paso super importante para la autonomía de las personas con vulva", admitió Fontana a este medio. La resolución aún no fue publicada en el Boletín Oficial.

En febrero de 2020 mantuvieron algunas reuniones con el Ministerio de Salud de la Nación, con el área de prevención de ETS y la secretaría de Salud Sexual para expresar sus necesidades y reclamos. "La reunión fue super fructífera y estuvieron super de acuerdo con nuestros reclamos. Se había empezado a generar un plan pero la pandemia cambió todo, sin embargo seguimos en contacto y tuvimos varios idas y vueltas de charlas", afirmó la activista.