Cuidar la salud sexual: todo lo que necesitás saber para hacerlo

Todo lo que no te animás a preguntar sobre la salud sexual, derechos sexuales, derechos reproductivos, sexo en la vejez y mucho más.

03 de marzo, 2021 | 02.24

A pesar de los múltiples avances históricos, sociales y psicológicos, el tema del sexo continúa siendo tabú en múltiples aspectos. Sin embargo, la salud sexual es parte constituyente y fundamental de la vida de cualquier persona.

Incluso hoy en día nos cuesta hablar o preguntar acerca de temáticas o problemáticas sexuales. Te dejamos esta charla, en la que la licenciada Cecilia Ce, psicóloga especializada en sexología, habla acerca del sexo y su importancia. 

 

 

¿Qué es la salud sexual? ¿Cuáles son sus problemáticas más comunes? En esta nota, responderemos estas preguntas y te contaremos los derechos sexuales y reproductivos que todos deberíamos conocer. ¡No te lo pierdas!

¿Qué es la salud sexual?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como el bienestar físico, mental y social, relacionado con la sexualidad. El ente explica que este aspecto de la salud necesita un enfoque positivo y respetuoso de:

  • Sexualidad

  • Relaciones sexuales

  • Posibilidad de experiencias sexuales, placenteras y seguras

  • Relaciones sexuales libres de coacción, discriminación y violencia

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como el bienestar físico, mental y social, relacionado con la sexualidad.

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La salud sexual es un derecho humano, ya que se trata de una parte constituyente del derecho a la salud. Por eso, los derechos sexuales y reproductivos están contemplados en nuestra Constitución Nacional y debemos garantizar que se cumplan.

Infecciones de transmisión sexual

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son enfermedades que se adquieren mediante el contacto sexual. Los organismos que las producen —bacterias, virus o parásitos— se transmiten por la sangre, semen o fluidos corporales.

Las infecciones de transmisión sexual se adquieren mediante el contacto sexual. Se transmiten por la sangre, semen o fluidos corporales.

 

Este tipo de enfermedades no siempre producen síntomas. Esto resulta sumamente peligroso, ya que personas aparentemente sanas pueden ser vectores de contagio. Por ello, resulta fundamental cuidarse mediante el uso de preservativos para evitar estas infecciones.

En algunos casos, las ITS pueden transmitirse de forma no sexual. Esto es a través de transfusiones de sangre o agujas compartidas. También pueden transmitirse de madre a hijo durante el embarazo o el parto.

¿Qué son los derechos sexuales?

Los derechos sexuales forman parte, como ya dijimos, de los derechos humanos básicos. Se encuentran directamente relacionados con otros derechos fundamentales como a la vida, a la salud y a la libertad.

Los derechos sexuales consisten en que cualquier persona tiene el derecho a disfrutar de una vida sexual elegida libremente. Esto implica que no debe estar asociada a la violencia, riesgos o discriminación.

La salud sexual como derecho implica:

  • Poder decidir cuándo, cómo y con quién tener relaciones sexuales.

  • Vivir la sexualidad libre de presiones y violencia.

  • Acceder a información sobre cómo cuidarse, cómo disfrutar del cuerpo y la intimidad con otras personas.

  • Que sean respetadas la orientación sexual y la identidad de género sin discriminación

Derechos reproductivos

Relacionados íntimamente con los derechos sexuales, se encuentran los reproductivos. Estos expresan que todas las personas tenermos derecho a decidir, autónomamente y sin discriminación: 

  • Tener o no hijo/as

  • Con quién

  • Cuántos

  • Cada cuánto tiempo

Los derechos reproductivos también implican el acceso a información acerca de métodos anticonceptivos así como la gratuidad del método elegido. A su vez, estos derechos contemplan la atención respetuosa y de calidad durante el embarazo, parto, posparto, aborto, pos aborto. 

Te dejamos el testimonio de Gisela Marziotta en primera persona, acerca de la problemática del aborto.

 

Con la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), sancionada a fines de diciembre del 2020, se legalizó el aborto en Argentina. Esta medida permitirá concluir la criminalización de las mujeres que deciden, por diversos motivos, terminar con su embarazo. 

Reproducción Médicamente asistida

En Argentina, la Ley 26.862 reconoce el derecho a la cobertura integral de las técnicas y procedimientos de reproducción humana asistida. Esto debe garantizarse independientemente de la clase de cobertura que se tenga (obra social, prepaga o sitema público de salud).

De esta manera, se promueve el acceso efectivo e igualitario a las técnicas de reproducción humana en todo el territorio argentino. Esta ley cubre tratamientos tanto de baja como de alta complejidad.

La Resolución 1044/2018 establece un límite de edad para los tratamientos, basándose en evidencia científica nacional e internacional. De esta manera, limita los tratamientos de reproducción con óvulos propios en personas de hasta 44 años de edad. En el caso de fertilizaciones con óvulos donados, el límite se extiende a los 51 años. 

 

Métodos anticonceptivos 

Los métodos anticonceptivos son todos aquellos diseñados para evitar o reducir las posibilidades de embarazo. Es recomendable utilizarlos desde la primera relación sexual y durante toda la vida fértil.

Es importante recordar que todos tenemos derecho a elegir entre las diversas clases de métodos anticonceptivos y acceder gratuitamente a ellos. Pero, ¿qué métodos existen? Los repasamos a continuación.

Preservativo

El preservativo es una funda de látex fina, elástica y lubricada que se coloca en el pene erecto. También existe otra clase de preservativo, llamado femenino, que se coloca dentro de la vagina y se ajusta en sus paredes.

Ambas versiones constituyen el único método que, además de evitar el embarazo, protege de las ITS, especialmente, del VIH/Sida. Para tener doble protección, puede combinarse con otros métodos anticonceptivos.

Pastillas combinadas

Se trata de pastillas que contienen dos hormonas similares a las producidas por el cuerpo de la mujer (estrógeno y progesterona). Deben tomarse todos los días en el mismo horario para prevenir embarazos, ya que impiden la ovulación.

Es recomendable consultar con profesionales antes de comenzar a tomarlas porque tienen contraindicaciones importantes en algunos casos. Además, resulta vital tener en cuenta que estas pastillas no protegen del VIH/Sida ni otras infecciones de transmisión sexual.

Pastillas de una sola hormona

Estas pastillas, a diferencia de las anteriores, contienen un solo tipo de hormona: progestágeno. Pueden contener levonorgestrel o desogestrel 0. Ambas modifican el moco del cuello uterino, dificultando así la llegada de los espermatozoides.

Las de levonorgestrel se recomiendan exclusivamente en los casos de personas que se encuentran amamantando. Por su parte, el desogestrel 0 es recomendable para aquellas personas que amamantan o, por razones de salud, no pueden recibir estrógenos.

Anticonceptivos inyectables

El efecto es el mismo que las pastillas, solo que las hormonas se inyectan una vez al mes o cada tres meses. Para que la inyección sea efectiva, debe aplicarse siempre en la misma fecha, por ejemplo todos los días 3 del mes o cada tres meses. 

Al igual que las pastillas, previene el embarazo, pero no protege contra ITS. Por eso, se recomienda utilizar además preservativo.

Dispositivo Intrauterino (DIU)

Se trata de un pequeño objeto de plástico recubierto con un hilo de cobre. El DIU se coloca dentro del útero, donde provoca que el espermatozoide no sea capaz de fecundar el óvulo. 

Puede utilizarse en la mayoría de las personas con capacidad de gestar, incluso en aquellas que no tuvieron hijos. Su efectividad dura de cinco a diez años, dependiendo el momento, y puede ser retirado en cualquier momento.

Resultan fundamentales los controles periódicos así como recordar la fecha de colocación y retiro. No protege de infecciones de transmisión sexual.

Anticoncepción de Emergencia (AHE) 

Se trata de un método de emergencia, al que se puede acudir luego de una relación sexual sin protección. Es importante tener en cuenta que se trata de la última opción para prevenir un embarazo. Es menos efectiva que los métodos de uso habitual.

Aumenta su efectividad cuando se toma dentro de las primeras 12 horas. Si bien puede tomarse hasta cinco días después, la efectividad disminuye. No protege de las ITS. 

Ligadura tubaria

Es un método irreversible, que consiste en una cirugía donde se ligan las trompas de falopio. Luego de la operación, se sigue ovulando y menstruando normalmente y el placer sexual no cambia. No protege del VIH ni otras ITS.

La ligadura puede realizarse a partir de los 16 años. El Código Civil establece que a partir de esta edad se puede tomar todas las decisiones sobre el cuerpo de manera autónoma.  Además, no es necesario el consentimiento de un tercero. 

Vasectomía

Junto con el preservativo masculino, es otro de los pocos métodos anticonceptivos que dependen del hombre. Se trata de una cirugía sencilla. Se realiza en los conductos deferentes que conectan los testículos al pene y por los que se transportan los espermatozoides.

No afecta a las erecciones, el semen ni el placer sexual. Este método comienza a ser efectivo luego de los tres meses o de las primeras 20 eyaculaciones. Debe realizarse un control médico para comprobar su efectividad. Este método tampoco protege de las ITS.

Implante subdérmico

Se trata de una varilla que se coloca debajo de la piel en el brazo, con anestesia local. Este implante libera una hormona en forma continua que impide la ovulación.

Brinda protección por tres años y puede retirarse en cualquier momento. Pueden utilizarlo la mayoría de las personas, incluso aquellas que se encuentran amamantando. No protege de las ITS.

 

Salud sexual durante el embarazo

Existen diversos mitos alrededor del sexo durante el embarazo. Muchas personas piensan que no es seguro o que puede causar abortos espontáneos. Esto no es cierto.

Para empezar, es importante saber que el feto se encuentra protegido por el líquido amniótico y los músculos del útero. Por ello, las relaciones sexuales no lo afectan, salvo en casos con complicaciones como parto prematuro o problemas con la placenta.

Sí es fundamental tener en cuenta que, durante el embarazo, resulta vital la protección en el sexo. Una ITS en estas condiciones puede ocasionar graves problemas de salud no solo para la persona gestante, sino también para el bebé.  Por eso, resulta clave utilizar preservativos y evitar relaciones si la pareja tiene una ITS activa.

Salud sexual para adultos mayores

Al  contrario de lo que muchos piensan, la sexualidad no se pierde con el tiempo. Solo se transforma, se expresa de diferentes maneras. Continúa durante toda nuestra vida, incluso durante nuestra vejez.

La sexualidad no se pierde con el tiempo, sino que se transforma y expresa de diferentes maneras. Continúa incluso durante nuestra vejez.

La sexualidad no solo se refiere a relaciones sexuales. También implica identidad, género, placer y reproducción, entre muchísimas otras cuestiones. Por eso, resulta muy difícil concebir una vida sana sin sexualidad.

Sin embargo, a medida que una persona se torna mayor, su sexualidad se invisibiliza. Sucede así tanto en los ámbitos sociales como en el familiar.

Esto se transforma en una problemática grave cuando el sistema de salud tampoco reconoce la vida sexual de los adultos mayores. Tal desidia vulnera sus derechos sexuales y reproductivos.

 Envejecimiento: cambios sexuales normales 

A medida que avanzan los años, nuestro cuerpo sufre distintos cambios físicos que afectan la capacidad de disfrutar las relaciones sexuales.

Hombres

  • Impotencia sexual o disfunción eréctil

  • Erección menos firme

  • Pérdida de erección inmediata luego del orgasmo

Mujeres

  • Cambios vaginales: puede acortarse y estrecharse, así como las paredes se vuelven más delgadas y más rígidas.

  • Menos lubricación vaginal

  • Terapias hormonales provocan más deseo

Disfrutar de la salud sexual

La salud sexual forma parte de nuestra vida cotidiana y es importante cuidarla. Esto no solo implica relaciones sexuales consentidas y placenteras, sino también cuidados preventivos tanto de enfermedades como de embarazos no deseados. 

Nuestro cuerpo es un organismo integral que debemos proteger en todos sus aspectos. Por ello, resulta importante asesorarnos con profesionales ante cualquier tipo de problemática, sin temor a consultar. 

Conclusión

La sexualidad constituye un aspecto fundamental de nuestra vida y nuestro cuerpo. Como vimos, esta no se limita solo a las relaciones sexuales. También implica diversos aspectos como la identidad, el placer o el género, por ejemplo.

A su vez, la salud sexual constituye un derecho de todas las personas. En nuestro país, existen leyes que garantizan su cumplimiento, desde el acceso gratuito a información, métodos anticonceptivos, tratamientos de fertilidad y abortos. 

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