En los últimos días, se prendieron varias alarmas alrededor de los contagios de Covid 19 en barrios vulnerados, geriátricos, y cárceles, es decir, en aquellos espacios en los que las medidas de distanciamiento son más son difíciles de llevar a cabo. Otros lugares con características similares son los cuatro neuropsiquiátricos porteños: El Hospital José Triburcio Borda, el Braulio Aurelio Moyano, el Carolina Tobar García y el Hospital Alvear. Estos espacios, cuyas poblaciones suelen quedar bastante relegadas a la hora de elaborar políticas públicas, son sitios de alto riesgo y, por lo tanto, las medidas de cuidado y prevención deberían estar a la orden del día. Cualquier “descuido” podría desatar una verdadera tragedia y resultan alarmantes los casos de Coronavirus confirmados hasta el viernes: 14 en el Borda y uno en el Moyano.
A raíz de esto, el juzgado Contencioso administrativo Nº 12 dictó hace algunos días una medida cautelar, en sintonía con un pedido que había realizado el CELS. El fallo le ordena al Gobierno de la Ciudad proveer equipos de protección e insumos de higiene para prevenir y evitar la propagación del Covid 19 en los cuatro psiquiátricos porteños.
La Cautelar también le ordena al Gobierno porteño la elaboración de un protocolo para la prevención, detección y atención en esos cuatro hospitales, en el marco de la garantías y derechos que establece la Ley de Salud Mental. Si bien ya existe un protocolo para hospitales, éste no contempla a los neuropsiquiátricos, que requieren de una lógica particular.
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Las autoridades de CABA apelaron el fallo argumentando que están cumpliendo con todas las medidas solicitadas. El último viernes, el Cels hizo una nueva presentación en la que tomó en cuenta los nuevos casos. Paralelamente, el Órgano de Revisión Nacional y la Asesoría Tutelar Nº 4 de la Ciudad pidieron la ampliacion de la medida, el testeo de todos los pacientes de los hospitales neuropsiquiátricos y la disposición de salas para aislar aquellos casos sospechosos o positivos de Covid 19.
A última hora del viernes, teniendo en cuenta el aumento de casos, la jueza Alejandra Petrella hizo lugar a la ampliación de la medida cautelar y ordenó los testeos masivos para todos los pacientes.
La magistrada, a su vez, había intimado a las autoridades porteñas a que informen en qué medida garantizan el derecho a la comunicación de los pacientes. “Con las medidas de aislamiento, no pueden ver a sus familiares y tampoco cuentan con los medios para poder contactarse de modo telefónico”, detalló Fabian Murua, abogado del equipo de salud mental del CELS.
“Las personas con discapacidad psicosocial que son internadas o atendidas en estos lugares suelen ser invisibilizadas por las políticas públicas en general. Y más aún, en el contexto de la Pandemia. Si bien el derecho señala que son un grupo de especial protección y que los Estados deben adoptar medidas para protegerlos especialmente, las políticas públicas van a contramano de ese mandato de protección preferente”, resaltó.
Los reclamos de los trabajadores
Los trabajadores de los cuatro centros de salud mental coinciden en denunciar la falta de elementos de protección y de higiene. Mariano Veiga, psicólogo del Hospital Moyano y Secretario General Adjunto de la Asociación Gremial interdisciplinaria del Hospital (AGIHM), asegura que los insumos “fueron llegando a cuentagotas”. Primero llegó una tanda de barbijos pero las máscaras de protección facial, que corresponden al equipo básico, no estaban. De hecho, algunos gremios tuvieron que comprarlas por su propia cuenta”.
Los profesionales del Moyano denuncian también problemas de infraestructura, de escasez de medicamentos, de recursos humanos y problemas salariales. “Todavía no nos pagaron el bono para los trabajadores de la salud, anunciado hace varios meses. Hay mucha bronca con este tema porque el bono es insuficiente si tomamos en cuenta que no tuvimos actualización de paritarias”.
Algo similar ocurre en el Borda donde se alojan, aproximadamente, 400 pacientes. Muchos de ellos adultos mayores, fumadores crónicos, con EPOC y distintass enfermedades clínicas preexistentes. “Se está trabajando de una manera muy estresante ya que no contamos con los insumos suficientes ni con los elementos de higiene y de protección necesarios. Nos entregan un barbijo por turno, que son de seis horas en la semana y de 12 los sábados y domingos, y a veces nos dicen que no hay. Además, los pacientes no tienen toallas para secarse las manos, no hay alcohol en gel y los camisolines que nos entregan no son los adecuados”, detalló Analía Perello, enfermera de ese hospital en el que, este viernes, se confirmaron 9 casos de pacientes, dos médicos y tres enfermeras.
“Es muy dificil hacer un aislamiento en este tipo de hospitales porque es complicado que los pacientes entiendan que tienen que estar encerrados. En el Borda ellos pueden deambular por el parque y, antes de la pandemia, muchos tenían permiso para salir. Las enfermeras somos las que estamos siempre en el servicio y por ende somos las que tenemos que hacerles entender que se tienen que quedar adentro porque las instalaciones del hospital no garantizan las medidas para poder trabajar en este contexto”, agregó Perello.
“En el caso de los y las trabajadoras, se están haciendo los hisopados y dan positivo a pesar de no tener ningún síntoma. Por eso estamos pidiendo el testeo masivo para todos los pacientes y todos los trabajadores. Hasta el momento eso no se hizo y es muy importante para manejar el virus internamente”, reclamó Gonzalo Sánchez, delegado de ATE del Borda.
Por su parte, el centro de salud mental Tobar García, que aloja a niños y adolescentes, trató de dar la mayor cantidad de permisos prolongados para aquellos pacientes en condiciones de estar con sus familias. “Al principio, la población que nosotros atendemos no era la que más riesgo tenía pero en este momento sí porque esto se extendió a los barrios más pobres, que son los que en peores condiciones están”, señaló una de las psicopedagogas de ese centro, Fabiana Guestrin.
Y continuó: “Al principio costó bastante que enviaran los elementos de protección. A los enfermeros de internación, que están en contacto 24 horas con los y las pacientes, les dan un barbijo para todo el día”.
Cabe recordar que, hace apenas cuatro meses, los médicos y trabajadores de los centros de salud mental realizaron varias asambleas en contra del proyecto del Gobierno de la Ciudad que busca unificar cinco hospitales en un mismo predio. Estos son: el Moyano, el Borda, El Tobar García, el Ferrer y el Udaondo. El famoso “5 X 1” ya había sido presentado en el 2018 en la Legislatura y en enero de este año volvieron a insistir. “El Gobierno porteño pateó el proyecto para agosto. Pero si en este contexto de Pandemia, en el que están en cuestionamiento los sistemas de salud en el mundo, y la se impone la necesidad de un sistema de salud público fuerte y único, resulta de locos este planteo”, exclamó Veiga.