La conducta y la psiquis humana están atravesadas por numerosos factores. Que una persona tenga rasgos narcisistas no la convierte en una amenaza en sí, pero dependiendo del grado y de la intensidad de sus actitudes se recomienda estar alerta dado que las consecuencias pueden causarle daños a terceros.
“Algunas de las principales características que presentan las personas narcisistas son la exageración de la estima de sí, son ególatras que tienen una actitud vanidosa, y se autoperciben mejores que el resto. Se paran en un lugar de superioridad respecto del otro, lo que los lleva a tratar a los demás con cierta arrogancia, erosionando la autoestima de quienes se relacionan con ellos”, explica la Licenciada Ileana Zabala (@lic.ileanazabala).
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Asimismo, agrega que suelen ser personas autorreferenciales y que “tendrán la mentira y la manipulación como herramientas para tornar las cosas a su gusto, usarlas no les da culpa, por lo tanto no hay arrepentimiento”.
Además, la especialista destaca la falta de empatía; no hay un registro del otro ni de lo que al otro le pasa, y si lo hay, no es tomado en cuenta porque lo que prima es el interés de la persona narcisista. En este sentido, señala que “la modalidad de vínculo que instalan es la de convocar al otro a admirarlos, y esa persona les será útil en la medida en que satisfagan sus necesidades e intereses personales”.
Otro punto en el cual hace hincapié la Lic. Zabala es la incapacidad de reconocer un error. “No se disculpan cuando hacen algo que pueda molestar o dañar al otro, y si lo hacen es para poder restablecer las condiciones de ese vínculo que lo benefician y no perderlo”. Lo que motiva el pedido de disculpas es una intención utilitaria más que un arrepentimiento genuino, por lo que es posible que la persona vuelva a tener la misma conducta que tuvo antes. “Sin un arrepentimiento real tampoco hay una modificación de esas actitudes que lastimaron”.
En este sentido, la Licenciada María Pía Girotti (@mariapia_psico) asegura que “porque justamente no se reconocen en el equívoco, siempre hacen una proyección de sus errores puestos en el otro” y es por eso que habitualmente repiten frases como “yo no tuve nada que ver”, “vos me pusiste así”.
Girotti explica que, en general, las personas nos reconocemos vulnerables y eso nos hace tener autocrítica. Somos capaces de reflexionar y revisar nuestras actitudes y los errores que pudimos haber cometido. “Las personas narcisistas tienen mayor dificultad para reconocer estas cuestiones y cuando alguien puede llegar a marcarles algún error, seguramente respondan de manera hostil”.
Por último, otro rasgo que subraya la Licenciada es que como estas personas no suelen registrar sus conductas, tampoco llegan a la consulta analítica ya que para eso “es necesario que la persona esté atravesada por una inquietud, una incomodidad, una angustia, un reconocimiento de que algo no está funcionando bien y querer cambiarlo”.
Por consiguiente, quienes sí terminan presentándose en el consultorio son aquellos que tienen algún tipo de vínculo cercano con una persona narcisista. “Al ser personas que no se prestan al diálogo, a generar espacios de consenso, la convivencia se vuelve muy difícil para quienes lo rodean”, dice Girotti.
A su vez, señala que a la consulta se acercan muchas mujeres que tienen vínculos amorosos con personas con rasgos narcisistas y muchos de ellos suelen tener conductas violentas y machistas. “Llegan muy angustiadas, no sabiendo muchas veces como irse de esa relación, porque no pueden abordarlos desde ningún lado”.
La especialista enfatiza que este tipo de personas solo pueden amar bajo la propia percepción narcisista, “dejando por fuera la posibilidad de un amor en el cual se reconozca a la pareja como un semejante y no como una proyección de uno mismo”.
Narcisista: ¿se nace o se hace con el tiempo? ¿Es hereditario?
“Sería reduccionista pensar que la complejidad de lo humano está determinada solamente por el factor genético. El factor biológico forma parte importante en el desarrollo de un sujeto pero son muchas las variables que intervienen en la formación psíquica”, afirma Zabala, y añade que también influyen los factores sociales, familiares y el ambiente en el cual crece y se desarrolla una persona.
Ahora bien, la especialista reconoce que el narcisismo es un elemento clave en la construcción de nuestra psiquis: “Todos tenemos algún grado de narcisismo en mayor o menor medida, pero en ocasiones aparece exacerbado, de forma patológica, encubriendo carencias afectivas muy profundas”.
En relación con esto último, hace una diferenciación entre una persona cuya autoestima es medianamente adecuada y una persona con rasgos narcisistas. La primera “no necesita buscarse un séquito de seguidores o una pareja que le rinda culto para sentirse valiosa”. En cambio la segunda “depende profundamente de esos admiradores que les reafirmen esa imagen que crean de sí mismos”.
Esto estará directamente vinculado con la historia de ese sujeto y el lugar que ocupó en el entramado familiar del cual proviene. “Muchas veces se trata de infancias que no tuvieron un lugar en el deseo de sus cuidadores o que incluso fueron maltratadas, o simplemente no miradas. O bien a veces también puede ser la atención exagerada y desmedida que se le provee a alguien desde edades muy tempranas”. Ya sea por carencia o por exceso, siempre está la marca del vínculo con los que se ocupan del cuidado de ese niño o niña.
¿Un narcisista también es psicópata?
La respuesta es no necesariamente. La Lic. Girotti explica que no todas las personas con características narcisistas son psicópatas, ya que la psicopatía está ligada a la crueldad, a buscar la angustia en el otro, y no necesariamente todas las personas con rasgos narcisistas tienen este tipo de conductas.
Por su parte, la Lic. Zabala señala como características en común la ausencia de empatía, la mentira, el engaño y la manipulación. La primera “los vuelve inconmovibles, permitiéndoles alcanzar unos niveles muy altos de crueldad y sadismo”, mientras que las tres últimas están mucho más exacerbadas en la personalidad psicopática, y puede que hasta incluso se camuflen y pasen más desapercibidas en las personalidades narcisistas.