El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental con el objetivo de “crear conciencia y movilizar esfuerzos en su apoyo”. Este año el lema que atraviesa la jornada impulsada por la OMS será “Es tiempo de priorizar la salud mental en el lugar de trabajo”. En el marco de la fecha y en medio del conflicto con el gobierno nacional por el ataque al Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte, profesionales advierten que, al desfinanciamiento en esta área, se le suma un aumento considerable en las llamadas al 0-800 Salud mental (0800-999-0091), que es la línea telefónica nacional y gratuita de Orientación y Apoyo en la Urgencia de Salud Mental.
Mientras tanto, el gobierno quiso disfrazar el cierre a una de las instituciones más importantes en la materia, bajo el argumento de “reestructuración en el marco de un reordenamiento del sistema”. Como consecuencia de la lucha y resistencia de médicos, enfermeros, camilleros, psicólogos y psiquiatras de diferentes instituciones, estudiantes universitarios y movimientos sociales, el último martes el ejecutivo dio marcha atrás con el proyecto de cierre y firmó un acuerdo con UPCN y ATE para la creación de una mesa de trabajo que garantice la prestación de servicios, la atención de los pacientes y la continuidad del personal.
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Soledad Arrieta es psicóloga y trabajadora desde hace una década del Hospital Bonaparte. Actualmente coordina el 0-800 Salud mental (0800-999-0091), dispositivo que fue creado en septiembre de 2022 como parte de los lineamientos estratégicos del Plan Federal de Abordaje Integral en Salud Mental impulsado por el Ministerio de Salud de la Nación, dirigido por la Dra. Carla Vizzotti.
A pesar del ajuste actual, el número de teléfono sigue en funcionamiento y desde el Hospital advierten con preocupación un crecimiento significativo de la demanda. “Nosotros podemos ubicar un aumento muy considerable de llamadas de pacientes, hubo un salto muy grande en septiembre con respecto a 2023. Llegamos a tener 1800 llamados mensuales, lo que constituye un número enorme teniendo en cuenta que en cada turno de las guardias trabajan solamente tres profesionales psicólogos atendiendo todo el día”, señala la coordinadora.
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Según Arrieta, los profesionales atienden mayormente problemáticas relacionadas con casos de suicidio, ideaciones y conductas suicidas, y descompensaciones psicóticas. En muchas ocasiones se hace orientación a familiares que no saben cómo proceder y acompañar a sus seres queridos que padecen problemáticas en salud mental, además brindan acompañamiento a maestros, profesores, directores de escuelas u otras instituciones que albergan algún paciente o alguien que tenga problemáticas para indicar los protocolos a seguir.
Si bien el aumento de las llamadas es incipiente y no hay una hipótesis aún comprobada en relación a los factores, los especialistas identifican un vínculo directo con la situación socioeconómica y el aumento en los niveles de violencia que atraviesa nuestro país. Como sucede en momentos de crisis, el deterioro en las condiciones de vida generan procesos de fragmentación y quiebre de la trama social. “Hay algo que se puede identificar que es una desesperanza generalizada. Para el lado donde uno mira todo es muy adverso, no hay salida", explica Arrieta. "Sobre todo son los jóvenes los que nos están llamando y lo que observamos en ellos es una mirada anodina, prima un sin sentido a la vida donde el mercado es el único vector para erigir algún tipo de identificación. Es muy duro para la juventud hoy armarse un futuro. Las universidades están en riesgo de cerrarse, los hospitales no te van a atender más, los niveles de desocupación, el aumento de la pobreza. Todas las mallas de contención históricas de la clase media se caen”.
Frente a lo que se advierte como una pandemia en salud mental, en Argentina existen instituciones como el Bonaparte y dispositivos como la línea de atención telefónica que tratan de dar una respuesta interdisciplinaria, no manicomial y con un enfoque de derecho, tal como a Ley de Salud mental actual lo especifica y pregona. De hecho en el Hospital se desarrollan espacios, físicos y simbólicos, alternativos indispensables para un tratamiento integral como el Hospital de día, el dispositivo de abordaje territorial, los consultorios externos, emprendimientos socio laborales, talleres socio productivos, espacios artísticos y culturales, acompañamientos terapéuticos, y dispositivos de atención de las niñeces y adolescencia.
Los trabajadores de la instititución mantienen el estado de alerta por el desfinanciamiento general del sistema sanitario, la crisis económica, y el maltrato y la crueldad dirigida especialmente hacia los sectores más vulnerables y de menores recursos de nuestro país, teniendo en cuenta que las consecuencias de las políticas de ajuste sostenidas hace varios meses generan efectos adversos en la salud mental y emocional.
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“En este momento nos preocupa esta decisión u amenaza de cierre del Hospital, es un atentado a la salud pública y a la salud mental del país entero. El Hospital no son solamente camas de internación, es un Hospital Nacional referente. Ningún trabajador profesional de la salud desconoce su importancia, y por eso tuvimos el apoyo incondicional de toda la población – indica la psicóloga - La salud pública es una inversión a futuro y en el presente porque no brindar atención en salud mental a una gran masa de población en este contexto significa personas que quedan caída del sistema, marginadas, y eso se traduce en delincuencia, violencia, marginalidad”.
Si vos o alguien que conocés está atravesando algún problema de salud mental, no dudes en comunicarte: 0800 999 0091, las 24 horas del día los 365 días del año.
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