Balacera contra los suegros de Messi: un crimen mafioso en un clima de suspicacias

Los catorce balazos contra el frente del supermercado de la familia Roccuzzo bastaron para poner de manifiesto la desarticulación existente entre las fuerzas de seguridad: “Quienes nos tienen que cuidar no nos cuidan” acusó el intendente de Rosario.  

02 de marzo, 2023 | 17.47

La inseguridad no es sólo una palabra que defina al estado de situación en Rosario: la desconfianza es transversal a todos los ámbitos de la ciudadanía, representantes políticos y fuerzas del orden. Tras la balacera perpetrada contra las puertas del supermercado Único, propiedad de la familia Roccuzzo y cuyo integrante político es el hombre más famoso del mundo, son pocos los datos recabados sobre el hecho que puso a la cuna de la bandera de nuevo en el ojo de, esta vez, la prensa mundial. Una balacera que llegó a las agendas nacional e internacional más por lo notable de los dueños del supermercado que por la novedad de los disparos.

Lo conocido hasta ahora refleja que escasos minutos antes de las 3 de la mañana, dos personas que se transportaban arriba de una motocicleta llegaron por calle Lavalle al 2500, en la zona oeste de la ciudad, se detuvieron en la puerta del supermercado y uno ellos se bajó del vehículo para efectuar, al menos, 14 disparos contra las persianas del comercio. La Agencia de Investigación Criminal informó que encontró 12 vainas servidas.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Otro elemento que despertó la indignación: los tiratiros se retiraron en dirección a la avenida 27 de Febrero, un importante corredor de la ciudad. Las autoridades policiales llegaron después de cumplidas las 3.00 AM: los motociclistas ya se habían ido. Al analizar la escena del crimen, se encontró un cartel con un mensaje dedicado al astro campeón del mundo, escrito en un trozo de una bolsa de carbón vegetal: "Messi te estamos esperando, Javkin también es narco, no te va a cuidar".

El fiscal de la unidad de Balaceras encargado de la investigación es el magistrado Federico Rébola, quien brindó una escueta conferencia de prensa en la mañana de este jueves donde confirmó la existencia de las grabaciones del ataque. “Es todo muy preliminar”, declaró el investigador, quien aclaró a la prensa que la familia Roccuzzo “no habían recibido amenazas previas”.

El fiscal declaró: “Tenemos preocupación. Sé la repercusión que tiene, pero no les puedo decir más nada”, en referencia a la investigación del caso. Rébola llegó al lugar de los hechos a las 10.20 de la mañana, poco después que el ministro de Seguridad, Claudio Brilloni, quien buscó no dar declaraciones pero una vez acorralado por los novilleros, afirmó: “No tenemos ninguna hipótesis firme”. Así mismo, el exgendarme dijo: “Es un tema grave y estoy en comunicación con el Gobernador (Omar Perotti)”.

Rébola es definido por sus pares como “muy meticuloso y trabaja a puertas cerradas”, pero no es el titular de la unidad de investigación dedicada a las balaceras. Quien ocupa ese cargo es la investigadora Valeria Haurigot, que se encontraba físicamente en la ciudad de Santa Fe presentando su pliego para el concurso que se está celebrando en la provincia para la elección de fiscal regional.

Una fuente judicial cercana a los investigadores advirtió que “toda la evidencia que tenemos de hechos concretos (de balaceras extorsivas contra comercios) nos da cuenta de empresas criminales bien organizadas que disputan el poder del Estado”, y sentenció: “Hay un corrimiento de línea al Estado”. Según la fuente, este fenómeno era “previsible” que sucediera dado a la inefectividad judicial y a los magros resultados en los secuestros de armas en allanamientos. Una estructura judicial que no da a basto y que no llega a dar respuestas. "Basta de que ensucien a Rosario, que nos cuiden"

El intendente de la ciudad, Pablo Javkin, se hizo llegar al supermercado de los Roccuzzo tras suspender una actividad agendada para esa mañana, y se sumergió entre los periodistas que se habían acercado a cubrir el hecho. En declaraciones de prensa, el alcalde rosarino señaló a las diferentes autoridades tanto provinciales como nacionales, y aventuró relacionar el atentado con una reunión de la Mesa de Seguridad provincial mantenida el día anterior.

"No me genera nada distinto (ser nombrado en el cartel). Yo tengo una decisión muy clara, el tema es dónde está el resto. ¿Dónde está el Presidente? ¿Dónde están los que nos tienen que cuidar? No tengo armas, no tengo quien me cuide”, bramó Javkin, retomando sus exigencias de tener el control conjunto de la policía provincial en la ciudad. “Los que tienen las armas, la capacidad de hacer inteligencia criminal, los que pueden evitar que desde la cárcel se cometan delitos, no nos cuidan. Y es muy fácil para esa bandas hacer esto", destacó el intendente.

Al ser consultado por la prensa ante las puertas del supermercado, Javkin aludió a una reunión mantenida este miércoles con el gobernador y las cinco fuerzas de seguridad actuantes en Rosario: "Tuvimos una reunión con las fuerzas federales ¿Cuál fue la respuesta? Que puede venir alguien y generar una noticia mundial y que no pase nada. Es muy alevoso", y exigió: "Basta de que ensucien a Rosario, que nos cuiden".

Las fuerzas federales a las que se refirió el intendente son la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Prefectura, Policía Federal y Gendarmería, a la cual se le suma la policía provincial santafesina que ha sido señalada múltiples veces como parte necesariamente partícipe del entramado criminal que, parafraseando al cronista local Martín Stoianovich, llena de olor a pólvora las calles y pasillos de los barrios populares.

La suspicacia como ley: “Los narcos han ganado”

No es la primera vez que el jefe municipal entiende que las fuerzas de seguridad no dan pie con bola. El ministro de Seguridad nacional, Aníbal Fernández, publicó el 12 de febrero de este año que, en Rosario, hay 3.693 oficiales federales, de los cuales 1.000 son efectivos de Gendarmería Nacional, aunque desde el ministerio provincial dirigido por Claudio Brilloni admitieron que “no tienen forma de chequear esos números”, dado que no hay una articulación entre el estado nacional y el provincial.

Los narcos han ganado, hace 20 años que están haciendo lo que hacen”, declaró el encargado de la cartera de Seguridad nacional tras ser consultado sobre los acontecimientos, a los cuales tildó de ser “algo típico de lo que sucede en Rosario hace 20 años”.

En el mismo día que los diarios y portales web pusieron su ojo en la zona oeste de la ciudad con el atentado contra los Roccuzzo, a pocos kilómetros era detenida una suboficial de la policía provincial de 47 años, acusada de haber filtrado información a una banda narco que actuaba en el violento barrio de Ludueña (zona noroeste de la ciudad), de la cual es supuestamente partícipe su hijo de 23 años. Una banda relacionada a 50 de los 288 crímenes ocurridos el año pasado.

Si este solo hecho no basta para poner en duda la credibilidad de las fuerzas del orden local, vale recordar que en las audiencias que sentaron en el banquillo a la banda de Los Monos, la familia Cantero estaba acompañada, en su mayoría, por efectivos policiales que cumplían funciones al momento de realizarse las investigaciones. Las botas, en Santa Fe, están sucias y no de barro. Mientras tanto, Rosario cuenta más de 34 homicidios en lo que va del 2023, un año impar cuya característica electoral empioja más el desorden de una ciudad cuyos límites se desdibujan entre la población absorta y el ruido de las detonaciones.