Alejandro Lipcovich, trabajador del Hospital Garrahan y secretario General de ATE en su junta interna, fue víctima de ataques con amenazas de trolls libertarios en redes sociales después de que los trabajadores del hospital hicieran una protesta en el sector de la dirección, donde no hay pacientes internados.
"Frente a la campaña basura de los servicios de inteligencia sobre la protesta realizada ayer en el Hospital Garrahan, que incluye hostigamiento y difusión de supuestos datos personales míos por parte de anónimos", comenzó la respuesta de Lipcovich. En conjunto con la asociación de abogados de derechos humanos Asociación de Profesionales en Lucha (APEL), presentará una denuncia penal producto de los ataques.
"Atendiendo a una resolución de una asamblea convocada por la Junta Interna de ATE, realizamos un 'ruidazo' frente a la Dirección del Hospital. Es dos pisos abajo de la internación; lo que dijeron los trolls pagados con impuestos es falso. En ese lugar se hicieron decenas de protestas, con todos los gobiernos. Por ejemplo, cuando Alberto Fernández dio un miserable 7% a la primera línea de atención frente a la pandemia", siguió.
En esa línea, explicó: "El motivo del reclamo actual es claro: el presupuesto del Hospital Garrahan es apenas un 34% superior al de 2023. La inflación interanual llego al 287%. ¿Se entiende la magnitud del recorte, que compromete el funcionamiento elemental del principal hospital pediátrico del país?".
Lipcovich señaló que "el recorte ya se empieza a sentir" en el hospital, "obviamente en los salarios", y que "hay enfermeras bajo la línea de pobreza, mientras el imbécil de Adorni gana 5 palos". "Los insumos también empiezan a faltar o deteriorarse: el mismo día de la protesta, no había gasas de repuesto en quemados, por falta del papel que las mantiene estériles. Medicamentos básicos que se dispensaban a demanda, hoy empiezan a cortarse", añadió.
"Trabajo 40 horas semanales y gano un sueldo que no cubre la canasta de pobreza. Por eso nos organizamos con mis compañeros y compañeras de la lista Roja de ATE, que protagonizó reclamos históricos de la salud pública (como la gran huelga de 2005)", subrayó el trabajador del Garrahan, y concluyó: "Nuestros difamadores, por el contrario, se esconden en nombres falsos y viven de oscuros fondos públicos. Todo, para defender a un gobierno criminal, que despide, recorta medicación oncológica y tantas porquerías más. Tienen miedo porque saben que la lucha va a crecer".