El crimen de Fabián Sturn Jardón, el hombre uruguayo de nacionalidad española, que fue asesinado a traición por la espalda cuando entraba a un kiosco en Recoleta, sigue generando misterio. Una pericia balística a la pistola calibre 9 milímetros, con la que un sicario lo habría asesinado, reveló que se trata del mismo arma con el que mataron a Marcelo González Algerini, otro ciudadano uruguayo, protagonista de un crimen narco cometido en Pilar por el cual Sturn Jardón tenía pedido de captura y por el cual su padre, Teófilo Sturm González, está detenido.
El dato impactante surgió tras el análisis llevados a cabo por la División Homicidios de la Policía de la Ciudad y comunicado a los investigadores del caso, a cargo del fiscal Marcelo Roma y el juez Darío Bonnano, según reveló Infobae. Ante este descubrimiento, la fiscal Marcela Semería de San Isidro, a cargo del crimen de González Algerini y que había pedido la captura de Sturn Jardón, reabrió la investigación.
Conexión de los crímenes
Cuando se reveló que el hombre asesinado en Recoleta era Fabián Sturn Gardon se conoció que tenía una causa abierta por un asesinato relacionada al mundo narco y su padre estaba preso por ese mismo caso. Según Noticias Argentinas, la víctima asesinada por la espalda de tres tiros estaba acusada de un crimen narco en Pilar bajo la misma causa por la que su padre, Teófilo Sturm Gardon, está detenido.
"Se había ido de la casa por miedo a que lo mataran", fueron las palabras que utilizó su mujer para describir los últimos días de Fabián. Ahora, deberá declarar ante el fiscal Marcelo Rama -encargado del expediente- y brindar más detalles de la vida de la víctima. Ya con su nombre completo y los datos brindados por la mujer, se supo el pedido de captura que pesaba sobre él.
Detalles del otro crimen
La tarde del sábado 12 de octubre, Marcelo González Algerini, de 36 años, se detuvo en un kiosco en la calle San Cayetano al 800, en el barrio Monterrey de Derqui, partido de Pilar. Conducía una camioneta Chevrolet Tracker, y a su lado iba sentado Teófilo Américo Sturm González, de 80 años.
Al momento en que Teófilo se bajó de la camioneta con la excusa de comprar algo, apareció inesperadamente un Jeep Renegade, similar al del incidente de septiembre. Según la Justicia de Pilar, en ese Jeep, que luego fue abandonado en La Lonja, se encontraba Joaquín Andrés Amoro Sanguinetti, quien se colocó junto a la Tracker y disparó diez veces a quemarropa contra González Algerini, de las cuales cuatro fueron mortales.
Casi de inmediato, en la casa de la víctima en el barrio semi cerrado Finca San Agustín, también en Pilar, se produjo un robo. Un hombre, que luego fue identificado como Fabián Sturm Jardón ingresó al lugar y se llevó tres panes de cocaína envueltos en papel amarillo. Horas después, cuando la Policía allanó la casa, encontró una prensa hidráulica, una balanza electrónica y cuencos con restos de cocaína. También se incautaron 694.011 dólares, aunque solo se enviaron 69 dólares al juzgado, alegando un error de tipeo. Esto derivó en una causa separada.
En el caso, que también está a cargo de la fiscal Semeria, la novia de Algerini González declaró rápidamente, revelando información significativa. Afirmó que su pareja y Sturm Jansón habían atacado en septiembre a un compatriota con una identidad falsa y que Sturm y su novio eran socios.
Con esta información, el fiscal ordenó la detención de Teófilo Sturm González por "homicidio agravado por el concurso de dos o más personas, tenencia de arma de fuego y comercialización de cocaína". Dado su edad, recientemente se le otorgó prisión domiciliaria.
En la misma causa, Fabián permanecía prófugo junto con Joaquín Andrés Amorós Sanguinetti, ambos como coautores. La Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) determinó que Sanguinetti estaba usurpando la identidad de otro narco encarcelado en Uruguay. Tras el crimen, el verdadero nombre de Joaquín sigue siendo un misterio.
La PROCUNAR también intervino porque Marcelo Algerini González era buscado por la Justicia Federal de Lomas de Zamora, acusado de pertenecer a una banda detenida en junio con un gran cargamento de droga. Los narcos, incluidos en una redada en Caviahue, Neuquén, estaban alojados desde hacía meses en un complejo de cabañas cerca de la frontera con Chile. Sin saberlo, los investigadores seguían sus pasos y, en un megaoperativo, incautaron 783 kilos de cocaína, valorados en 15 millones de dólares.