Los huevos fritos son una de las variantes más utilizadas por la gente para ingerir huevos, a pesar de no ser la más saludable. Las infinitas posibilidades de combinación con otros alimentos que ofrecen los huevos fritos y la gran cuota de sabor que aportan a los platos hacen que sea una de las maneras en que las personas más los consumen.
Para que la yema quede líquida y pueda ser untada con pan, uno de los rituales que se dan cuando se comen huevos fritos, la cocción solo debe ser de un lado. A pesar de que los pasos a seguir en la cocción frita de un huevo parezca sencilla, muchas veces quedan más crudos o cocidos de lo que deberían. Por eso, aquí todas las recomendaciones y secretos para obtener el huevo frito perfecto.
Ingredientes
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Huevo
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Aceite para freír o mantequilla
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Sal
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Pimienta
Paso a paso
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Colocar aproximadamente tres cucharadas de aceite neutro (de maíz o girasol) en una sartén. También puede ser una cucharada de manteca. Llevar a fuego medio.
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Cuando el aceite o la manteca comience a calentarse y crujir cuando recibe una gotita de agua- método utilizado para saber el momento exacto en que la materia grasa llegó a la temperatura ideal para un huevo frito- romper de manera delicada un huevo y arrojarlo suavemente sobre la sartén, para que no se rompa la yema y se esfume la posibilidad de mojar el pan en ella.
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Bajar el fuego a mínimo y dejar que la clara se cocine. Cuando esto ocurra y la clara se vea blanca, aunque visualmente aún luzca cruda, tirar media cucharadita de agua sobre la sartén, taparla y dejar que se cocine para que la yema se cueza y la clara tome una textura más sólida.
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Utilizar una espumadera para retirar el huevo cuando la yema esté sólida por fuera pero líquida por dentro.
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Servir y condimentar con sal y pimienta.
Sugerencias alternativa: Si se desea un huevo perfectamente redondo, se puede utilizar un aro metálico para lograrlo.