La mandíbula puede generar muchas molestias y dolores, especialmente si se sufre de alguna condición como bruxismo. Es común que la mandíbula se trabe, así como a algunas personas les sucede con las rodillas. Sin embargo, es importante conocer la causa y cómo actuar si esto pasa.
La mandíbula es el único hueso de la cabeza que se mueve, ya que su función es permitir la masticación y los movimientos de la boca. La mandíbula se puede trabar por diferentes motivos, y en algunos casos, requiere atención médica. Si esto sucede muy a menudo, es importante consultar con un médico o un odontólogo.
Por qué se me traba la mandíbula: causas más frecuentes
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Bruxismo: esta es la causa más común por la que se traba la mandíbula. El bruxismo es el mal hábito de apretar los dientes, especialmente al dormir. Esto puede generar síntomas como dolor y bloqueo de mandíbula, e incluso dolores de cuello, cervicales, cabeza y migrañas fuertes. Si se sufre de esto, se debe seguir un tratamiento indicado por un odontólogo, quien probablemente te dará una placa de bruxismo.
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Desplazamiento del disco articular: a veces, se puede trabar la mandíbula al abrir la boca para hacer algo, por ejemplo, para comer. Esto ocurre porque el disco que amortigua la articulación temporomandibular puede desplazarse. En estos casos, también se necesita ir a un odontólogo.
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Ansiedad y estrés: la ansiedad y el estrés son dos factores psicológicos que tienen mucha incidencia en la mandíbula. Es aconsejable manejar estos síntomas, para evitar sufrir este tipo de problemas.
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Artritis: en otros casos, la razón por la que se traba la mandíbula puede ser artritis. La artritis es la hinchazón y la sensibilidad de una o más de las articulaciones, y aunque puede ocurrir en gente joven, es mucho más frecuente en adultos mayores.
Dolor y bloqueo de mandíbula: causas y qué hacer.
Qué hacer si se me traba la mandíbula
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Aplicar una compresa fría y alternar con calor.
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Masajear suavemente en forma circular con las yemas de los dedos.
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Si estos consejos no ayudan y se llegara a una situación extrema, como por ejemplo, la imposibilidad total de cerrar o abrir la boca, se debe acudir a urgencias, para que un médico realice una maniobra especial para destrabarla. Este movimiento no lo puede hacer cualquier persona, sino un profesional capacitado.
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Gestionar el estrés. Para esto, se aconseja tener un descanso y una alimentación adecuados, practicar actividad física, pasar más tiempo al aire libre, practicar yoga o meditar.
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Mantener una buena postura es fundamental para tener una buena salud mandibular. Si la cervical se contractura, es probable que se sufra de bruxismo.
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Evitar comer comidas difíciles de masticar, como carnes o frutos secos.
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Si todos estos consejos no ayudan o los síntomas se vuelven muy recurrentes, es necesario consultar con un médico.
Qué pasa si me trago un chicle
El mito dice que si una persona se traga un chicle, éste permanecerá en su estómago durante siete años. Dados los miedos que este cuento instaló en la gente, varios expertos se pronunciaron sobre lo que ocurre si alguien ingiere una goma de mascar y contaron lo que ésta produce en el organismo humano.
A pesar de los temores que hay al respecto, es una situación muy común el hecho de tragarse un chicle, sobre todo cuando se trata de infantes. Por esta razón, para llevar tranquilidad e información a las personas, doctores que estudiaron sobre el comportamiento de los alimentos en el cuerpo hablaron sobre este tema.
Muchas personas creen en el mito de que si un chicle ingresa al organismo, se quedará pegado a las paredes del estómago o de los intestinos y que no saldrá del cuerpo de manera orgánica. Al respecto, los expertos pronunciaron: "Lo cierto es que muchos de los componentes del chicle no se encuentran en la naturaleza y por esto nuestro cuerpo no tiene enzimas para descomponerlos", soltó la doctora Robynne Chutkan en WebMD. Y sumó: "Pasa al intestino, después al colon y finalmente la expulsamos".
A pesar de que tragarse un chicle no indicaría problema en la salud, el producto en sí no es indicado para el consumo. Las razones de esta realidad son las grandes proporciones de azúcar que tienen en su composición y también el riesgo de ahogarse que conlleva consumirlos.