Interrumpir a una persona mientras habla no es una simple casualidad, sino que responde a un cierto tipo de personalidad y patrones de conducta. Según la psicología, la forma en que nos relacionamos con los demás, nuestras decisiones y nuestras acciones tienen una explicación. Si alguien de tu entorno interrumpe constantemente a las personas a la hora de hablar, puede ser una señal de alerta.
Es muy frecuente que en los grupos de personas, siempre haya alguien que interrumpe al resto para imponer su voz. Esto puede resultar muy molesto para muchas personas, especialmente porque tiende a ser un comportamiento que se repite. De acuerdo con los expertos en psicología, esto dice mucho sobre la personalidad del individuo.
Qué significa interrumpir a alguien cuando habla, según la psicología
De acuerdo con la psicología, interrumpir a alguien cuando habla puede tener diferentes explicaciones. Según la psicóloga Isabel Reoyo, “interrumpir es algo más común de lo que pensamos y, aunque a menudo se asocia a un comportamiento egocéntrico o irrespetuoso, la realidad es mucho más compleja”, señaló en el sitio Cuidate Plus.
Existen muchas razones por las que una persona interrumpe a los que hablan. Puede ser causado por niveles altos de ansiedad e impulsividad, necesidad constante de validación externa o necesidad de llamar la atención. Sin embargo, la experta aclaró que "esto no siempre refleja una intención de invalidar al otro ni de acaparar la atención", y que muchas veces, surge de una necesidad de hacerse escuchar y expresarse, de participar activamente en una conversación y conectar con los demás.
También puede significar que el tema de la conversación apasiona mucho a la persona y se deja llevar por su necesidad de aportar algo a la charla. Otras veces, tiene que ver con un temor a pasar desapercibido, a no ser escuchado o a una gran inseguridad. Sheryl Sorokin, psicóloga organizacional y experta en dinámica grupal, sostuvo en diálogo con Cuerpo Mente, que en contextos laborales, puede significar querer demostrar una alta jerarquía de poder o una necesidad de control.
Qué significa acumular los platos sin lavar en la cocina, según estudios
Dejar los platos acumulados en la cocina sin lavarlos dice mucho sobre la personalidad de los individuos, según estudios realizados por científicos, psicólogos y psiquiatras. De acuerdo con los expertos, este no es un simple hábito que las personas tienen, sino que responde a una serie de patrones de personalidad que dan indicios sobre la conducta y manera de ser de las personas.
Es normal dejar los platos sin lavar en la cocina de vez en cuando, ya sea porque estás muy cansado, porque te tenés que ir a trabajar o porque no tenés ganas de hacerlo en el momento. Sin embargo, si este hábito se repite a diario y se sostiene en el tiempo, puede ser un indicador crucial sobre la personalidad de quien lo hace.
Si procrastinás tareas como lavar los platos, puede significar que tu sistema de recompensa está dañado. El sistema de recompensa del cerebro es una red neuronal que se activa cuando ciertos estímulos nos generan satisfacción. Por ejemplo, cuando hacemos una tarea placentera (como comer), el cerebro lo asocia con algo positivo y genera dopamina, ya que se produce una gratificación instantánea. Sin embargo, las personas que se vuelven adictas a este placer inmediato suelen procrastinar tareas poco placenteras, que no generan una sensación de felicidad a corto plazo, como lavar los platos.
Por esta razón, los psicólogos, psiquiatras y expertos en neurociencia recomiendan practicar posponer el placer inmediato, ya que el cerebro tiende a priorizar tareas que generan placer fácil y posponer aquellas que generan una molestia o un esfuerzo, como lavar los platos. Sin embargo, si entrenamos a nuestro cerebro para realizar estas tareas sin posponerlas tanto (por ejemplo, lavando los platos apenas terminamos de cenar), nuestro cerebro dejará de percibirlo como una actividad aburrida y recibirá satisfacción al completar una tarea, generando a largo plazo el placer de ver los platos limpios, en este caso.
Esta simple procrastinación de lavar los platos puede verse reflejado en otros hábitos de tu vida. Quizás, pospongas otras cosas más importantes, como ir a entrevistas laborales, empezar proyectos que querés, ir a lugares o eventos, o simplemente privarte de hacer cosas que deseás, simplemente por el esfuerzo que conlleva el proceso. En cualquier caso, se aconseja que empieces poniéndote metas cortas, ya que las metas muy grandes podrían abrumarte. Si comenzás de a poco, evitarás sentirte ahogado y alcanzarás tus objetivos de manera más eficiente, progresiva y sostenida en el tiempo.