Como todos sabemos, ningún rincón de la Argentina tiene desperdicio. En ese sentido, vamos a hablar de algunos monumentos históricos de Mendoza. Sabemos que es una provincia que fue beneficiada por la naturaleza. Pero sus montañas, ríos, nieve, termas, y mucho pero mucho sol son una parte de lo que tiene para ofrecernos.
Hoy queremos hablar de las importantes marcas históricas y culturales que el paso de los años fue dejando allí. Algunos monumentos están más escondidos que otros, pero todos nos pueden decir más de lo que pensamos.
Estos sitios poseen una carga histórica y cultural que los vuelve sumamente importantes para la sociedad. A través de ellos conocemos nuestro pasado. Por eso es que suelen estar bajo resguardo del Estado.
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Los monumentos históricos de Mendoza no son sólo lugares bonitos. Nos cuentan la historia de la provincia.
Algunos más actuales, otros que llevan siglos de historia. En lugares más o menos accesibles. Pero algo en común: cada uno de estos monumentos históricos de Mendoza merece nuestra mención.
Monumentos históricos de Mendoza
Como dijimos, hay construcciones históricas de todo tipo. Algunas nacieron siendo un monumento, pero también hubo otras con otro objeto y luego fueron declaradas como tal. En ambos casos la importancia es la misma.
Conocer nuestros monumentos históricos nos permite conocer gran parte de nuestra historia social, cultural y política. Épocas estéticas, arquitecturas antiguas, creencias, todo está es estas edificaciones.
Es una tarea árdua nombrarlos a todos. Te invitamos a conocer nuestra selección para vos, para contarte un poco de su historia y que sepas dónde ubicarlos. No dudamos que van a estar en tu próximo itinerario.
Edificio Gómez
Empezamos por un importante ícono entre los monumentos históricos de Mendoza. Ubicado en una de las partes céntricas más transitadas de la ciudad encontramos un edificio que buscaba rascar el cielo.
Literalmente la construcción del Gomez estuvo inspirada en el Empire State, en la época que aparecían los “rascacielos”. Sabemos que hoy en día hay edificios mucho más altos, pero debemos ubicarnos en la década del 50.
Su promotor, Juan Gomez Lopez, es el que le da vida y nombre. Contrató no menos que a Manuel Víctor Civit, arquitecto que desarrolló importantes construcciones y remodelaciones.
El Edificio Gomez lleva el nombre de su promotor, quien lo envió a construir luego de fascinarse con el Empire State.
Civit entiende perfectamente la idea de Gomez y la plasma en un gigante de hormigón y cristal. La construcción fue de bloques de hormigón armado con rasgos de la corriente racionalista pero también góticos.
Su característica más llamativa, llegando a su punto más alto, son el cambio de línea y su remate de cristal. Esa última estructura tan emblemática está construida de hierro y vidrio. Años después se agregó la antena que se ve hoy.
Este es uno de los casos de construcciones que nacieron sin saber en qué se convertirían. Especialmente fue construído para albergar edificios comerciales, lo que hizo por muchos años.
Te recomendamos observarlo de noche, cuando se encienden las luces de su contorno. No te pierdas de conocer esta joya mendocina.
Catedral de Nuestra Señora de Loreto
Frente a la actualmente conocida como Plaza Sarmiento encontramos una catedral con una interesante historia. Además de ser iglesia desde el Siglo XVIII, épocas de la “ciudad vieja” de Mendoza, fue declarada catedral del circuito.
Frente a ella, en la que antes era la Plaza Nueva, años antes de la independencia, grupos del ejército hacían sus actividades. El edificio religioso fue parte y testigo de uno de los cuerpos que colaboró con la independencia chilena.
Lamentablemente el edificio original fue destruído por un fuerte terremoto en 1861. Pero su historia no terminó ahí: fue reconstruida en 1875 para volver a sus funciones.
Así surge el actual edificio de forma rectangular, con tres cuerpos. En su interior cuenta con una distintiva decoración de arte estilo barroco romano. También cuenta con un altar con cinco ventanales de santos.
Estos ventanales fueron realizados en Francia en aquel tiempo, y son considerados parte importante del tesoro religioso de la ciudad.
Esta catedral cuenta con una de las fachadas más bellas y distintivas. Consta de tres simples arcadas y en su techo tres campanarios, de los cuales el central es el domo mayor.
Se vuelve catedral del circuito recién en 1934, como medida provisoria del primer obispo José Aníbal Verdaguer. Sería así hasta que se construya la Catedral definitiva en el Parque Central de la ciudad de Mendoza.
Actualmente se conserva como tal, aunque sus dimensiones no acompañen al funcionamiento. Es considerada, por su historia y su arquitectura, otro de los monumentos históricos de Mendoza. Encontrala en José Federico Moreno 1316.
Cámara Subterránea
Entre otros monumentos históricos de Mendoza, este nos conecta de lleno con el origen de la ciudad. Estamos en el área de la fundación de la misma, que fue en 1561.
Hace esa incalculable cantidad de años, en la actual esquina de Beltrán y Videla Castillo, era fundada Pedro del Castillo. Por eso la actual plaza lleva su nombre.
Allí funcionaron el antiguo cabildo mendocino, la iglesia de San Francisco y la plaza mayor. Este sector constituía el corazón de la naciente ciudad, que siguió siendo así por 300 años.
En 1861 un terrible terremoto (el mismo que destruye la catedral) derrumba todo a su paso. Lo que genera la mudanza del centro de la ciudad a donde lo encontramos actualmente, alrededor de la Plaza Independencia.
Sucede que tras remodelar la Plaza central el municipio halló tesoros importantísimos de aquellos años iniciales. Tales son piezas tangibles de la historia mendocina.
Por eso es que se comenzó un trabajo de excavación y seguidamente de preservación del patrimonio arquitectónico. Todo ello lleva a la creación de la conocida cámara subterránea del área fundacional.
Se trata de un museo arquitectónico provincial. Su objetivo principal es el de proteger y exhibir los restos materiales hallados en el lugar. Como por ejemplo los restos de la fuente que abastecía de agua a los antiguos pobladores.
Se puede recorrer el área fundacional sin ingresar a la Cámara y hacer igualmente un repaso histórico. Pero, de encontrarse abierto, no pierdas la oportunidad de sumergirte, casi literalmente, en el pasado de esta hermosa ciudad.
Ruinas de San Francisco
En este mismo sitio nos encontramos con uno de los edificios más antiguos de la ciudad de Mendoza. Como parte de las misiones jesuíticas para evangelizar Cuyo, se funda esta residencia en el año 1608.
Con algunas donaciones considerables, la Compañía de Jesús fundó la misma en las actuales calles Beltrán e Ituzaingó. En ella se encontraba el altar de Nuestra Señora del Carmen, a quien San Martín designó Patrona de su ejército.
Estaba ubicada en la plaza central, como decíamos, y su arquitectura era de una belleza única. Lamentablemente, en la sísmica provincia de Mendoza un terremoto puede llevarse todo, por más imponente que sea.
Y así fue. Primero, un terremoto el 22 de mayo de 1782, la dejó en muy malas condiciones. Y después, el trágico y conocido de 1861 que lo derrumbó definitivamente. Actualmente sus ruinas se conservan como patrimonio histórico.
Cerro de la Gloria
Acá llegamos a uno de los monumentos históricos de Mendoza que sí nació como tal. Una obra de catorce toneladas de bronce que tuvo origen en 1912 aunque se venía craneando del siglo anterior.
Juárez Celman, presidente argentino en 1888, tomó la decisión de erigir un monumento conmemorativo en la ciudad mendocina. Se trataba de rendir homenaje a la exitosa campaña libertadora del Ejército de Los Andes.
Entre idas y vueltas, recién se retomó la idea llegando a la fecha del centenario de la nación. En 1912 se inauguró la obra y recién al año siguiente comenzó la construcción.
La enorme escultura fue fundida en bronce por el Arsenal de Guerra de la Nación. Es el remate de una obra que comprende una pasarela de ascenso y descenso del monumento. Todo sobre un basamento de tierra traída de Los Andes.
En su base se aprecia un ladrillo que perteneció a la original pirámide de Mayo, como gesto de unión patriótica. Las escalinatas que actualmente se ven fueron fruto de una remodelación que además incorporó un plaquetario conmemorativo.
Un dato colorido es que su escultor fue un uruguayo. Pero no por no ser argentino se le iba a escapar algún detalle. Estudió perfectamente la historia.
En la piedra central se lee: “La Patria al Ejército de los Andes”. Más arriba, en el centro, se ve al imponente General José de San Martín, observando a sus tropas. Estas avanzan mirando en sentido a las montañas mendocinas.
El libertador se encuentra arriba de un caballo criollo con las cuatro patas sobre la tierra. En la interpretación de este tipo de obras, eso nos da la pauta de que murió de vejez, y no en batalla por ejemplo.
Del lado izquierdo se ven seis granaderos, que representan los seis pasos que hizo la campaña antes de cruzar a Chile. Rodeado de criollos y negros mulatos que compusieron al ejército.
Se observa también la figura del fray Luis Beltrán, quien tuvo su importante participación. Y algunas malas caras de las patricias mendocinas, quienes igualmente donaron sus joyas al ejército de liberación.
Por otra parte, más mujeres pero en modo de llanto y despedida, sabiendo de quiénes parten a la guerra. Así también aportando comida para abastecer a los soldados.
Por encima de todo se puede ver a la Libertad como síntesis de todo lo obtenido por el esfuerzo popular. En el friso se hace mención a los jefes más importantes de la campaña.
No quedan dudas que es una obra que merece nuestro respeto y consideración. La podés encontrar dentro del gran Parque San Martín, patrimonio cultural de la provincia.
Cristo Redentor de los Andes
Edificado a casi 4000 metros de altura, el Cristo Redentor no puede faltar en nuestra lista de monumentos históricos de Mendoza. Se trata de una figura ,claramente religiosa, ubicada en Las Cuevas.
Es una obra escultórica creada por el argentino Mateo Alonso en 1902. Para su realización se utilizó, ni más ni menos, que el bronce de las armas del Ejército Sanmartiniano.
Es que su edificación está ligada con la historia política sudamericana. Está situado en El Paso de Uspallata, el último de los que realizó el ejército antes de cruzar la frontera. Pero además fue un hecho que selló un conflicto entre los dos países.
Hablamos, por supuesto, de la imagen de Jesús de Nazaret. Pero en este caso posee un pie sobre un globo terráqueo y una gran cruz en la mano izquierda. Su mirada va en dirección a la línea que separa (o une) los dos países.
El Cristo Redentor de Mendoza fue un hecho que selló un esperado pacto de paz luego de un conflicto de límites entre Argentina y Chile.
Y aclaramos esto último ya que es el centro del mensaje del monumento. En su base de granito lleva una clara inscripción. “Se desplomarán primero estas montañas, antes que argentinos y chilenos rompan la paz jurada a los pies del Cristo Redentor”
Por eso no es únicamente una obra de carácter religioso. En todo caso nos muestra la incidencia religiosa en la política de la época. La obra fue declarada Monumento Histórico Nacional y Patrimonio Cultural de la Nación en 2003.
Su alto reconocimiento también se debe a que llevaron una réplica al Palacio de la Paz. Esta obra argentina se luce en donde se desarrolla la Corte Internacional de Justicia, en La Haya. Vos podés conocerla sin siquiera tener que sellar el pasaporte.
Colegio Nacional Agustín Álvarez
Volvemos a la ciudad para conocer uno de los monumentos históricos de Mendoza que ostenta una imponente fachada. Ubicado frente a la Plaza Independencia, centro de la nueva ciudad, está el Colegio Nacional Agustín Álvarez.
Su historia empieza hace más de un siglo, cuando fue fundado en 1864. Su impronta está marcada por el que fue su modelo: el Colegio Nacional de Buenos Aires. Conoció su sede definitiva en 1910, actualmente la calle Chile 1050.
Es uno de los sitios académicos más emblemáticos de la región de Cuyo. Su biblioteca hospeda ejemplares originales y únicos. Fueron donados por sus ex alumnos, entre los cuales se hallan las personalidades históricas más importantes de la ciudad.
Su creación vino luego del famoso terremoto ya nombrado, que arrasó con la vieja ciudad. Actualmente es un pilar fundamental en la educación secundaria de la provincia.
Mosaicos Plaza España
A pocas cuadras de la Plaza Independencia, epicentro de la ciudad, encontramos otro de los monumentos históricos de Mendoza. En una simple caminata llegamos a la Plaza España, que no es una plaza más.
En principio, es una de las cinco construidas para levantar la ciudad después del devastador terremoto de 1861. Pero lo que la hace más importante es su belleza que nadie discute.
Esta belleza se debe a su destacada presencia de obras en mosaico y mayólica, un tipo de cerámica usada durante el Renacimiento. Los bancos, paredes, la fuente, todo está intervenido de esta manera.
Los murales de mayólica en siete colores nos relatan momentos históricos, como la fundación de Mendoza. Además, lucen pasajes del Martín Fierro y El Quijote, dos de las obras más célebres de la lengua española.
Lo consideramos un monumento que nos para ante la estrecha relación entre la cultura de España y nuestro país. No vas a dejar de admirar esta muestra abierta de diseños andaluces.
Si bien el atractivo principal son los mosaicos, toda la plaza está intervenida en forma de monumento histórico. Por eso vas a encontrar letreros que relatan más sobre la historia de la misma.
Ideal para visitarla en cualquier momento. Aunque, si querés examinar los mosaicos, no dejes pasar la luz del día.
Conclusión
En Mendoza no sólo hay maravillas naturales. Su rol en la historia social y política de la Argentina ha dejado en esta provincia marcas valiosísimas.
Conocer estos monumentos históricos de Mendoza nos posiciona ante nuestro pasado y nos permite saber de él de primera mano. No son una simple decoración.
Hicimos esta selección de los que creímos más importantes para que puedas tomar consciencia de ellos, y saber dónde encontrarlos. No pierdas la oportunidad de conocerlos.
Son edificaciones admirables desde su belleza artística y arquitectónica. Pero también una parte importante de nuestra cultura que debemos destacar y preservar.
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