Una fiscal penal sufrió una fuerte golpiza por la familia de una mujer imputada en un accidente vial que terminó con la muerte de un joven. El violento hecho ocurrió a metros de la fiscalía ubicada en Campana, Provincia de Buenos Aires. "La angustia se entiende, pero nada justifica la violencia. Es una locura que uno tenga que trabajar así", expresó Ana Laura Brizuela, la fiscal agredida en diálogo con C5N.
Brizuela lleva adelante la causa que investiga el accidente de tránsito en el que murió un joven de 17 años. La fiscal fue agredida por familiares de la víctima, enojados porque el conductor del auto que lo embistió sigue en libertad. “Uno entiende el dolor de los familiares, pero nada justifica la violencia”, dijo en Radio 10 y afirmó: “Tuve temor de lo que podía pasar”.
Según contó la funcionaria del Ministerio Público, un joven llamado Agustín Ramírez tenía 18 años y murió en un accidente de tránsito en Campana. Iba sin casco a bordo de una moto que manejaba su tía cuando contra un auto.
La funcionaria citó a ambas partes de la causa a una declaración y, para que no se cruzaran, los convocó a distintas oficinas. Cuando se trasladaba de un lugar a otro, familiares y allegados de la víctima la agredieron violentamente.
"Citamos al conductor del auto y a la conductora de la motocicleta, porque tras las pericias accidentológicas se determinó que los dos tenían responsabilidad. Por un lado, el vehículo circulaba a 80 kilómetros por hora en un lugar donde la velocidad máxima era de 60. Y la motocicleta ingresó a una arteria sin aminorar la marcha y haciendo caso omiso a una señal de Pare, además de no haberle provisto el casco a la víctima fatal, que le hubiera protegido de las lesiones que causaron el fallecimiento", explicó, en diálogo con C5N.
"Convocamos a la conductora de la motocicleta en la sede de la Fiscalía y para intentar que no se crucen citamos al conductor del auto en la esquina en otra oficina. Cuando me trasladé de una a la otra se dio que los familiares que se estaban manifestando empezaron a agredir al personal policial, a mi secretario, a mí, primero con insultos, después se produjeron algunas corridas", relató.
Los ataques fueron en aumento. "En la esquina de la fiscalía hay un quiosco que tiene unos banquitos, en un momento uno de esos banquitos pasó volando por arriba de mi cabeza. Quedé acorralada contra una de las vidrieras, ahí me alcanzaron los primeros golpes de puño y una patada. Seguimos corriendo, una policía cayó al suelo, la agredieron, la golpearon, la levantaron, la volvieron a golpear y la tiraron al suelo de nuevo. Así hasta que logramos transitar esos metros, casi una cuadra, hasta el ingreso al otro edificio", describió.
Según explicó Brizuela, "los familiares se mostraron disconformes con que se hubiera entregado el auto que embistió a la motocicleta ya finalizadas las pericias, algo que se hace en todas las causas. No tiene ningún sentido que los mantengamos incautados. También se quejaban de que no se le hubiera retenido la licencia de conducir, algo que tampoco corresponde a la fiscalía".
"La angustia se entiende. No voy a osar ponerme en su lugar de víctimas, mi rol es tratar de darle las repuestas que se merecen dentro de lo que la ley me manda y me permite. Pero nada justifica la violencia. Es una locura que uno tenga que trabajar así", expresó y aseguró que el imputado fue citado y compareció, por lo cual "el desarrollo de la causa es normal y óptimo".