Periodistas de Argentina, Colombia, México, Venezuela, Brasil, Chile, Cuba, Costa Rica, El Salvador, Puerto Rico, Perú, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Guatemala y Bolivia publicaron una investigación en torno a la precarización laboral de las personas trabajadoras de apps de delivery, mientras que los dueños de las apps, lejos de respetar los derechos de los trabajadores, se fusionan y se convierten en multimillonarios.
Entre los repartidores entrevistados en Latitudes se ponen en evidencia contradicciones: mientras para muchos las plataformas les ofrecieron una salida laboral rápida en un contexto tan amenazante como la pandemia de coronavirus, otros reclaman tanto pagos justos como derechos laborales básicos que las aplicaciones no garantizan ni por asomo dado que no se los reconoce como trabajadores.
Entre otros elementos, quienes celebran las aplicaciones como quienes la consideran como un mal necesario para sobrevivir ponen su vida en riesgo: si el repartidor sufre un accidente es él quien tiene que asumir las consecuencias físicas y económicas. Los reclamos que, incluso, llegaron a la Justicia, no sólo no fueron oídos sino que la respuesta de las aplicaciones fue bloquear las cuentas de los trabajadores.
"Desprovistos de seguridad social, salario base o cualquier tipo de prestaciones o apoyos del gobierno, los trabajadores de diversas plataformas de delivery de comida cargaron en sus hombros, o en sus piernas, una parte importante de la estabilidad social durante los peores meses de la pandemia. De hecho, lo siguen haciendo. Y por supuesto, llenaron los bolsillos de las empresas detrás de estos aplicativos", denuncia desde Jóvenes Periodistas de Distintas Latitudes.
En las plataformas más grandes de delivery, la tarifa para los repartidores se determina utilizando algoritmos que se basan en una serie de factores, como la demanda y la distancia, entre otros. Solo cuando los repartidores han aceptado la entrega, se les ponen las tarifas a su disposición, según define la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Siguiendo a la ley de la oferta y la demanda, el asunto se complica aún más: "a mayor cantidad de repartidores (como ha ocurrido en la pandemia) menos cantidad de pedidos por trabajador, y menos ingreso", aseguran.
"En septiembre de 2020, Rappi aumentaba su capital en US$300 millones; lanzaba su nueva tarjeta de crédito en Colombia, en octubre del mismo año, en alianza con Visa y un banco local; y en julio de 2021 aumentaba de nuevo su capital en US$500 millones, mientras sigue gestionando su incursión en nuevas áreas, como la creación de una entidad bancaria digital en Colombia. Su mayor competencia, PedidosYa, no se quedaba atrás, y en septiembre de 2020 compró la también compañía de delivery Glovo, con la que se expandió a cinco nuevos mercados; en marzo de 2021 se fusionaba con IFood en Colombia, para competir con Rappi", precisan en la investigación.
En este sentido, cuestionan: "En junio de 2021, Rappi lanzó un comunicado donde se explicaba que la empresa vacunaría a 2,000 de sus repartidores (lo que representaría apenas el 5% de los rappitenderos en el país) contra el covid-19. ¿Quiénes podrían acceder a la vacuna? 'Quienes más órdenes hagan', dijo Juan Sebastián Rozo, director de Asuntos Públicos de Rappi. El tema generó diversas críticas por la forma cómo fue planteado y al final la empresa tuvo que retirar la propuesta".
Otro de las variables que contempla la investigación da cuenta de que "si las condiciones en que se ejerce la labor de repartidor ya es complicada, esto deja en especial vulnerabilidad a mujeres, población LQBTIQ+ y migrantes".
En RepartosLATAM participaron 50 periodistas de 16 países: Colombia, México, Venezuela, Brasil, Chile, Argentina, Cuba, Costa Rica, El Salvador, Puerto Rico, Perú, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Guatemala y Bolivia. Para la investigación, se entrevistaron a más de 75 repartidores de 13 países, se revisaron 22 papers académicos sobre precarización laboral de las personas trabajadoras de delivery y se leyeron 29 reportajes sobre el tema de una gran cantidad de países de toda la región.