En las últimas horas, 19 personas fueron detenidas en medio de un centenar de allanamientos realizados en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, acusadas de integrar una secta de trata de personas para someterlos a explotación sexual y laboral, bajo la fachada de un centro de yoga. También se investigan otros delitos como hurto agravado, lavado de activos y ejercicio ilegal de la medicina junto a la extensión de actividades de la secta en Estados Unidos.
Según fuentes oficiales, el operativo denominado "Secta Sociedad Anónima" fue realizado durante la noche del viernes por detectives del Departamento Trata de Personas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina. Es justamente este grupo, junto a personal de la Procaduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), quien investigó a la empresa BA Group y descubrió la acción delictiva.
Durante los allanamientos, los efectivos incautaron cerca de 500.000 dólares, una camioneta Ford Bronco, 30 monedas de plata, juguetes sexuales, videos pornográficos, computadoras y ordenadores portátiles, celulares, historias clínicas, títulos de propiedad y documentación de interés para la causa. Estos procedimientos fueron autorizados previamente por el Juzgado Federal Nº4 a cargo de Ariel Lijo.
Autoridades sostienen que la firma BA Group es "la cara visible" utilizada por una organización criminal trasnacional. La Justicia, además, emitió 24 órdenes de detención -anoche se concretaron 19- y entrevistó a unas 66 personas (en su mayoría mayores de edad) que serían víctimas encontradas en un domicilio ubicado en Estado de Israel al 4000 en el barrio de Villa Crespo.
Tras recopilar información, los investigadores indicaron que la organización captaba a sus víctimas con la promesa de terminar con el SIDA o las drogas, buscando "el desarrollo de la felicidad". De esa forma, los incorporaban y los reducían a una situación de servidumbre donde también los ofrecían para relaciones sexuales a personas de poder. También realizaban "curas de sueño", realizadas en departamentos de CABA identificados como "clínicas o consultorios", consistentes en "empastillar a los fieles" para dormirlos durante días como forma de castigo.
El trabajo de la justicia sostuvo que el dinero obtenido de la explotación de las personas ---"alumnos" de la Escuela de Yoga Buenos Ares (EYBA) y "pacientes" de la clínica denominada "CMI Abasto"-, ingresaría al circuito legal mediante inmobiliarias y una escribanía que posee la organización en Argentina, y a distintas fundaciones creadas en los Estados Unidos; generando así un flujo constante de divisas extranjeras para la organización.
"Esta causa está en proceso de investigación, estamos realizando allanamientos y detenciones solicitadas por el juzgado, y buscamos reunir más pruebas para la investigación que ya lleva mas de un año", explicó a la prensa el comisario inspector Ricardo Juri. Los lugares donde operaban eran bares y lobbys de hoteles porteños.
Al mismo tiempo, el comisario señaló: "Hay procedimientos en Ezeiza, y esperamos los resultados en cuanto a personas que estaban internadas en centros de salud y no deberían estarlo. Además del despojo de bienes a través de estudios jurídicos e inmobiliarias". Y concluyó: "La metodología que utilizan es la típica de las sectas, donde captan a personas en situación de vulnerabilidad por una intervención seudo religiosa y los convencen para despojarlo de los bienes".