A casi once años del crimen de Ángeles Rawson, Jorge Mangeri pidió dejar el penal federal de Rawson "porque está lejos de su familia". El encargado del edificio en el que vivía la adolescente de 16 años fue condenado en junio de 2016 a prisión perpetua por el asesinato que marcó un antes y un después en la historia de los feminismos argentinos. Mangeri primero intentó atacar sexualmente a Ángeles y, tras su resistencia, decidió asesinarla. Al día siguiente, su cuerpo fue hallado en la planta de la CEAMSE de José León Suárez y se desató una investigación que fue retratada durante meses por todos los medios locales.
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De acuerdo a Patricia Viviana Croitoru, la actual abogada de Mangeri, el exencargado que asesinó a Ángeles en su propio edificio presentó recientemente una serie de reclamos porque busca ser trasladado desde el penal de Rawson a Buenos Aires. "En enero de este año fue trasladado a Rawson por cuestiones operativas del Servicio Penitenciario. Ahora él no sólo está lejos de su mujer, si no también de su familia", sostuvo la letrada en diálogo con NA. Con respecto a cuáles son los pasos a seguir para poder llevar a cabo su regreso a Buenos Aires, la abogada explicó: "Estamos instrumentando una medida y la próxima instancia son los estudios que hace el Servicio Penitenciario Federal".
"Yo todavía no fui a Rawson, pero si hubiese tenido algún problema con otro preso ya hubiésemos presentado algún planteo en particular", subrayó la representante legal del condenado por el crimen de Ángeles Rawson.
El crimen de Ángeles Rawson
Ángela tenía 16 años y vivía junto a su familia en el departamento "A" de la planta baja del edifcio ubicado en la calle Dr. Emilio Ravignani 2360, en el barrio porteño de Palermo, cuando el 10 de junio de 2013 fue vista por última vez a horas de la mañana ingresando a su edificio y nunca más se supo nada de ella.
"Mumi", como le decían sus amigos y familiares más cercanos, había asistido a su clase de gmnasia en el colegio y según lo acreditado durante el juicio, no logró ingresar a su departamento. La Justicia indicó que se topó en el hall con el portero, quien con algún engaño la llevó a un sitio del edificio -para la fiscalía, el sótano y para la querella, la portería del octavo piso- para iniciar un ataque sexual no consumado debido a la resistencia de la joven.
La adolescente luchó para no ser abusada y Mangeri decidió asesinarla. Murió estrangulada y sofocada, en menos de cinco minutos. Además, el asesino le fracturó cinco costillas, la clavícula derecha y una vértebra. Según indica la sentencia, la ató y acondicionó el cuerpo de la adolescente dentro de bolsas de residuos para luego desecharlo en algún contenedor de basura.
Una vez que se encontró el cuerpo se desató una investigación policial y judicial que fue también televisada. Si bien en un principio se sospechó de que el autor del femicidio fue una persona que la interceptó en la calle camino a su casa, la aparición del video que probaba que había llegado a su casa a las 9.50 hs del 10 de junio y no había abandonado el edificio, posó la mirada sobre el entorno familiar de la víctima. El principal apuntado por la fiscalía, la prensa y parte de la sociedad, en ese momento, fue su padrastro Sergio Opatowski.
Qué dijo Mangeri por el femicidio de Ángeles Rawson
Cuatro días más tarde, en la noche del 14 de junio, Mangeri fue llevado a la fiscalía para una declaración testimonial y se autoincriminó al decir que era "el responsable" frente a la fiscal María Paula Asaro. Dicha confesión no tuvo valor legal pero la posterior evidencia hallada direccionó la causa: debajo de la uña del dedo índice de la mano derecha de Ángeles, se halló el perfil genético del portero y esto probó que la chica lo rasguñó en un intento de defensa ante el ataque. El hombre, a la hora de ser detenido, tenía 34 lesiones -más de 20 eran arañazos-.
Dos años después, el 15 de julio de 2015, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 9 de Capital Federal condenó a Mangeri a prisión perpetua como autor de los delitos de "femicidio en concurso ideal con abuso sexual y homicidio agravado criminis causae", sentencia que fue confirmada hasta por la Corte Suprema. Según los argumentos de los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas, el crimen fue un "femicidio" porque el asesino "cosificó" a la víctima y la mató en un contexto de violencia de género.
"No tuve ni tengo nada que ver con la muerte de 'Mumi' y que se haga justicia, nada más", había dicho el ex encargado ante el Tribunal, en aquella mañana del 15 de julio, antes de conocer la sentencia. Recién podría recuperar su libertad en el 2048, con 80 años y tras haber pasado 35 años en prisión. Podría pedir domiciliaria en 2038.