La posible comprobación de un terrible hecho de violencia institucional pone a Entre Ríos nuevamente en alerta. El suceso tuvo lugar en febrero, pero la ratificación del brutal accionar de la Policía contra un joven -que derivó, todo indica, en su muerte- se confirmó en las últimas horas, cuando el informe final de la autopsia reveló que había fallecido consecuencia de una asfixia provocada por la presión del peso corporal de un agente sobre su humanidad, durante un arresto. Un episodio similar al sufrido en Estados Unidos por el afroamericano George Floyd, cuyo homicidio por parte de fuerzas de seguridad derivó en una mltitudinaria movilización bajo el lema Black Lives Matter.
En este caso, como en aquel, las lesiones ocasionadas en la víctima provocaron su deceso. La confirmación del motivo de la muerte cobró notoriedad rápidamente y dos funcionarios involucrados fueron pasados a disponibilidad, mientras la Justicia avanza en una investigación y el entorno del fallecido solicita que se amplíe la responsabilidad a funcionarios, tanto policiales como políticos.
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El fallecido es Ariel Goyeneche, un joven de Paraná que fue detenido el sábado 12 de febrero a la madrugada en calle Piedrabuena. El muchacho, de acuerdo a lo relatado por la policía aquel día, intentó resistirse, pero fue subido a un patrullero para ser identificado. Posteriormente, se decidió su traslado a la Comisaría 2°, ubicada en calle Gualeguaychú. Al llegar, y luego de forcejear con agentes -y siempre de acuerdo a lo comunicado oficialmente- se desplomó y murió. Pese al intento de ser reanimado y al arribo de una ambulancia, fue declarado muerto.
La familia de Goyeneche, desde un primer momento, contradijo lo comunicado por la fuerza y denunció violencia institucional. Hubo manifestaciones en el velorio mismo del joven, donde se aseguró que se estaba ante un caso de tortura. Se apoyaron, desde un primer momento, en videos filmados por vecinos de la zona donde ocurrió el hecho, en los que se observa cómo los policías se suben al joven ya esposado. Una maniobra innecesaria, contra una persona que ya estaba reducida. A la par, el ministro de Seguridad, Néstor Roncaglia, respaldó el accionar policial y aseguró que no había habido mala praxis. Una declaración apresurada, que se contradice con su propia determinación adoptada en las últimas horas, cuando decidió correr de la fuerza a los agentes involucrados, que asimismo ya habían sido pasados a tareas pasivas.
La investigación quedó en manos de Gendarmería, tal cual indica el protocolo en estos casos. Se elaboraron informes que fueron elevados a la Fiscalía, a cargo de Santiago Alfieri, y se relevaron testimonios. No obstante, el dato más relevante y crucial seguía siendo el motivo de la muerte. En la previa, hipótesis vertidas por la Policía -u operadores mediáticos vinculados- hablaron de problemas cardíacos, apelaron a su condición de víctima de consumos problemáticos e intentaron desviar el foco del accionar de la fuerza. Todo eso fue echado por tierra cuando el escrito elaborado por los expertos que estudiaron el cadáver de Goyeneche concluyeron que había muerto de "asfixia por compresión mecánica toraco abdominal". Es decir, un cuadro traumático que produce la fijación de los movimientos respiratorios y presenta todos los llamados "signos clásicos de asfixia".
En el informe de 10 páginas, al cual tuvo acceso El Destape, se detallan los estudios realizados sobre los restos del joven y se relata el hallazgo de lesiones internas y externas, todas consideradas "vitales". En síntesis, los expertos del Departamento Médico Forense del Poder Judicial encontraron tres elementos claves en sus análisis: "múltiples excoriaciones y equimosis en la superficie corporal, hematoma en riñón derecho y desgarro hepático, todas estas lesiones originadas por mecanismo contuso, esto es por golpe, choque, presión, tensión o roce con o contra una superficie dura"; una "vasocongestión de visceras" y, a nivel pulmonar, un "enfisema traumático". Aclara el informe luego que, debido a lo hallado y a los resultados del estudio histopatológico, se describe un cuadro "compatible con asfixia mecánica, producida por compresión toraco abdominal".
En contacto con El Destape, la abogada querellante Lina Linari, señaló que "la conclusión de la autopsia era clave". Y explicó: "Venimos hablando con el fiscal y la sospechaba estaba, pero faltaba el informe final. Sabíamos de la asfixia. No obstante, para nosotros no había dudas respecto de que quien tenía la rodilla sobre el tórax fue el que causó la muerte de Ariel. Esa conclusión es clara, la muerte es por la compresión, estuvieron 25 minutos con la rodilla en el tórax y eso lo podemos demostrar con las filmaciones del momento".
La letrada, que lleva adelante la estrategia de la familia junto a su colega Andrés Bacigalupo -ambos son especialistas en Defensa y Garantía orientado a Derecho Penal, Familia y Menores de la Universidad Nacional del Litoral- dijo que lo más importante es escuchar qué quiere y hasta dónde pretende llevar todo esto la familia. Linari no adelantó ningun imputación y ponderó el trabajo que lleva adelante la Fiscalía: "Hemos tenido un buen vínculo y nos han acompañado con las interpelaciones y el pedido de pericias. Hay buena sintonía, lo cual no quita que, eventualmente, pocdamos discrepar en algún punto en particular. Nuestro objetivo es que el entorno de la víctima se sienta representado".
En las últimas horas, el entorno de Ariel emitió un comunicado, donde pidió que el Poder Judicial acelere la investigación respecto de lo sucedido el 12 de febrero. "Solicitamos a la Fiscalía actuar con celeridad y severidad para determinar la responsabilidad material y penal de los agentes policiales que intervinieron directamente esa noche en el homicidio y de aquellos que se sumaron durante el procedimiento y que tuvieron participación indirecta, por omisión de sus deberes de funcionario público", indicaron en el comunicado.
Desde el círculo cercano a Goyeneche señalaron que hubo "impericia" y "ausencia de autocrítica institucional" en el accionar de los mencionados: "Circuló una idea de protección a los responsables desde la primera hora y la convalidación del hecho, improvisando diversas maniobras para dispersar la atención sobre lo sucedido". Y aclararon: "Exigimos una condena ejemplar y que se termine la ausencia de justicia y transparencia".
La defensa de la Policía contradice la autopsia
Damián Petenati, abogado defensor de los funcionarios policiales involucrados, señaló por su lado que llevarán a la Justicia una serie de impugnaciones contra la autopsia. Indicó que junto a Iván Vernengo, el otro letrado que patrocina a los agentes, llevarán una serie de "elementos científicos" que contradicen las conclusiones de los forenses del Poder Judicial Aseguró, en esa línea, que los involucrados nunca ejercieron presión sobre la parte del tórax del fallecido.
"La autopsia va a ser muy cuestionada por esta defensa. Tenemos un examen de un consultor privado que ve falencias y vamos a presentar las impugnaciones del caso. Las observaciones científicas hablan de una autopsia incompleta, que hace aseveraciones que no surgen de las imágenes, que pasa por altos aspectos importantes y otras cuestiones que, a esta defensa, nos indican que no estamos ante una muerte por la compresión del tórax", indicó Petenati. En contacto con medios entrerrianos, agregó: "La estrategia principal es demostrar que Arel Goyeneche no murió por el accionar policial. No se ejerció presión en el tórax, sí se lo inmovilizó con un agente en la parte de los pies y otro en la parte de los homóplatos".
El letrado aclaró luego que sus defendidos nunca fueron imputados y sólo designaron abogado defensor: "No han declarado, si bien tienen la posibilidad de hacer una presentación espontánea, no han hablado. Fueron pasados a disponibilidad, siguen siendo parte de la fuerza pero no ejercerán la función de policía".