En Bolívar el nombre de Julio Argentino Roca ya no se ve. La plaza que llevaba su nombre ahora se llama Pueblos Originarios y la wiphala se alza en diversos puntos de la ciudad gracias al esfuerzo de un colectivo local, con el apoyo del gobierno municipal y el compromiso de todos los bolivarenses. Cómo cambió la mirada de un pueblo que se afirma en sus raíces.
La lucha por el reconocimiento a los pueblos originarios en Bolívar tiene varios protagonistas: entre los más importantes se destaca el Colectivo Mujer Originaria; y la dirección municipal de Derechos Humanos. De a poco, motorizaron distintos proyectos para reivindicar los derechos de las comunidades y reafirmar su vínculo con el lugar. "Nos unió saber que cada uno estaba haciendo algo, nos empezamos a reunir en pos de lo que ya veníamos trabajando y contar que Bolívar no es Bolívar desde su fundación", contaron en diálogo con El Destape Karina y Mónica, referentes del Colectivo. Detrás de sus palabras se esconde un trasfondo histórico, ya que allí se desarrolló la conocida Batalla de San Carlos.
Sin embargo, la conexión con las comunidades originarias y el interés por cambiar el lugar que ocupan en la historia anida en ellas desde muchos años antes. "Me surgió cuando estaba estudiando magisterio. Me cuentan la misma historia que nos contaban en la primaria y secundaria. Se lo tuve que decir a un profesor que era un monseñor, y cuando lo interpelé con las preguntas me hizo un acta y me dijo que había faltado el respeto", señaló Karina. Por su parte, Mónica también reveló que la militancia se remonta a su infancia ya que "era un germen de interés que todavía no se había desplegado". Y detalló: "De chica, en la chacra donde vivía, hubo hallazgos de boleadoras en la casa de mi abuela. Era algo que estaba latente. El genocidio de la Dictadura está conectado con el de los pueblos originarios y va dándole más coherencia a esos multipensares. Se conecta con mi vida y mi tiempo histórico".
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El Colectivo Mujer Originaria se estableció en el año 2012. El puntapié para materializar el proyecto fue la recolección de bronce para el Monumento a la Mujer Originaria, una obra que el artista Andrés Zerneri comenzó junto con Osvaldo Bayer mediante el aporte solidario de llaves y pequeños objetos metálicos pero que aún está inconclusa. "Hicimos una campaña fuerte, sobre todo en escuelas, y públicamente empezamos a tener esa repercusión", precisaron. El compromiso de la ciudad fue tan grande que Bolívar se erigió como el distrito que que más kilos de materiales (más de 35) recolectó en el país.
El impulso del colectivo contó también con el apoyo de instituciones locales. La dirección de Derechos Humanos de Bolívar, a cargo de Marianela Zanassi, acompañó desde el primer día al Colectivo Mujer Originaria en la lucha por el reconocimiento. "Marcamos dos líneas de trabajo: abordaje y promoción. Reivindicar el laburo social hace que uno también tenga que ocuparse y ponerlo en agenda", indicó la funcionaria. Marianela conformó el área municipal a partir del año 2017 y desde ahí comenzó "un contacto que no hubiese sido posible sin la existencia del Colectivo". La directora consideró que "son temas que la comunidad va apropiándose y entendiendo que el Estado somos todos". "Es fundamental el trabajo de los distintos sectores: municipio, escuelas, organizaciones sociales, Ministerio de las Mujeres. Es importante sumar esfuerzos que están en contexto de vulnerabilidad y están atravesados por múltiples situaciones de vulnerabilidad", concluyó.
Esa fue la primera muestra de la mirada comprometida con sus orígenes de Bolívar, pero "el hito más grande" del Colectivo llegó tiempo después: el cambio de nombre de la plaza Roca a plaza Pueblos Originarios. "Hicimos algo que fue simbólico. En cada acción vamos poniendo mucho amor, pasión, pensando con mucha fuerza, energía y newen -fuerza en idioma mapuche- respecto a hacer las cosas con respeto. Es un acto de justicia", resaltaron las referentes. En articulación con el municipio, y con previa sesión del Concejo Deliberante, los bolivarenses cambiaron la perspectiva histórica y reivindicaron sus orígenes.
De un momento a otro, en Bolívar se empezó a sentir el compromiso con la causa en los recovecos de la ciudad. La wiphala, un emblema de los pueblos originarios, flamea en el paseo de banderas latinoamericanas ubicado en pleno centro de la ciudad, de cara al palacio municipal. También se levanta en la plaza Pueblos Originarios y en dos instituciones educativas: la Escuela de Estética y el Instituto de Formación Técnica y Docente N° 27.
Lorena Mega, secretaria de la Escuela de Estética de Bolívar, hizo hincapié en la importancia de llevar a la wiphala en la institución. "Fue una decisión institucional. No hay resolución que indique que no puede estar ahí pero tampoco que sí puede. Presentamos la propuesta a la inspectora el año pasado y a partir de eso no hay nada que lo niegue", subrayó. Además de la implementación de la wiphala, Mega explicó que el calendario escolar se nutre de talleres ligados a la cultura afroamericana, pueblos originarios y diversidad cultural. "Hace tiempo que venimos trabajando con arte popular contemporáneo como eje transversal, a partir de ahí nos pareció interesante esto de la reivindicación de las cuestiones del origen", describió.
Por qué se conmemora el Día por el Respeto a la Diversidad Cultural
Se promueve el análisis y reflexión histórica, el diálogo intercultural, el reconocimiento y respeto por los pueblos originarios que se encuentran en el territorio de lo que hoy es la Nación Argentina. Hasta el año 2010, esta fecha se denominaba “Día de la Raza”, en referencia a la llegada de Colón y la corona española al territorio continental.