El durísimo mensaje del Papa Francisco contra los nacionalismos de derecha y los sentimientos anti inmigrantes

13 de septiembre, 2021 | 08.13

El Papa Francisco advirtió el lunes contra el enfoque excesivo en los derechos individuales y las guerras culturales a expensas del bien común durante una visita a Eslovaquia, en medio de un mayor nacionalismo y sentimiento antiinmigrante en el este de Europa.

Francisco, de 84 años, está haciendo su primer viaje desde la cirugía intestinal a la que se sometió en julio y parece estar en buena forma. Cuando un periodista le preguntó el lunes cómo se sentía, bromeó: "Todavía vivo".

En la primera visita papal a Eslovaquia desde 2003, Francisco volvió sobre un asunto que abordó durante una escala el domingo en Hungría, al referirse a cómo las naciones deben evitar una mentalidad egoísta y defensiva, recordando el pasado comunista de la región.

"En estas tierras, hasta hace apenas unas décadas, un solo sistema de pensamiento sofocó la libertad. Hoy otro único sistema de pensamiento está vaciando de significado la libertad, reduciendo el progreso ante las ganancias y los derechos solo a las necesidades individuales", dijo Francisco.

En declaraciones ante la presidenta eslovaca, Zuzana Caputova, y funcionarios y diplomáticos en los jardines del palacio presidencial, el Papa agregó: "La fraternidad es necesaria para el proceso cada vez más urgente de la integración (europea)".

Eslovaquia, parte de Checoslovaquia durante la época comunista, aseguró su independencia de Praga en 1993. Desde entonces, las economías eslovacas y del este de Europa han experimentado en general un auge, pero su integración en la Unión Europea también ha coincidido con una reacción nacionalista contra el aumento de la inmigración ilegal, a menudo musulmanes procedentes de Oriente Medio y Afganistán.

"Nuestra forma cristiana de mirar a los demás se niega a verlos como una carga o un problema, sino más bien como los hermanos y hermanas a los que hay que ayudar y proteger", afirmó el pontífice el lunes.

Desde el palacio presidencial, Francisco fue a una reunión con los obispos y otros líderes religiosos de Eslovaquia, que tiene cerca de dos tercios de católicos. Más tarde tenía previsto visitar un refugio para pobres y reunirse con representantes de la comunidad judía. Tiene previsto volver a Roma el miércoles por la mañana.