La pandemia por coronavirus sigue afectando fuertemente a todos los países del mundo. Si bien los números en Argentina se mantienen en los últimos meses, en Sudamérica la situación es un poco más complicada y países como Brasil suman muchísimos contagios y muertes por día. Incluso, Río de Janeiro tuvo que decretar un toque de queda por una semana para tratar de bajar los contagios. En ese sentido, 1uien sigue la misma línea es Paraguay que en las últimas 24 horas registró un récord de 1.341 contagios confirmados y 21 nuevas muertes.
Desde el marzo pasado, cuando comenzó a propagarse la enfermedad en el país vecino, ya suman 162.871 casos de COVID-19 y un total de 3.239 fallecimientos. Así lo informó el Ministerio de Salud en su reporte diario, lo que preocupa en sus más de 7 millones de habitantes. La gran problemática pasa por los centros sanitarios que ya se encuentran al tope de su capacidad, totalmente colapsados con más de 1.100 personas hospitalizadas.
De todas estas personas, 270 permanecen en unidades de cuidados intensivos y ocupan camas por la gravedad de su estado de salud. Por otro lado, los pacientes recuperados de la enfermedad ascienden a 136.366 personas. En el medio, la situación se volvió crítica por la falta de insumos en los centros de salud y la lentitud para conseguir vacunas por parte del Gobierno de Mario Abdo Benítez para inmunizar a la población.
Como si esto fuera poco, el desabastecimiento de los hospitales públicos generó una protesta de enfermeros, enfermeras, médicos y médicas en Asunción. La falta de medicamentos y material sanitario para mantener sedados a los internados de COVID-19 se acrecienta cada vez más mientras, el Gobierno explicó que se debe a la alta demanda global. Ante esto, el director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), Felipe González, presentó su renuncia.
Hasta el momento, Paraguay recibió 4 mil dosis de la Sputnik V para el personal sanitario y espera por un millón de dosis procedentes de Rusia y 4,3 millones acordadas a través del mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ante esta situación, los Ministerios de Hacienda y Salud comunicaron la decisión de establecer mecanismos de compra para el abastecimiento de medicamentos debido a las quejas y presiones de la ciudadanía mientras varias denuncias de corrupción caen sobre la gestión actual tras recibir préstamos durante la pandemia.
Río de Janeiro sufre, Brasil al borde del colapso
Una de las ciudades más golpeadas en Brasil por el COVID-19 es Río de Janeiro que decretó este jueves un toque de queda nocturno. La decisión fue adoptada ante el avance de la pandemia. Según se supo, las restricciones empezarán este viernes y se mantendrán vigentes al menos hasta el día 11.
"Queda prohibida la permanencia de personas en las calles, áreas y plazas públicas del municipio entre las 23:00 y las 05:00 horas", indicó la disposición de la Alcaldía de ese distrito. La restricción incluye el cierre temporal de los puntos de venta ambulantes, puestos de comida y mercados de artesanías.
Sumado a esto, en los últimos días el Gobierno contabilizó casi 2 mil muertos -la cifra más alta desde que comenzó la pandemia- y batió un nuevo récord. Mientras el resto de mundo intenta recuperar algo de normalidad, con las campañas de vacunación masiva en marcha, el país vecino sufre la peor ola de la enfermedad: las unidades de terapia, en gran parte de los Estados, están al borde del colapso y se mantiene como el segundo país con más cantidad de muertes (detrás de Estados Unidos) y el tercero en contagios (10,7 millones en 200 millones de habitantes).
A pesar de esto y del impacto de la cepa amazónica que causa estragos en el territorio, el presidente Jair Bolsonaro hace caso omiso a los pedidos. "En lo que dependa de mí, nunca vamos a tener un lockdown (cierre total)", expresó hace unos días. Su negación constante, los casos y las muertes se reflejan en el descontento de la población que impulsa cacerolazos y manifestaciones en su contra.