Efectivos policiales confirmaron que el cadáver de entre 35 y 40 años encontrado ayer en uno de los lagos de la zona de los bosques del barrio de Palermo corresponde a un hombre identificado como José Luis Báez, quien poseía antecedentes por abuso sexual, amenazas, robos y hasta por un homicidio registrado en julio de 2021 por el que fue declarado inimputable porque padecía trastornos psiquiátricos. Los tatuajes que tenía en sus brazos fueron claves para determinar su identidad.
Los investigadores aseguraron que el hombre, quien vivía en situación de calle, registra antecedentes desde 2018, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la provincia de Chaco, y que el último registro fue el pasado 5 de septiembre cuando se le inició una causa por "amenazas agravadas por el uso de arma blanca".
El cuerpo fue encontrado el lunes ante un llamado a la central de emergencias 911. Efectivos de la Policía, junto a bomberos de la Policía de la Ciudad. trabajaron en la extracción. El cadáver apareció a medio metro de la orilla.
Voceros vinculados a la investigación aseguraron a Télam que el cuerpo presentaba dos tatuajes, uno en la espalda con un diseño de un escorpión o similar y un toro en el brazo izquierdo. En tanto, la víctima vestía short bordó, remera negra, una campera polar, medias y zapatillas, además de un barbijo celeste, según describieron las fuentes. Entre los elementos que se hallaron había un cigarrillo armado y en una bolsita con una sustancia vegetal, que los investigadores creen que puede ser de tabaco o marihuana.
Báez había matado a un hombre en pandemia
Báez había matado de una puñalada a un pasajero de un colectivo de la línea 152, a bordo del cual mantuvo una discusión porque se subió sin pagar y no mantenía distancia social, en julio de 2021, cuando persistían las restricciones para circular en público por la pandemia de coronavirus, según confirmaron fuentes policiales y judiciales.
La víctima de ese homicidio fue el ciudadano peruano Franklin Bedón Galarza (44). Sin embargo, 15 días días después del crimen, Báez (39) fue declarado inimputable por una junta médica, tras una evaluación realizada por peritos psicólogos y psiquiátricos que entendieron que padecía trastornos mentales.
El hecho ocurrió un 5 de julio y el 20 de ese mismo mes el juez en lo Criminal y Correccional 33, Darío Bonnano, dictó el sobreseimiento Báez y ordenó que sea internado en el programa de salud mental del penal de Ezeiza.
En el fallo de 15 páginas al que Télam tuvo acceso, el magistrado tuvo en cuenta el informe de una junta médica que determinó que las facultades mentales de Báez "no encuadran dentro de los parámetros de normalidad psico-jurídica" y que "presenta signos de un trastorno psicótico no especificado con incipientes signos de defecto y con antecedentes de evaluaciones previas con diagnósticos de descompensaciones psicóticas".
Si bien al momento de la indagatoria Báez se negó a declarar, él aclaró que padecía de una "psicosis orgánica no especificada", por lo cual se encontraba medicado y que tuvo internaciones en el Hospital Borda y en el Hospital Alvear.
El homicidio de Bedón Galarza ocurrió alrededor de las 19, en el cruce de avenida Santa Fe y Vidt, de Palermo, donde efectivos de la comisaría vecinal 14A se encontraron con un colectivo de la línea 152 detenido a la víctima con un cuchillo clavado en el abdomen; y a Báez retenido en la vereda por un grupo de vecinos.
De acuerdo con lo que pudieron reconstruir los investigadores, todo comenzó unas cuadras antes cuando Báez, antes de subir al colectivo, se cruzó con Bedón Galarza y su sobrina, a quien miró fijo y le dijo "yo me bajé los pantalones, pero no soy atrevido, la maté, pero no soy atrevido", a lo cual le hicieron caso omiso.
Sin embargo, momentos después cuando llegó el interno 56 de la línea 152, subieron primero Bedón Galarza y su sobrina, otro hombre con una mujer y finalmente Báez, quien decidió no pagar su pasaje. Según la resolución judicial, el chofer le pidió que pague su boleto, a lo que Báez se negó y comenzó a agredir a la sobrina de Bedón Galarza, por lo que éste salió en su defensa y se originó una pelea.
De acuerdo al juez Bonanno, en ese momento Báez extrajo de su cintura una cuchilla y se la clavó en el abdomen a Bedón Galarza, quien quedó arrodillado en el piso del colectivo diciendo "me acuchilló, me acuchilló".
El agresor bajó del colectivo e intentó escapar a la carrera, pero un encargado de un edificio de la cuadra que advirtió que algo había sucedido con ese hombre que escapaba, lo interceptó y lo retuvo con ayuda de otros vecinos hasta la llegada de la policía.
La víctima fue trasladada en una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) al Hospital Rivadavia, donde estuvo internado dos días hasta que falleció.