Desde 1947 hasta la actualidad, el de los OVNIs es un tema recurrente en todo el mundo. Historias que parecen no tener asidero, negación, ocultamiento e investigaciones serias forman parte de un mismo conglomerado, asociado a la posibilidad de vida extraterrestre, pero también al desarrollo de tecnología militar de Estados Unidos, China y hasta una teoría que postula a un objeto argentino desarrollado por el régimen nazi.
Hace algunas semanas, el ex oficial de Inteligencia estadounidense, David Grusch, admitió que el Pentágono tiene naves extraterrestres, acusó al Parlamento de ese país de ocultar información y remató: “No estamos solos”. Sin embargo, algunos especialistas llaman a la cautela y advierten que puede tratarse de “un plan orquestado” por el gobierno de ese país para justificar los gastos en el área de Defensa.
Es el caso de Rubén Morales, prestigioso ufólogo (que se dedica al estudio de los OVNIs, en inglés conocidos como UFO, por Unidentified Flying Object), quien admitió en diálogo con El Destape que “hay una sucesión de informantes de Estados Unidos que nos bombardean con declaraciones cada vez más inquietantes”. Ante ese escenario, se preguntó: “¿Esta secuencia de noticias es casual o responde a un plan premeditado?”.
Morales comparó la situación actual con lo ocurrido históricamente y recordó que en Estados Unidos “el tema de los OVNIs a nivel oficial parecía haber sido cancelado desde el famoso Proyecto Libro Azul en 1969, el cual concluyó con el Informe Condon sentenciando que no había objetos extraños para investigar”.
Esa tendencia se quebró en 2017, cuando un ex agente de origen latino, Luis Elizondo, reveló públicamente que había dirigido “un programa sensible de identificación de amenazas aeroespaciales en el Pentágono, concentrándose en las tecnologías aéreas no identificadas”. “Difundió videos y el propio Pentágono terminó su autenticidad”, repasó el ufólogo.
La teoría que vincula el caso Roswell con Argentina
Morales recordó que Elizondo se había incorporado a la "To The Stars Academy Of Arts & Science Inc." (TTSA), cuyo creador es Tom DeLonge, ex cantante de Blink 182, a quien destacó por “sus sorprendentes declaraciones acerca de que el ovni estrellado en Roswell no sería de origen extraterrestre, sino de origen argentino y construido por los nazis que se habían refugiado en el país después de la guerra”.
Para Morales, “la cabalgata de sucesos desconcertantes no se detiene ahí” y relató que “la Fuerza Aérea de EE.UU. terminó derribando ‘globovnis’ de origen chino y el Pentágono reiteró la necesidad de investigar ‘amenazas aéreas’ de cualquier tipo”.
“Para no quedarse atrás, la Nasa lanzó su propia investigación y en todos los casos, se nota un esfuerzo en el discurso oficial por dejar atrás la sigla UFO (OVNI), tan popularmente asociada a lo extraterrestre, para reemplazarla por la más neutral, aséptica, desangelada UAP (FANI: Fenómeno Aeroespacial No Identificado)”, explicó.
Además, a los últimos sucesos con Grusch sobre las naves les sumó “un episodio rocambolesco, narrado por un infante de Marina retirado, Michael Herrera, que dijo que en Indonesia fueron abordados por un objeto gris giratorio que flotaba sobre la selva”.
Frente a esta cadena de episodios, el ufólogo no ocultó su desconfianza: “Algo no encaja bien en toda esta secuencia. ¿Por qué tantas ‘revelaciones’ disparadas como metralleta luego de años de silencio?”.
“¿Estamos -como piensan algunos- a las puertas de una generosa ‘divulgación’ global de secretos oficiales largamente ocultos que serán por fin revelados al público? ¿O esta compulsión a la confesión de los agentes de inteligencia forma parte de una orquestada maniobra de intoxicación informativa para saturar a la opinión pública además de dar una justificación plausible para que los congresistas aprueben los millonarios gastos de defensa?”, analizó sobre una eventual utilización del tema para sumar presupuesto.
El origen de los OVNIs
Consultado por el Día Mundial del OVNI, que se festeja hoy por el incidente de Roswell, Morales marcó la cancha. “Los ufólogos de la ‘vieja guardia’ celebramos como ‘Día de la Ufología’ el 24 de junio, que se relaciona con la observación del piloto civil Kenneth Arnold en 1947, tras la Segunda Guerra Mundial.
En aquel momento, “diversos pilotos denunciaron que sus aviones fueron perseguidos por luces o bolas de fuego, a las que se denominó ‘foo fighters’”, afirmó y reconoció que “en el contexto bélico, era lógico pensar en posibles armas secretas del enemigo, algo que fue descartado en diálogos entre prisioneros”.
Todo eso derivó en la sigla actual. “Arnold visualizó nueve objetos sobre el Monte Rainier en Washington y originó la popular expresión ‘flying saucers’ (platos voladores). Ante la necesidad de una definición más técnica, el capitán Edward J. Ruppelt, primer director del Proyecto Libro Azul, acuñó para la posteridad la sigla UFO”, sentenció el ufólogo.
En contrapartida, consideró que “todavía se debate qué pasó con el caso Roswell”. “Una vez le pude preguntar personalmente al astrofísico Jacques Vallée y me dijo que en esos tiempos la Fuerza Aérea y la Marina competían entre sí con todo tipo de proyectos espaciales secretos y esa era una zona de pruebas, muy militarizada”, planteó otra hipótesis.
Y agregó: “Recordemos que desde el aeropuerto de Roswell despegó el B29 Enola Gay que tiró la bomba sobre Hiroshima, pero claro, todos prefieren olvidar esa parte de la historia y enarbolar la historia del plato volador en Roswell.”
Los principales hallazgos y por qué se oculta información
Morales explicó que “hay numerosos testimonios confiables y registros de diverso tipo acerca de fenómenos aéreos no catalogados en todo el mundo”, pero pidió cautela sobre el origen: “Los hallazgos pueden formar parte de diversos fenómenos, no de uno solo. Las simplificaciones siempre son peligrosas”.
Por otra parte, indicó que “hay organizaciones que tratan de tapar la información, de ocultar las evidencias que se disponen, de poner el sello Top Secret a los expedientes” y analizó: “¿Por qué? Tal vez porque para una organización gubernamental o militar, difundir datos o elementos que no conoce o no controla, significa una pérdida de poder”.
Con relación a los máximos hallazgos, aclaró que “la ufología no ha tenido una trayectoria lineal” y recordó que “es una de las pocas disciplinas de investigación que se ha pasado 70 años escapando a la sistematización universitaria, que es aún una tarea pendiente”.
“Como en toda disciplina autodidacta, hay multitud de enfoques. Los pioneros coincidieron con los inicios de la Era Espacial y reforzaban el elemental pensamiento proyectivo de ‘así como vamos al espacio, otros estarán viniendo a la Tierra’”, precisó.
“Las denuncias de observaciones extrañas en los cielos del mundo nunca se interrumpieron y mientras algunos casos recibían interpretaciones convencionales otros parecían resistir a cualquier explicación vulgar”, resaltó.
Y enumeró: “El francés Aimé Michel creyó descubrir alineamientos geográficos entre distintos puntos de observación de ovnis y los llamó ‘ortotenias’. El astrónomo de la USAF Josef Allen Hynek diseñó su famosa clasificación operativa de “Encuentros cercanos del 1º, 2º y 3º tipo”, mientras Jacques Vallée fue el primero en sugerir que los ovnis son ‘un folklore contemporáneo’ en el cual se depositan las mismas ansiedades espirituales que en siglos remotos se atribuían a duendes, deidades y demonios”.
Investigaciones argentinas y la exacerbación de la hipótesis extraterrestre
En el plano local, destacó que “el gran piloto civil Ariel Ciro Rietti patentó en 1968 un ‘detector de ovnis’ basado en las perturbaciones magnéticas reportadas en los avistamientos desde la Antártida Argentina que habían sido informados por el Capitán Daniel Perissé en 1965”.
A eso le agregó que “a mediados de los ’70, el Licenciado Guillermo Roncoroni realizaba las primeras estadísticas de casos argentinos por computadora tratando de buscar variables y constantes de comportamiento, siguiendo los pasos del Profesor Oscar Adolfo Uriondo y el Doctor Oscar Galíndez”.
“Pero… ¿De qué y de quienes estoy hablando, si los medios en general sólo hablan de otros personajes extravagantes y fantasiosos que inventan y propalan las fake news más descabelladas para tener su minuto de fama?”, cuestionó el tratamiento habitual del tema OVNIs.
En ese sentido, rememoró que “cuando yo tenía apenas 17 años, en 1976, fui invitado por primera vez como panelista a un ‘congreso sobre OVNIs’ y en mi discurso dije ‘se deben terminar los charlatanes que se llenan los bolsillos con esto’. Hoy, 47 años después, veo que la charlatanería y la exacerbación de la hipótesis extraterrestre han sido un salvavidas de plomo para la ufología”.