A un año de su muerte en una protesta, abogados de Molares creen que se "empiojó" el caso

Facundo Molares Schoenfeld fue un militante exfarc que murió mientras participaba de una movilización en el centro de Buenos Aires el 10 de agosto del 2023, a días de las elecciones PASO. Los abogados de la familia cuestionan a la Justicia por no permitir que se esclarezca el caso.

10 de agosto, 2024 | 18.39

A un año de su muerte durante una protesta a metros del Obelisco, los abogados del argentino que durante 15 años integró las FARC, Facundo Molares, cuestionan a la Justicia, a la que acusan de “empiojar” la investigación y “jugar a favor” de la Policía de la Ciudad, desde donde insisten en que el esclarecimiento del caso depende del Poder Judicial. “Pocas veces vi una cosa así en cuarenta años de profesión”, afirman los letrados.

Nuevas pericias y testigos podrían destrabar la causa del fallecimiento del exfarc, que esta tarde fue conmemorado en el centro porteño por amigos y compañeros de militancia en un sentido homenaje que congregó a decenas de personas.

Ante consultas de El Destape por estas declaraciones de los abogados, la Policía de la Ciudad consideró que el tema "ya está judicializado" y que "ya se respondió" sobre los hechos en su debido momento.

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“Para la fiscal no constituyó un delito. Para ella, Facundo se tenía que morir porque estaba mal del corazón. No llamó a declarar a nadie, ni siquiera incorporó otros videos”, dijo a El Destape uno de los abogados de la familia, Eduardo Soares. El 10 de agosto de 2023, Facundo Molares participaba de una movilización frente al Obelisco convocada por las organizaciones MTR, Votamos Luchar y Rebelión Popular para protestar por la “farsa electoral”, como tildaban a las elecciones PASO del año pasado, el primer capítulo de unos comicios que luego llevaron al poder al actual presidente Javier Milei.

Durante aquella protesta se intentó prender fuego una caja de cartón y madera que simbolizaba una urna electoral, lo que provocó que efectivos de la Policía de la Ciudad -bajo instrucciones del exministro de Seguridad porteño, Eugenio Burzaco- intervinieran para impedirlo y detuvieran a cinco manifestantes. Uno de ellos era Facundo, quien forcejeó ante golpes de la policía y luego cayó al piso, minutos antes de sufrir un paro cardiorrespiratorio y perder la vida más tarde en el Hospital Ramos Mejía. “La pericia dice que tenía una deficiencia cardíaca y murió por consecuencia de un paro y que los golpes que tenía en el pecho fueron causados por maniobras de RCP. Con esos elementos, y una actitud subjetiva de la fiscal, no pueden decir quién lo mató, es un caso NN (No Name). Si fuera por un disparo, ahí sí, aunque después hubieran dicho exceso de la legítima defensa”, explicó Soares.

El caso tramita en el Juzgado Criminal y Correccional Nº 2, a cargo del juez Manuel Gorostiaga, mientras que la fiscal es Marcela Sánchez, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº30. Para los abogados de Molares, la fiscal Sánchez “empiojó” la causa desde un principio con distintos pedidos que demoraron su avance. “La fiscal juega a favor de la Policía de la Ciudad. Nos correspondía aportar otros elementos. Nos tuvo cuatro meses para permitirnos ser querellantes. Les presentamos un escrito del padre de Molares con la partida de Facundo y nos dijo que tenía que ser el original. Ni los más jodidos de Comodoro Py ni los más comprometidos con Alfredo Astiz te hacen esto. Tiene mala leche”, detalló el abogado.

Ante consultas de El Destape por estas declaraciones de los abogados, la Policía de la Ciudad consideró que el tema "ya está judicializado" y que "ya se respondió" sobre los hechos en su debido momento.

Si bien la propia familia y las organizaciones políticas y sociales que la acompañan consideran que Molares fue asesinado por miembros de la Policía porteña, la causa de su fallecimiento está caratulada por la Justicia como “NN. Muerte por causa dudosa”. “La fiscal dice que en las cámaras se ve que hay un procedimiento policial, con una persona detenida de acuerdo a la norma y los protocolos. Dice que la persona se murió y que no ve a nadie que la esté matando”, explica el abogado. La fiscal Sánchez le solicita a la querella que aporte “elementos concretos” para cambiar su temperamento en la causa, en la que no hay ningún efectivo acusado de provocarle la muerte. “Pocas veces vi una cosa así en cuarenta años de profesión”, subrayó Soares sobre el derrotero del caso.

Por su parte, su padre, Hugo Molares, aseguró que no desistió de continuar con la querella, aunque sí admitió estar “muy complicado” el aporte de la probatoria. “Estas causas están llenas de trabas e impedimentos legales, con los que se produce un desgarramiento en la familia, en los profesionales y todas las personas de este lado del poder. Realmente nunca se llega a un final justo”, señaló en diálogo con El Destape. Hugo coincidió con sus abogados al plantear de que “en el mejor de las situaciones” se tendría individualizados a “dos o tres policías”, quienes podrían argumentar “excesos” en el uso de fuerza y “no tendrían castigo”. “De cualquier manera uno lo sigue impulsando”, agregó.

En ese sentido, para los abogados hay dos pruebas que podrían destrabar la situación. “Una es una pericia de parte con algún perito independiente, no ligado a la policía”, indicó Soares. El letrado deslizó que “incluso pueden pedir la exhumación del cuerpo” para poder determinar “otra versión”. Otra de las piezas clave sería encontrar más y nuevos testigos, aunque admiten que se diluyeron con el paso del tiempo. “Está lleno de testigos a la semana, al mes y después es más difícil”, añadió.

Este mediodía, la agrupación a la que pertenecía, Rebelión Popular, realizó junto a su familia y amigos un acto para recordarlo, a metros de donde perdió su vida hace un año atrás. “Venimos a denunciar que Facundo fue asesinado. vamos a resolver las cuentas más temprano que tarde. Y venimos a reivindicar la coherencia política de un revolucionario”, se leyó desde un modesto escenario a metros del Obelisco. Durante el acto fueron leídos mensajes conmemorativos de distintas organizaciones como el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el Partido Obrero y el Servicio Paz y Justicia (Serpaj), entre otras. También fue colocado sobre el suelo de la Plaza de la República, frente al Obelisco, un azulejo en su memoria: “Facundo Molares, Comandante Camilo”.

Facundo Molares llegó en 2002 a la selva colombiana, donde estuvo casi 15 años siendo parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), hasta que en 2016 se firmó el Acuerdo de Paz con la amnistía a los insurgentes y se desvinculó de esa fuerza. En 2019, mientras cubría como fotorreportero para una revista de Bolivia el golpe de Estado contra el entonces presidente Evo Morales, recibió tres disparos, perdió el 80% de la visión de su ojo derecho y estuvo internado en coma por 23 días. Al recuperarse, Molares volvió al país e intentó rehacer su vida hasta que fue detenido en noviembre de 2021 por una orden de Interpol, tras un pedido de la Justicia de Colombia. Sin embargo, en julio de 2022 fue rechazada su extradición y fue liberado. Un año después, en agosto del 2023, el exfarc encontró la muerte frente al Obelisco.