Un nuevo informe de la BBC, titulado "The Whistleblowers: Inside de UN" (Delatores: dentro de la ONU), aborda y denuncia diversos casos de corrupción y abuso sexual en el interior de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Allí, mujeres que denunciaron este tipo de abusos afirman que fueron sancionadas y hasta expulsadas después de acusar a dirigentes del organismo internacional. Además, queda a la vista cómo gerentes ignoran estos hechos ilegales.
Purna Sen, quien hace cinco años fue designada portavoz de asuntos de acoso, asalto y discriminación, señaló que había mujeres en la organización que habían sido "abordadas, abusadas y violadas" pero que mientras se siga permitiendo que los hombres "se salgan con la suya", continuarán haciéndolo sin miedo a represalias. "Los casos que conocemos son la punta del iceberg. La gente siente que habrá consecuencias adversas si los denuncian, que tomarán represalias en su contra", sostuvo.
La portavoz exigió, en reiteradas ocasiones, que la ONU designe un panel externo diverso que se encargue de analizar las experiencias del personal y recomiende una serie de acciones concretas frente a estos casos tan repetidos y violentos. "Si yo hubiese sido atacada o abusada sexualmente, probablemente no lo hubiera reportado. No me expondría a ese proceso", aseguró Sen sobre las revictimizaciones del ente. Por su parte, el organismo asegura que está comprometida con la protección de "denunciantes genuinos" y con que quienes están implicados asuman responsabilidades.
Entre los testimonios se destaca el de Martina Brostrom, exconsejera de ONUSIDA, quien denunció en 2015 que fue víctima de abuso sexual por parte de Luiz Loures, subdirector ejecutivo de ONUSIDA y asistente del secretario general. "El abuso sexual, la explotación y el acoso en la ONU suceden en la oficina central, suceden de lunes a viernes, suceden durante las horas laborables, en todos los sitios", aseguró. Realizó la denuncia formal y habló con investigadores de la ONU que, según contó, "tomaron represalias de manera muy mezquina e hiriente" contra ella.
Sobre el tema, la propia ONU declaró que se realizaron las investigaciones correspondientes y que en este momento no estaban "en posición de comentar sobre la veracidad de estas denuncias". En agosto del 2021, Brostrom recibió una carta del ente donde se reconocía que había sido "acosada sexualmente durante un prolongado período de tiempo" pero que las conclusiones sobre el abuso no había cumplido con "los estándarse probatorios".
El problema de la inmunidad diplomática en la ONU
La Organización de las Naciones Unidas tiene un estatus legal protegido y sus máximos funcionarios gozan de una importante inmunidad diplomática de todas las leyes nacionales. Esta inmunidad es clave para que el ente esté protegido de cualquier intento de interferencia en el cumplimiento de sus deberes.
Según expresa la ONU, todas las denuncias del personal son analziadas internamente. Y la inmunidad mencionada, no sirve como beneficio de sus empleados ya que "no protege a quienes cometen crímenes como asalto sexual". La Oficina de Servicios de Supervisión Interna de las Naciones Unidas (OSSI) es quien maneja las acusaciones más serias, incluyendo las denuncias de criminalidad, pero no tiene autoridad legal; razón por la cual no siempre es efectiva.
En el informe de la BBC se da a conocer una grabación secreta donde el director de la división de investigaciones, Ben Swanson, está hablando en una reunión de personal y cuenta que una alta funcionaria lo visitó y denunció a asistentes del secretario general Antonio Guterres por abuso. Si bien intentó contar detalles de la acusación, afirma que lo silenciaron inmediatamente. Posteriormente, la mujer fue "disuadida" de reportar el ataque. "Pasé cuatro años como investigador en la sede central de la ONU en Nueva York. Como resultado de esa experiencia, creo que la organización está plagada de corrupción de los pies a la cabeza", aseguró Peter Gallo, informante que compartió la grabación, en el documental.
MÁS INFO
En respuesta al informe, desde un comunicado del secretario general se declaró que hubo "importantes mejoras en el combate contra el flagelo de acoso sexual, del cual ninguna organización es inmune". Entre las medidas llevadas a cabo, se incluye la contratación de mujeres investigadoras para examinar las acusaciones, una línea directa para que el personal denunciara la mala conducta y mejor capacitación de la alta gerencia.
Frente a esto, Sen remarcó que la ONU no ha cumplido con sus promesas de tolerancia cero. "Ya sea corrupción, fraude o acoso sexual, el personal siente que no puede siquiera hacer un reporte, que las denuncias son desestimadas demasiado pronto desde un principio. No se les da procedimientos alternativos ni posibilidad de apelar", declaró. Y sentenció: "Es cierto que la ONU ha abordado algunos de sus grandes errores del pasado, pero no ha ido lo suficientemente lejos. He visto cosas que son muy preocupantes, que pueden y deberían ser abordadas como cuestión urgente, no solo con palabras sino con hechos".
Parte del informe: