Horror en Olavarría: qué dice la autopsia de la madre y el niño encontrados en un freezer

El autor del hecho se suicidó y dejó una carta en donde confesó el crimen. 

02 de septiembre, 2023 | 15.40

La mujer y su hijo adolescente asesinados en Olavarría por un hombre identificado como Marcelo Fabián Ene, pareja de la madre del niño, sufrieron destrucción de masa encéfalo craneana y politraumatismos, según datos preliminares de las autopsias. Ene se suicidó después de cometer el crimen. "Los maté porque me tenían cansado", escribió el hombre para justificar los hechos en una carta que dejó y confesó que él les había quitado la vida a ambos.

El doble crimen ocurrió el 30 de agosto, en el barrio Carlos Pelegrini, en Olavarria. El hallazgo de los tres cadáveres pertenecientes a María Sandra Aguer (53), Thiago Contreras y Marcelo Fabián Ene (40) fue en la calle Lisandro de la Torre al 5000, en el barrio bonaerense de Pellegrini luego de que efectivos de la comisaría 2da., del Comando de Patrullas y la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Olavarría acudieron al lugar tras un llamado al 911. Allí, también, encontraron un escrito en el que Ene confiesa el crimen y admite que los asesinó con una maza. 

Los peritos estiman que fueron introducidos en el freezer en el que los hallaron congelados al menos un día después de haber muerto, según datos preliminares de las autopsias, informaron fuentes judiciales. A su vez, la necropsia a Ene, indicó que murió como consecuencia de una asfixia mecánica, compatible con un suicidio por ahorcamiento.

Fuentes judiciales informaron a Télam que la mayoría de las lesiones que presentaban madre e hijo fueron del lado izquierdo de la cabeza, por lo que los forenses estiman que el agresor era diestro. A su vez, las dos víctimas no presentaban signos de defensa y sí algunos signos de putrefacción, por lo que los peritos estiman que fueron colocados en el freezer entre 24 y 48 horas después de haber sido asesinados.

Una fuente explicó, también, que es probable que el asesino no haya podido descartarse de los cuerpos y que, ante esa situación, finalmente los ocultó en el freezer. El mismo investigador señaló que las características de las lesiones que sufrieron las víctimas son compatibles con golpes producidos con la maza que se secuestró en el lugar del hecho.

Además, los médicos pudieron tomar muestras de sangre del cuerpo de Aguer, pero no de su hijo por el estado del cadáver: "Yo sé que no se justifica lo que hice. Fue una reacción de la cual me arrepiento", escribió Ene al inicio de la carta escrita a mano y de dos carillas que se halló en la casa donde se produjeron las muertes. Al hacer referencia a que recibía malos tratos de parte de la mujer, dijo que estaba "cansado" de llegar del trabajo y tener que hacer las cosas de la casa como "cocinar", "lavar los platos" o hacer "los mandados".

"Yo era una mucama acá" y "me llenó los huevos" son otras de las frases de la carta del homicida para justificar el femicidio y femicidio vinculado. "Era algo insoportable y estresante llegar todos los días de trabajar y problemas tras problemas y yo no hacía más nada que trabajar, cocinar y dormir", señaló Ene en la carta donde además se quejó de que su mujer no lo dejaba hablar con sus amigos, tomarse una cerveza o salir con la excusa de hacer "un mandando" porque desconfiaba de la relación que podía tener con la almacenera.

"El jueves exploté", confesó y detalló cómo cometió los crímenes de su pareja y del hijo de ella. "Me levanté sin decir nada, agarré el martillo, entré a la pieza sin mediar palabras y le di 10 martillazos en la cabeza y luego fui al futón y le di otros 10 martillazos al pendejo (sic)", a quien acusó de ser "maleducado, prepotente, caprichoso y altanero", entre otros calificativos.

"Fui un hijo de mil puta. Solo me queda pedir perdón, pero el perdón no arregla lo que hice. No le digan a mi vieja, tírenme al arroyo y listo", finalizó la carta.

Finalmente, en una posdata, explicó que decidió congelar los cuerpos de ambas víctimas en el freezer del domicilio para poder velarlos. "Los metí al freezer para que puedan velarlos como corresponde", dice esa frase final del texto incorporado al expediente, a cargo de la fiscal Paula Serrano, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 descentralizada de Olavarría.

Los investigadores constataron que no había denuncias previas por episodios de violencia de género por parte de Aguer hacia su pareja.