Femicidios en Argentina: las caras e historias de los hijos sanos del patriarcado

Rememoramos los casos más emblemáticos de nuestro país desde un aspecto diferente: el lugar de los asesinos. ¿Por qué solo recordamos los nombres de las víctimas? ¿La condena social es tal?

03 de junio, 2021 | 00.05

Cada 3 de junio, desde el año 2015, se busca seguir enviando el mismo mensaje. Se quiere dejar en claro, una y otra vez, que el compromiso sigue presente. Que no hay forma de callarnos y que por nada del mundo olvidaremos a las que ya no están. Pero cuando hablamos sobre Ni Una Menos y de los femicidios que ocurren en Argentina como una de las principales problemáticas que atraviesa a las mujeres, siempre nombramos a las víctimas.

Nombrar a las mujeres que fueron brutalmente asesinadas por el odio machista y el sistema patriarcal es clave para que la memoria colectiva se mantenga latente. No solo para recordar sus nombres y sostener el pedido de justicia sino también para remarcar que asesinan a 1 mujer cada 31 horas desde el 2015 en Argentina. Pero, por otro lado, al mantener esa postura, se continúa violentando a la víctima. Mencionando su nombre, dando detalles sobre cómo fue el crimen y hasta, en casos más extremos, culpando a la propia víctima de su propio asesinato.

Rememorar los casos más emblemáticos de femicidios en Argentina es algo que hacemos todos los días. Con imágenes, carteles y pedidos de justicia, durante cada marcha o en las diferentes redes sociales. Pero reversionar la historia y plantear un nuevo enfoque en el que la luz y todas las miradas estén puestas en ellos, en los femicidas, es algo que debemos hacer como sociedad. Porque más allá de que, dentro de los grandes medios, busquen en el pasado y apelen a la locura, la gran mayoría son hombres comunes con quienes compartimos el transporte público, una oficina de trabajo o hasta una cena familiar. El femicida es igual de humano que vos y yo pero que, solo en el 2020, mató a una mujer cada 35 horas.

Jorge Mangieri

Asesinó a Ángeles Rawson el 10 de junio del 2013

Jorge Mangieri es, tal vez, uno de los femicidas más reconocidos por los argentinos y las argentinas debido a la relevancia que tuvo el caso. Con 45 años en aquel momento, era el encargado del edificio en el que vivía la víctima y donde él mismo tenía un departamento junto a su esposa en el octavo piso. Ocupó ese cargo durante 10 años, lo caracterizaban como un “excelente trabajador” y una “buena persona”. Aún así, siendo una persona que cualquiera puede cruzarse diariamente, fue condenado a prisión perpetua por el femicidio, abuso sexual y homicidio agravado criminis causae de Ángeles Rawson, de 16 años. La interceptó cuando regresaba del colegio y unas cámaras de seguridad dieron con su sospecha. Más allá de haber sido condenado, Mangieri continúa remarcando que es inocente y que no tuvo nada que ver con el asesinato de la joven.

Joel Fernández

Asesinó a Melina Romero el 23 de septiembre del 2014

Joel Fernández, alias “Chavito”, de 20 años, parecía ser un conocido de quien, tiempo después, se transformaría en su víctima. Compartieron una fiesta con amigos en común y estuvieron juntos en un boliche por su cumpleaños, Pero, con el pasar de las horas, todo cambió: el imputado abusó de Melina, de 17 años, y se deshizo del cuerpo en José León Suárez. También se habló de la participación de César Sánchez (46), conocido como "el Pai César" y Elías "El Narigón" Fernández (22) -ambos mencionados por su amiga, único testigo- pero no fueron condenados. Fue hallado responsable de "homicidio preterintencional" y "privación ilegal de la libertad coactiva agravada por la participación ilegal de dos o más personas". Su caso fue tema de conversación en los medios de comunicación por tratarse de una hija de familia humilde y describirla en forma despectiva como “fanática de los boliches” y con una “vida sin rumbo”. Del femicida, poco dijeron hasta que fue declarado culpable y solo informaron sobre su sentencia.

Juan Manuel Figola

Asesinó a Daiana García el 13 de marzo del 2015

Juan Manuel Figola, de 39 años, se encontraba en una relación de más de un año con su víctima. O por lo menos, así la presentaba frente amigos y compañeros de trabajo más allá de que la familia de la joven de 19 años desconocía su existencia. Conocidos del femicida, que trabajaba en un correo, dejaron en claro que no era un hombre violento, que no tenía actitudes raras y mucho menos una personalidad perversa. A pesar de esto, Daiana García fue a una entrevista de trabajo y nunca regresó. La encontraron en Llavallol, dentro de una bolsa. Los medios, otra vez, pusieron la mirada en cómo estaba vestida y se olvidaron de poner el foco en el asesino. Tanto es así que, al día siguiente, el femicida se suicidó en la estación de trenes de Laferrere admitiendo haberse mandado “una macana”. Ni siquiera pudo llegar a la Justicia y sus padres no tuvieron respuestas.

Manuel Mansilla

Asesinó a Chiara Páez el 10 de mayo del 2015

Manuel Mansilla era un adolescente de 16 años, hijo y nieto. Vivía en la localidad de Rufino, provincia de Santa Fe. Según los propios conocidos, nunca tuvo actitudes violentas que hicieran creer que podía consumar este tipo de acción. “Desde hace tres años lo conozco, soy preceptora en la escuela técnica a la que iba y jamás tuvo una actitud indisciplinaria”, manifestó la tía de la víctima, Lorena Camargo. Aún así, asesinó brutalmente a Chiara Páez y la enterró en el jardín de la casa que compartía con su familia. Se ofreció como ayuda en la búsqueda y con un cinismo explícito, hizo un asado a metros de su cuerpo durante la noche del 9 de mayo. Se dijo que le confesó el crimen a su padre, policía, y que este lo entregó. La familia está encausada en justicia ordinaria. Según los datos que se conocieron por medio de la autopsia, Chiara estaba embarazada de ocho semanas y no quería abortar. Él le insistía con que lo hiciera. Fue el femicidio que convocó la primera movilización de “Ni Una Menos” en la historia de nuestro país.

Jonathan Luna

Asesinó a Micaela Ortega el 23 de abril del 2016

Jonathan Luna, de 26 años, parecía ser un hombre común pero, como relata su propia familia, notaron cambios en su actitud cuando escuchaba hablar sobre el caso de quien se confirmó, cinco semanas más tarde, que era su víctima. A diferencia de los anteriores, mostraba cinismo y despotricaba contra la joven desaparecida. Su expareja, 2 vecinas y un amigo lo acusaron de “vago, mugriento, ladrón y golpeador”. Incluso, su ex novia, caracterizó al hombre de tener una personalidad “violenta y perversa”. Tenía pedido de captura en Río Negro -por robo- y múltiples perfiles en redes sociales con diferentes nombres. A Micaela Ortega, de tan solo 12 años y víctima de grooming por Facebook, la encontraron en un descampado en Bahía Blanca luego de ser engañada por su femicida, que se hacía pasar por una niña de su edad. Tras el juicio, lo condenaron a prisión perpetua.

Matías Gabriel Farías

Asesinó a Lucía Pérez el 8 de octubre del 2016

Matías Gabriel Farías (23 años) y Juan Pablo Offidiani (41 años) vendían drogas en las cercanías de las diferentes escuelas de la ciudad de Mar del Plata. Pasaron a buscar a Lucía Pérez Montero, de 16 años, en una zona cercana a su domicilio, para dirigirse a la casa de Farías. El caso conmovió al país: fue drogada y abusada sexualmente hasta su muerte. Ambos imputados la dejaron en un centro médico, ya muerta, tras haberla bañado intentando cubrir el crimen. A pesar de las pruebas e imputaciones, el Tribunal condenó a Farías y Offidiani a ocho años de prisión por tenencia y venta de drogas a menores. Por los cargos de femicidio y abuso fueron absueltos justificando que hubo relaciones sexuales consentidas, en un fallo cargado de estereotipos y prejuicios de género. El 12 de agosto del 2020, el Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires anuló el fallo y se realizará un nuevo juicio.

Naim Vera Menem

Asesinó a Brenda Gordillo el 2 de marzo del 2020

Naim Vera, de 21 años, es el cuarto hijo de un reconocido médico cirujano y una kinesióloga. Dos años atrás, se mudó a Córdoba para ingresar a la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Católica de dicha provincia. A través de sus redes sociales, repudiaba los ataques de "tantos enfermos sueltos" contra las mujeres. Pero puertas adentro, las cosas eran distintas: con actitudes machistas, denigraba y violentaba verbalmente a compañeras del colegio. Incluso, en aquellos años, Vera publicó junto a sus amigos un video pornográfico de una joven en internet -ella debió mudarse del país, por miedo-. Quien lo sufrió fue su novia, Brenda Gordillo (24 años), asesinada brutalmente en Catamarca. Confesó el crimen con escalofriantes detalles y fue imputado por homicidio doblemente calificado por mediar una relación de pareja y ser femicidio. El 14 de mayo pasado fue condenado por la Justicia a prisión perpetua.

Sebastián Wagner

Asesinó a Micaela García el 1° de abril del 2017

El nombre de Sebastián Wagner, a diferencia del resto, estuvo en boca de todos durante varios días. Era un ex empleado de un frigorífico y tenía antecedentes: tres casos de violación y una liberación de la cárcel antes de tiempo. Había abusado sexualmente a una estudiante -también le robó- y meses más tarde, hizo lo mismo con otra chica en un parque durante el 2010. Tenía nueve años de condena pero cumplió cuatro: volvió a las calles en julio del 2016 luego de que el juez Carlos Rossi -absuelto dos años más tarde- lo liberara. Micaela Garcia, de 21 años, fue secuestrada, violada y asesinada en Gualeguay (Entre Ríos). El padrastro de Wagner, Fabián Ehcosor -dueño del lavadero donde Wagner trabajaba- y Néstor Pavón encubrieron lo sucedido y también quedaron imputados. El femicida fue condenado a cadena perpetua. Posteriormente, en diciembre del 2018, se creó la Ley Micaela buscando prevenir, sancionar y erradicar la violencia que ejecutan los agentes del Estado contra las mujeres y las disidencias, a través de capacitaciones transversales, obligatorias y permanentes en perspectiva de género.

Matías Ezequiel Martínez

Asesinó a Úrsula Bahillo el 8 de febrero del 2021

Matías Ezequiel Martínez, de 25 años, formaba parte de la Policía Bonaerense de la que había sido separado por una carpeta psiquiátrica -cuyo contenido se desconoce- y desde su familia aseguraban que no era capaz de matar "ni a una mosca", que no era violento ni de forma verbal ni física. Por el contrario, vecinos y vecinas de Rojas aclaraban que sabían cómo era, recordando episodios de violencia de género contra la mujer con quien compartía un vínculo previamente. Poco a poco se descubrió quién era realmente Martínez, pero fue tarde: las múltiples denuncias no fueron suficientes y en el medio de la calle, asesinó brutalmente a Úrsula Bahillo, su ex pareja. Fue condenado a cuatro años de prisión por violencia de género contra otra mujer y espera por la determinación sobre el caso donde está acusado de homicidio doblemente calificado, algo que prevé prisión perpetua.

Juan Bautista Quintriqueo

Asesinó a Guadalupe Curual el 24 de febrero del 2021

Juan Bautista Quintriqueo, alias "Bauty", tenía 33 años, tocaba el acordeón en un cuarteto llamado "Evolución chamamecera", era empleado del municipio y taxista. Tenía una hija con su ex mujer y si bien se habían separado, tenía más de cinco denuncias por violencia de género. A su víctima la atacó cuando salía de un cajero, a la vista de todos, pero ya la había amenazado en repetidas ocasiones por teléfono y ella había dado varios avisos a la policía. Guadalupe Curual (20 años) era su ex pareja y tenía un niño de 2 años. Nadie la ayudó, como a tantas otras mujeres. El femicida terminó apuñalándola en el medio de la calle en Villa La Angostura. Vecinos y vecinas trataron de frenarlo y fue la policía de la ciudad quien lo redujo luego de que Quintriqueo se realice varias heridas. Terminó internado en el Hospital Ramón Carrillo de San Martín de Los Andes donde, ante una nueva falla de las autoridades, se autolesionó con un cable. Murió seis días más tarde y la Justicia no pudo formularle cargos por el femicidio.