Durante la Nochebuena, hay muchas personas que siguen la creencia popular de vestirse de rojo para recibir la Navidad. Sin embargo, esta tradición surgió simplemente por la imposición del color rojo como símbolo navideño y no hay ningún "peso" energético. Por este motivo, si querés atraer prosperidad y protección, es mejor optar por otro color poco utilizado en estas fechas.
El color rojo se popularizó por la marca Coca Cola, que creo su identidad a través de la "magia" de la Navidad, motivo por el que se popularizó este color para las fiestas. Sin embargo, hay otro tono que es más atinado para las fechas, ya que tiene un significado energético y los expertos aseguran que atrae prosperidad, protección y lealtad.
El dorado es una elección ideal para vestirse en Navidad, ya que es un color cálido que simboliza riqueza, abundancia y prosperidad. Inspirado en los regalos de los Reyes Magos y en la estrella que los guió hacia el pesebre, este tono no solo evoca la magia de la tradición, sino que también se encuentra presente en las luces navideñas, las velas y la estrella del árbol. Incorporarlo en tu ropa transmite un mensaje de generosidad y alegría, convirtiéndolo en el reflejo perfecto del espíritu festivo de esta temporada.
El azul también es una gran opción, ya que además de simbolizar el clima frío que prima en el hemisferio norte del planeta en Navidad, también atrae protección, honor y lealtad. Este color puede ser utilizado por las personas que tengan proyectos amorosos en el próximo año, o bien para aquellos que se identifiquen con las energías de este color.
El ritual para atraer la riqueza y la prosperidad en tu hogar esta Navidad
El ritual de los siete granos de Navidad es un acto sencillo pero poderoso, que busca asegurar la prosperidad económica y la estabilidad familiar para el año que comienza. Desde tiempos bíblicos, el grano fue asociado a la abundancia, la previsión y la protección contra la escasez. Este simbolismo se remonta a la parábola del grano en la tradición cristiana, donde José, al interpretar los sueños del faraón, preparó a Egipto para siete años de abundancia y siete años de hambre. Este episodio, narrado en el libro del Génesis, destaca la importancia de la previsión y la acumulación para garantizar la prosperidad.
Siguiendo esa tradición, el ritual de los siete granos es una forma de invocar esa misma energía positiva de abundancia, buscando llenar el hogar con prosperidad y estabilidad durante el próximo ciclo anual.
Realizar este ritual es muy sencillo y no requiere elementos complicados. Lo único que necesitás son siete tipos de granos que se eligen por su simbolismo relacionado con la fertilidad, el amor y la prosperidad. Los granos más utilizados en esta tradición son:
- Garbanzos
- Lentejas
- Porotos
- Trigo
- Arroz
- Mijo
- Semillas de girasol
El ritual consiste en juntar una pequeña cantidad de cada uno de estos granos en un recipiente de vidrio o un plato. Junto con ellos, se agregan hojas de laurel (un símbolo de protección y suerte) y monedas o billetes (como símbolo de la atracción de riqueza).
Una vez que tengas listo tu plato o frasco con los granos, el siguiente paso es ubicarlo en un lugar de tu hogar que esté en armonía con la dinámica familiar. Los lugares más recomendados son el centro de la mesa del comedor o la mesada de la cocina, espacios donde la energía circula y donde la comida es protagonista.
Es importante que no muevas el recipiente durante todo el año. El plato tiene que permanecer en su lugar hasta el siguiente diciembre, cuando se renuevan las semillas para dar comienzo a un nuevo ciclo de prosperidad. Esta continuidad simboliza la estabilidad y la previsión, características esenciales del ritual.