Este miércoles, veintidós años y cuatro meses después del femicidio de Natalia Melmann, Ricardo Panadero, el cuarto policía involucrado en el hecho, escuchará el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal 4 de Mar del Plata que podría condenarlo a prisión perpetua: en su alegato, la fiscal Ana Caro lo consideró “coautor del secuestro, abuso y homicidio doblemente agravado de la adolescente, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser cometido para asegurarse impunidad”.
En el primer juicio contra Panadero -llevado a cabo en 2018- el oficial de la Policía Bonaerense fue absuelto por los jueces Juan Manuel Sueyro, Fabián Riquet y Jorge Peralta en forma unánime. El Tribunal concluyó que no se probó la coautoría en los hechos. Sin embargo, no tuvo en cuenta una prueba fundamental: un vello púbico hallado en el cuerpo de la víctima dio un 97,05 % de coincidencia con el ADN de Panadero. Según la Fiscal, a partir de las pericias existen “33 veces más probabilidades de que la muestra analizada perteneciera al imputado que a otra persona”. Además, una testigo de identidad reservada contó que la madrugada del 4 de febrero de 2001 vio como Panadero y los otros tres policías subieron a la joven por la fuerza a un patrullero.
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El fallo de 2018 fue apelado por la Fiscalía General de Mar del Plata. Finalmente, el Tribunal de Casación Penal provincial lo anuló y ordenó que se hiciera un nuevo juicio. Aunque Ricardo Panadero está imputado por "privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por la participación de dos o más personas y homicidio agravado por la participación de dos o más personas y criminis causa" se encuentra en libertad y vive en Miramar, ciudad en la que fue asesinada Natalia Melmann.
Meses antes del juicio del año 2002, en el que fueron condenados a prisión perpetua los otros tres policías -Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez- Panadero se benefició con el sobreseimiento, que revocó la Suprema Corte de Justicia recién en 2018.
En el nuevo proceso, al Tribunal Oral 4 lo integran los jueces Néstor Conti, Mariana Iriani y Juan Galarreta, mientras que Ana Caro vuelve a ser la representante del Ministerio Público Fiscal -quien pidió que la prueba presentada durante la investigación sea valorada “a través del prisma de la perspectiva de género”-. Después de la lectura de los alegatos, al expolicía Ricardo Panadero se le prohibió salir del país hasta que se conozca la sentencia, ante el riesgo de fuga evidente. En tanto, Lautaro Resúa, el abogado defensor de Panadero, solicitó la absolución por considerar que no se demostró su participación en los hechos.
Laura Calampuca, la madre de Natalia Melmann le dijo a El Destape que esta vez tiene una sensación distinta: “El juicio anterior tuvo un tribunal muy condescendiente con la defensa. Y se hicieron a lugar a muchos planteos de la defensa. Entonces, la sensación, todo el tiempo era que lo que se estaba haciendo era un acto formal para sostener la impunidad. Y fue lo que a la postre narró la sentencia. Por eso fue apelada, revisada por las distintas cámaras que concluyeron que habían arribado a una sentencia absurda, a una sentencia sesgada, que se había valorado testimonial sobre otra testimonial, que no se había tenido en cuenta el tiempo transcurrido y cómo se degradó la prueba.”
Calampuca sostuvo que es inconcebible atravesar 22 años para intentar hacer justicia sobre un hecho tan aberrante, “cuando las pruebas siempre estuvieron ahí. Los ADN son cinco, hay tres condenados, estamos con el cuarto que es Panadero y hay un quinto ADN que hace 22 años duerme en un freezer del sistema judicial esperando ser cotejado. Ese es el quinto implicado“. En tanto que Gustavo Melmann -padre de Natalia- lamentó la espera de tantos años y relató que hasta la sentencia estará sin dormir, “va a ser muy difícil, tuvimos una espera de 22 años, casi 23 años, con la necesidad de que este tribunal termine condenando a Ricardo Panadero de una vez por todas. Sobre la absolución anterior, Melmann manifestó que “desde un principio no hubo intención de condenar a ningún policía. Se armó la causa para condenar a Gustavo “Gallo” Fernández (un delincuente con vínculos estrechos con la policía que siguió esa noche a la víctima y la entregó) como único autor. No nos creían lo que nosotros estábamos diciendo y a quienes estábamos imputando como autores, que eran estos policías, que son los mismos que imputamos todo el tiempo.” Fernández fue condenado a 25 años de prisión pero luego la pena se le redujo a diez.
Qué le pasó a Natalia Melmann
El 4 de febrero de 2001 Natalia Melmann fue abordada por los policías al salir del boliche Amadeus, en la costanera de Miramar. La subieron a una camioneta por la fuerza y la llevaron a una cabaña sin agua ni luz del barrio Copacabana, en el norte de la ciudad, donde la violaron, torturaron y estrangularon con el cordón de sus zapatillas. Cuatro días más tarde, su cuerpo apareció semi enterrado en el Vivero Dunícola Florentino Ameghino. El crimen provocó una gran reacción popular e indignación en todo el país. En plena temporada de verano, hubo numerosas marchas en Miramar para exigir justicia. La comisaría en la que reportaban los policías involucrados fue apedreada durante una pueblada.
Después de veintidós años de lucha, la familia de Natalia necesita que se haga justicia. Los análisis a los que fue sometido el cuerpo de la estudiante de 14 años dieron como resultado cinco rastros genéticos distintos, se presume que todos de policías de Miramar. Laura y Gustavo Melmann aseguran que después de la sentencia a Panadero irán por el quinto involucrado.