Anteriormente comprar ropa era una actividad esporádica. Algo que sucedía una o dos veces al año o cuando te gustaba alguna prenda de moda en específico. Pero desde hace dos décadas aproximadamente, la industria cambió y el fast fashion entró en juego.
La ropa ahora es más barata, la moda y sus tendencias comenzaron a crecer a pasos agigantados. Las compras se convirtieron en un evento que se hacía cada vez con más frecuencia. Así comienza a dominar el fast fashion y las cadenas globales que ahora proliferan los centros comerciales y compras en línea.
Todo parece demasiado bueno para ser verdad. Las tiendas y establecimientos venden ropa glamorosa y a la moda que podés comprar a bajo costo. Prendas que podés usar pocas veces y desecharlas. Y el “círculo vicioso” continúa.
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De repente, todos podemos emular el vestuario de su artista preferido o tener la libertad financiera de usar las últimas tendencias de la pasarela. Pero, ¿qué es el fast fashion? ¿Cómo afecta a las personas y al planeta en general?
En este artículo te hablaremos sobre este término que cada vez suena más en el mundo de la moda. ¿Cuáles son las marcas más conocidas que fomentan esta tendencia? ¿Cómo ha sido la producción de estos últimos dos años y el impacto que ha tenido para el planeta en general?
Además, te comentaremos sobre el fast fashion en Argentina, cuáles son las alternativas ante esta tendencia y lo que podés hacer para combatir esta situación. Seguí leyendo para saber más del tema.
¿Qué es el fast fashion?
“Ropa barata y a la moda” es la definición con la que mejor se puede representar el fast fashion. Esta corriente intenta llevar los diseños de las pasarelas y la cultura de los eruditos de la moda a las tiendas comunes para el cliente común.
Esto se realiza de forma acelerada para satisfacer la demanda de todos los consumidores. Usuarios que también son fanáticos de la moda y reclaman su parte de la torta.
De acuerdo al portal www.earth.org, cada año se consumen 80.000 millones de prendas nuevas en todo el mundo, un 400% más que hace 20 años.
Con esto se pretende tener al alcance de forma inmediata los estilos más novedosos del mercado. Se trata de que los consumidores puedan tener ese estilo cuando aún está en la cima de la popularidad. Su tiempo de vida es corto porque las tendencias pasan rápidamente.
La idea parte de la premisa que en el mundo de la moda es un pecado repetir los vestuarios. Entonces, si querés tener algún tipo de estatus, debés seguir y lucir las últimas tendencias.
Este accionar forma parte de todo un sistema nocivo de sobreproducción y consumismo. Son aspectos que han transformado a la moda en una de las principales industrias contaminantes en el mundo.
Marcas de fast fashion más conocidas
Las marcas que fomentan el fast fashion tienen características muy específicas. Por ejemplo, su producción principal se realiza en países de desarrollo lo que se traduce a una mano de obra más barata. Son empresas que cuentan con miles de variedades de diseños y estilos en una tienda. Diseños que cambian constantemente.
Otro factor en común es que su cadena de suministros no es transparente. Además, los materiales que emplean no son de buena calidad, y tienden a utilizar precios bajos lo que les genera altas ventas. A continuación te dejamos una lista de marcas generadoras de fast fashion.
Es importante mencionar que la mayor parte de las marcas de fast fashion han empezado a introducir líneas más sustentables y hechas con materiales reciclables. Sin embargo, aún faltan muchos esfuerzos por hacer.
Zara
Esta marca española pertenece al grupo Inditex. Cuenta con un ciclo rápido de producción y puede generar múltiples tendencias en escasos meses. Presenta hasta 20 colecciones en casi un año.
Zara no emplea publicidad. Este presupuesto es utilizado para abrir más sucursales. Otras marcas que también pertenecen a este conglomerado son Bershka, Pull and Bear, Stradivarius, entre otros.
H&M
Cuenta con una buena base publicitaria, H&M es el segundo minorista de moda más grande del mundo. La tienda sueca tiene tiendas físicas en alrededor de 74 países y entrega online a otros 33.
H&M no fabrica su propia ropa. La producción se subcontrata a más de 900 proveedores independientes en todo el mundo. Además, tiene el 80% de la mercancía en la tienda que se almacena durante todo el año.
Uniqlo
Esta marca japonesa es conocida por la gran cantidad de diseños que ofrece y por su asequibilidad. Es propiedad de Fast Retailing. Cuenta con más de 1.500 tiendas en todo el mundo. Su fundador, Tadashi Yanai, es el hombre más rico de Japón.
Fashion Nova
De esta lista es el primer minorista. Mágicamente lanza de 600 a 900 nuevos diseños semanalmente. La empresa no revela sus ganancias ni ventas, pero cuenta con poco más de 20 millones de seguidores en Instagram.
Forever 21
En su mejor momento, la marca estadounidense producía 400 diseños al día. Hoy en día se encuentra en quiebra.
Además, Forever 21 es investigada por el Departamento de Trabajo de EEUU por sus bajos salarios. Cuenta con numerosas demandas por violaciones de derechos de autor, incluida una acusación de vender zapatillas falsas Adidas.
ASOS
Representa el minorista de ropa en línea más grande del Reino Unido, se estableció en 2000 en Londres. El público objetivo son los adultos jóvenes. El sitio web vende 850 marcas diferentes y también produce prendas con su propio nombre.
MANGO
Se fundó en 1984 y creó su sitio web en 1995. Genera más de 2.300 millones de dólares de ingresos y es muy popular en España, Francia, Rusia y Turquía. Fue una de las marcas asociadas con el colapso de la fábrica Rana Plaza, que se cobró la vida de miles de trabajadores en 2013, en Bangladesh.
Urban Outfitters
Es una marca dirigida a adolescentes y adultos jóvenes. Sus nichos son la cultura hipster y la moda alternativa. Está involucrado en varias controversias. Por ejemplo, fueron acusados de robar diseños de artistas independientes en Etsy. La empresa no revela sus fábricas y proveedores.
Primark
La marca irlandesa de moda rápida Primark está representada en 14 países con cerca de 400 tiendas. La marca original es Penneys. Pero solo se usa en la República de Irlanda porque en otras partes del mundo es propiedad de otra empresa. También se vio involucrada en el suceso de Bangladesh.
Boohoo
Es otro minorista de Internet. Puede ofrecer entre un 50% y un 70% de descuento en su ropa que ya es asombrosamente barata. No es de extrañar que una investigación haya demostrado que la empresa paga a sus trabajadores salarios extremadamente bajos.
Producción de fast fashion en 2020-2021
Se espera que el mercado mundial del fast fashion crezca de $25.09 mil millones en 2020 a $30.58 mil millones en 2021. Estos datos corresponden a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 21,9%.
Este crecimiento se basa principalmente en que las empresas reanudaron sus operaciones y se adaptaron a la nueva normalidad. Todo mientras el mundo se recuperaba del impacto del COVID-19. Las medidas restrictivas de distanciamiento social, trabajo remoto y cierre de actividades comerciales resultaron en desafíos operativos para las empresas de moda rápida.
Se espera que el mercado alcance los $39,84 mil millones en 2025 a una tasa compuesta anual del 7%. Estos datos se desprenden del Fast Fashion Global Market Report 2021: COVID-19 Growth and Change to 2030.
¿Qué consecuencias tiene para el planeta?
Las consecuencias que genera el fast fashion son multidimensionales. El factor humano es uno de ellos. Los trabajadores de la moda trabajan en entornos peligrosos, con salarios bajos y sin derechos humanos básicos.
Según datos de www.truecostmovie.com, anualmente el estadounidense promedio genera poco más de 37 kilos de desechos textiles.
Los animales también se ven afectados por el fast fashion. En la naturaleza, las tintas tóxicos y las microfibras liberadas en las vías fluviales son ingeridas por la fauna terrestre y marina. Este efecto se propaga por medio de la cadena alimentaria con consecuencias devastadoras.
La moda también afecta a los consumidores al promover la cultura del “uso y desuso”. Esto se debe a la rapidez con la que van cambiando las tendencias y el afán de tener que estar siempre a la moda.
Impacto ambiental
El impacto del fast fashion en el ambiente es catastrófico. Por ejemplo, al emplear tintes tóxicos y baratos, convierte a la industria de la moda en el segundo mayor contaminador de agua a nivel mundial después de la agricultura.
El ritmo acelerado y la demanda continua se traducen en un mayor estrés en otras áreas ambientales. Hablamos de desastres como el desmonte, la pérdida de biodiversidad y la calidad del suelo.
El procesamiento del cuero también impacta el medio ambiente. El Índice de Sostenibilidad de Materiales Higg de la Sustainable Apparel Coalition le a a la mayoría de las pieles un impacto de 159. El mismo índice califica con 44 el impacto del poliéster y 98 para el algodón.
La velocidad a la que se producen las prendas también significa que los consumidores eliminan cada vez más ropa. Como podés suponer, esto genera un desperdicio textil masivo.
Fast Fashion en Argentina
Al analizar la industria de la moda latinoamericana, es fundamental resaltar que hoy es una fuente que está obteniendo un alto nivel de demanda de consumo. En Argentina el escenario ha cambiado desde hace 10 años, con una mayor población e inclusión social liderando el ascenso de la clase media.
Por ello, y a pesar de la incertidumbre y los estragos del COVID 19, empresas como Renner, Gap, Carter’s, Victoria’s Secret y H&M, por mencionar algunas, han llegado al país. Su arribo se dio en unos pocos años.
Estas empresas han apostado a un país amante de la moda. También se enfocan en población de 45 millones de personas, de porcentaje mayoritariamente femenino y una alta concentración de población en tres ciudades importantes.
¿Qué podés hacer?
En primer lugar, intentá comprar menos y tratá de reutilizar la ropa dándole un estilo diferente. Reinventate y dale a las prendas un aspecto más fresco y actualizado.
Entre todos los artículos de fast fashion producidos, tres de cada cinco terminan en un basural en menos de un año.
Luego, elegí bien lo que comprás. En ese sentido, optá por telas ecológicas. Existen ventajas y desventajas para todos los tipos de fibras. Elegir bien también podría significar comprometerse a comprar solo productos de segunda mano o de marcas sostenibles.
Finalmente, hacé que tu ropa dure. Cuidala siguiendo las indicaciones de la etiqueta, remendala siempre que sea posible. Por último, deberías reciclar responsablemente las prendas al final de su vida útil.
A continuación te ofrecemos algunas alternativas:
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Conocé el costo real. Las marcas de fast fashion venden estos artículos a precios tan bajos y aún obtienen enormes beneficios.
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Comprá localmente. Comprá tus piezas en tiendas locales. Hacerlo respalda la economía local y reduce el impacto del envío de mercancías al otro lado del mundo.
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Comprá lo esencial. En lugar de comprar ropa de usar y tirar, optá por prendas éticas y sostenibles que nunca pasan de moda.
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Comprá en tiendas de segunda mano. Podés encontrar nuevas tendencias y productos de marca en tiendas de segunda mano. Incluso por un precio más bajo de lo que esperás.
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Definí tu propio estilo. Armá tu vestuario con moda sostenible que muestre un estilo definido.
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Comprá alta calidad. Si dejamos de comprar ropa de baja calidad, sin importar el estilo, estas empresas se verán obligadas a mejorar la calidad de su ropa.
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Transformá tu ropa. En lugar de tirarla, sé creativo y rediseñás la ropa para que se vea diferente.
Conclusión
La industria de la moda es responsable de altos niveles de contaminación del medio ambiente. Esto sucede porque las cadenas de suministro bombean grandes cantidades de agua para regar las plantaciones de donde obtienen las fibras vegetales.
Además de ello, usan pesticidas a base de aceite y otros métodos que aumentan la contaminación. Todo esto sucede por la sobreproducción del mundo del fast fashion.
Las marcas que la promueven utilizan medios de marketing para vender sus productos a precios muy bajos. Así producen ropa nueva cada mes y el ciclo continúa aceleradamente.
Todo esto tiene un costo enorme para las vidas de los trabajadores y el medio ambiente. No podemos ignorar el impacto medioambiental de la ropa, los zapatos y los productos que producen estas empresas.
Hay un aumento en la conciencia de la rapidez con la que la fabricación y producción de ropa de moda causa contaminación. Como resultado, más empresas se ven obligadas a cambiar voluntariamente sus hábitos por las preferencias de los consumidores.
Pero todo está en tus manos. Cada vez que vayas a comprar una prenda para tu armario, pensá en cómo se produjo, cuál es la marca y cómo trabaja la empresa que lo produce. Si quieres seguir leyendo artículos como este, encontrá más contenido de interés general en El Destape.