El genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz falleció hoy a los 93 años. El exdirector de la Policía Bonaerense y mano derecha del general de brigada Ramón Camps, durante la última dictadura cívico militar, murió a las 5.30 de hoy en la Clínica Sarmiento de la localidad bonaerense de San Miguel, donde se encontraba internado con custodia policial. La noticia fue confirmada por fuentes de las querellas en su contra a Télam.
Etchecolatz muere con nueve condenas a prisión perpetua, acusado por diversos crímenes de lesa humanidad que incluyen el secuestro y asesinato de un grupo de adolescentes conocido como la Noche de los Lápices; la apropiación de menores, la desaparición de Jorge Julio López y torturas en el centro clandestino de reclusión en La Plata, conocido como La Cacha. Fue condenado mediante sentencias dictadas en los años 1986, 2004, 2006, 2014, 2016, 2018, 2020 y 2021 que fueron unificadas en una pena única de reclusión.
Quién fue Miguel Etchecolatz
Miguel Osvaldo Etchecolatz fue director de Investigaciones de la Policía de la provincia de Buenos Aires durante la dictadura militar(1976-1983) de Argentina. En dicho cargo, coordinó los grupos de tareas así como los 21 centros clandestinos de detención pertenecientes al conocido como Circuito Camps. Su figura será recordada en la historia argentina por ser uno de los principales responsables y ejecutores de este período osucro de la historia argentina.
Su nombre quedó asociado también con la desaparición de Jorge Julio López, en plena democracia, luego que la declaración judicial del albañil en 2006 como testigo fuera determinante en una causa en contra del expolicía, y por la cual fue condenado a reclusión perpetua.
En 1986 Etchecolatz fue sentenciado a 23 años de cárcel como responsable de haber ejecutado 91 tormentos pero la Corte Suprema de Justicia anuló la sentencia por aplicación de la Ley de Obediencia Debida. Después de la derogación en 2003, de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, Etchecolatz fue el primer funcionario de la dictadura en ser llevado a juicio.
Años después, el 24 de octubre de 2014, el represor y otros 14 exmilitares fueron condenados por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino La Cacha. Mientras se leía la sentencia, Etchecolatz tenía en sus manos un papel donde se leía el nombre de Jorge Julio López, una imagen que resultó escalofriante a más de una década de retornada la democracia y en el marco del avance de los juicios de lesa humanidad.
El 27 de diciembre de 2017, Etchecolatz fue beneficiado con la prisión domiciliaria, en una vivienda cercana a una de sus víctimas, debido a su "cuadro de salud y riesgo de contraer nuevas enfermedades". Pero fue revocada el 16 de marzo de 2018 por la Cámara Federal de Casación Penal, que ordenó que Etchecolatz vuelva a la cárcel de Ezeiza.