El niño de 7 años que era buscado desde el jueves tras caer al agua junto a su mamá y su hermana menor, en el lago Los Reyunos de San Rafael, provincia de Mendoza, fue hallado sin vida durante las primeras horas de este viernes por personal de la policía y rescatistas. La familia, oriunda de Santa Cruz, se encontraba realizando una travesía en el dique. La madre y la otra niña lograron sobrevivir al accidente.
Según informaron las autoridades provinciales, la familia fue arrastrada por una repentina corriente cuando se encontraba sacándose una foto en la zona denominada "Bajo Rosado". Alrededor de las 22.50, rescatistas encontraron el cuerpo del pequeño Bruno Gillig Laffeullade, a un kilómetro de la entrada al club Náutico.
El hecho ocurrió cerca de las 18 hs del jueves, cuando la familia de turistas se encontraba sobre el lecho del río. Mientras Alexandra Lafeullade (43) y su hija de cuatro cayeron al agua con Bruno y fueron arrastrados por la corriente, el papá Wálter Guillig (45) observó la escena y decidió costear el río con el vehículo para intentar alcanzarlos. En medio del trayecto, se encontró con un pescador que lo ayudó a pedir auxilio y llamar al 911. "Se aproxima una creciente por la derivación del agua y los tres son arrastrados", explicó el hombre a Agencia Télam mientras confirma que se estaban tomando una foto familiar.
Si bien la madre, Alexandra, y la niña Bianca, de 4 años lograron sujerarse de una roca y salir a la superficie, no ocurrió lo mismo con Bruno que continuó siendo arrastrado por el agua hasta desaparecer de la vista de sus padres. Tras el llamado a las autoridades, personal de Bomberos de San Rafael y de la Policía Rural comenzaron con la desesperada búsqueda, apoyados por efectivos de otras jurisdicciones y unidades. Dieron con el menor, ya sin vida, a últimas horas del día.
El Bajo Rosado, lo que sería la cola del embalse, se encuentra entre Agua del Toro y Los Reyunos; un área con nula señal telefónica. A lo largo de todo el trayecto al que se puede acceder con un vehículo, y especialmente en los márgenes que rodean el dique, se colocaron varios carteles donde se prohibe el ingreso al agua o el acampe en la zona. Además, advirtieron que la operación hidroeléctrica provoca, muchas veces, "aumentos imprevistos" en el caudal del río tal como ocurrió el jueves al momento del incidente.