Patricia Merkin murió como vivió: luchando para que haya comida en los platos y unos pesos en los bolsillos del centenar de vendedores del medio que inventó como un fin. Porque Hecho en Buenos Aires es mucho más que una revista vendida por personas en situación de calle, como la conocen los millares de porteños que en las últimas dos décadas se cruzaron con la publicación. HBA es una “empresa social”, como la llamaba Patricia, una organización que une la comunicación popular con la necesidad laboral de sectores vulnerables y marginalizados.
Patricia comenzó el camino que le cambiaría la vida a ella y a varias centenas de personas en 1998, cuando un amigo puso en sus manos un ejemplar de la revista inglesa The Big Issue. Fue la inspiración que necesitaba para lanzarse a la aventura inexplorada en América Latina: crear un medio de comunicación gráfico destinado al mercado abierto, pero distribuido y comercializado por fuera del sistema tradicional. Aún más: los vendedores serían personas empujadas del sistema.
Patricia demoró dos años en forjar la red de periodistas profesionales, ilustradores, diseñadores y vendedores que constituye HBA. La primera edición se publicó en julio de 2000. Y, sin buscarlo, se convirtió en un ícono de aquella Argentina humeante que terminó de estallar en diciembre de 2001.
Dos décadas más tarde, Patricia se encontraba batallando contra un nuevo desafío inesperado: la pandemia. “Sin gente en las calles, nuestros vendedores no pueden salir a trabajar" narró Patricia a sus contactos de mail, redes sociales y whatsapp. Por esa razón, HBA lanzó una campaña solidaria de venta online de sus últimos 6 números en PDF para sostener el ingreso de las 120 personas que en la actualidad se sostienen con la venta de la revista.
Los contenidos disponibles en versión digital van de octubre de 2019 a la actualidad, e incluyen entrevistas con Wos, Diego Capusotto, Duki y Sudor Marika. Suscribirse es sencillo: basta ingresar a https://www.hechoenbsas.net/ y elegir entre la opción de descargar un número por 60 pesos, o cuatro a $200.
Como ocurría con la edición impresa, el 70 por ciento de cada venta se distribuye entre vendedores y vendedoras, y el 30 restante se utiliza para pagar gastos corrientes de la organización, que incluye la distribución de alimentos.
"La situación es muy complicada porque hay gente en situación de calle y en situación de hambre y vienen a buscar comida no solo los vendedores sino también artesanos, churreros, pochocleros, gente que labura en al calle y no tienen de dónde sacar comida", le dijo hace un mes Patricia a la agencia Télam. Estaba afligida porque en abril, por primera vez en 20 años, no se había publicado la edición en papel. Pero tenía esperanza en la obligada reconversión digital.
La muerte encontró a Patricia el lunes 3 por la madrugada, en plena pelea por la subsistencia de los demás. Los comerciantes y vecinos de San Telmo, sus muchos amigos, y la multitud que tuvo el privilegio de compartir un rato con ella, la vamos a extrañar y recordar del mejor modo: batallando para que Hecho en Buenos Aires siga en pie.