Los carpinchos y el llamado de emergencia a la sociedad: "Estamos haciendo una fábrica de pandemias"

En el Día Mundial del Animal, el abogado ambientalista Enrique Viale hace un análisis de cómo fue que los carpinchos advirtieron acerca de las graves consecuencias climáticas que pueden haber si no se aplican políticas ambientales en la Argentina y el resto del mundo. Mientras en Nordelta se quejan de la superpoblación de los mismos, el especialista explica cuáles son los intereses en los territorios que habitan los simpáticos mamíferos anfibios y resalta por qué es necesario que se apruebe la Ley de Humedales.

04 de octubre, 2021 | 08.00

La pandemia de coronavirus estalló a principios de 2020. Hasta la fecha, se registran más de 219 millones casos de contagios y más de 4.550.000 de muertes en todo el mundo como consecuencia de la enfermedad. Sin embargo, y pese a que la OMS ha confirmado que el origen de la enfermedad provino de la especie de un animal, no se ha tomado consciencia de que debe haber un cambio para evitar catástrofes naturales o incluso nuevas pandemias. De hecho, hace algunas semanas, se produjo la "Revolución de los carpinchos" en el Nordelta, donde quedó en evidencia la necesidad de que se mantenga el respeto del hábitat de los animales. El abogado ambientalista Enrique Viale dialogó con El Destape y marcó algunos puntos fundamentales a tener en cuenta sobre dichas especies y también acerca de la crisis climática tanto en Argentina como en el resto del planeta.

¿Los carpinchos invadieron el Nordelta o el ser humano invadió su hábitat? Es la pregunta que Viale pide que la sociedad se replantee a la hora de evaluar lo que sucedió en los barrios cerrados que están ubicados en el Partido de Tigre, Provincia de Buenos Aires. Los mismos comenzaron a construirse a principios del 2000 y, al día de hoy, cuenta con más de 45.000 habitantes. Cada año, y con el paso del tiempo, ocuparon terrenos sumamente importantes para la biodiversidad y el ecosistema de la zona, generando de esta forma mayores probabilidades de que se produzcan colapsos naturales.

Enrique Viale, que durante años ha trabajado codo a codo con Pino Solanas, resaltó que la superpoblación de carpinchos, asunto que aqueja a los vecinos del Nordelta, se debe a la invasión del ser humano en sus territorios"Necesitan corredores biológicos y humedales para que se puedan desarrollar y reproducirse. Obviamente es muy difícil volver al estado anterior porque la aparición de estos barrios es que los predadores (NdeR: yaguareté, el ocelote y los cánidos) de estos carpinchos no puedan estar y es por eso que tienen una gran tasa de reproducción".

Un grupo de carpinchos en el Nordelta.

De todas formas, y pese a que diversos medios de comunicación han ridiculizado el asunto de la marea de dichos mamíferos anfibios en los barrios privados, para Viale hubo un llamado de emergencia por parte de la naturaleza. Es que, la misma semana que se organizó una gran movilización en kayak y luego al Congreso para pedir por la aprobación de la Ley de Humedales, los propios carpinchos pusieron el tema en agenda en los medios de comunicación: "Dejaron un mensaje de la naturaleza un tema en primer plano que estaba invisibilizado: la bajante del Paraná y una Ley de Humedales que está cajoneada hace ocho años. Hace ocho años que damos vueltas".

Asimismo, el abogado ambientalista dejó en claro que la Ley de Humedales no se aprueba debido a la gran cantidad de intereses que tienen distintas áreas: "La Ley de Humedales se presentó en 2012, pero en 2013 fue la primera media sanción en el senado y después la mataron en diputados. En 2017, yo laburaba con Pino Solanas y logramos otra media sanción con un esfuerzo enorme de la sociedad civil, de Pino, de todos y la mataron de nuevo en diputados. Es la ley más 'lobbeada' de la historia del derecho ambiental argentino, mucho más que incluso grandes leyes como las de bosques y glaciares. El problema es que tiene el triple del lobby: tiene la de minería, la de ganadería y la de la especulación inmobiliaria".

El mapa del Nordelta, una de las zonas privadas más caras de la Argentina donde habitan los carpinchos

 

Características de los carpinchos

El Hydrochoerus hydrochaeris, más conocido como "carpincho" es un hervíboro anfibio que pesa alrededor de 55 kg y mide 50 cm de alto y 1 metro de largo. Se caracteriza por no tener cola y ser robusto, con tronco macizo, la cabeza gruesa y pesada; mientras que el pelaje es corto, aunque denso y áspero. Sus ojos son pequeños y sus orejas no están muy desarrolladas. Tiene patas con 4 dedos anteriores y 3 posteriores. Los dedos cuentan con una membrana que les facilita la capacidad de nadar y desplazarse por el agua.

Los carpinchos son mamíferos anfibios que habitan en zonas de agua y tierra.

El hábitat de los carpinchos

Los carpinchos se desarrollan en diferentes áreas: acuáticas, de forrajeo y secas. En dichas zonas se reproducen, realizan termorregulación (capacidad del organismo para regular la temperatura) y se protegen de los predadores. Se alimentan de hierbas palustres, gramíneas y vegetaciones ribereñas, sobre todo por la tarde y noche. ¿En dónde están las grandes poblaciones de carpinchos? En las islas del Río Paraná y en los Esteros del Iberá, principalmente.

Enrique Viale, abogado ambientalista, en la lucha por la Ley de Humedales en Argentina.

Qué son los humedales y por qué es importante que se apruebe una ley

Los humedales son áreas que permanecen en condiciones de inundación o suelo saturado con agua en durante períodos considerables de tiempo. Pese a que estos sitios cuentan con una gran variedad de ecosistemas, lo más importante de los mismos es el agua, sustancia fundamental para la vida de todo ser vivo.

Es clave conservar los humedales, ya que los mismos son sumamente decisivos para preservar la vida humana y de todo ser vivo. Benefician:

  • La diversidad biológica. 
  • Abastecimiento de agua.
  • Mitigación y adaptación al cambio climático.
  • Estabilización de costas y protección contra tormentas. 
  • Provisión de alimentos, materiales y medicinas.
  • Recreación y turismo.
  • Valores culturales.

- ¿Creés que se romantizó el tema de los carpinchos?

"Fue muy curioso. Fue la misma semana que hubo una marcha grande de asambleístas y activistas que se vinieron remando en kayak desde Rosario hasta Buenos Aires, que son 350 kilómetros. Todo terminó en una marcha desde Plaza de Mayo hacia el Congreso para pedir por la Ley de Humedales. Mirá el esfuerzo físico, porque se tuvo que poner el cuerpo remando, para denunciar por la bajante del Paraná por la Ley de Humedales. Y de golpe pasó lo del carpincho. Y el carpincho puso en escena nacional un tema que nosotros no habíamos logrado poner a pesar del esfuerzo. Eso ayudó a potenciar todo lo que hizo. Yo no sé si romantizo o no el tema, pero lo del carpincho me pareció una de las cosas más revolucionarias de los últimos tiempos. Los carpinchos dejaron un mensaje de la naturaleza un tema en primer plano que estaba invisibilizado, la bajante del Paraná y una Ley de Humedales que está cajoneada hace ocho años. Hace ocho años que damos vueltas. La ley se presentó en 2012, pero en 2013 fue la primera media sanción en el senado y después la mataron en diputados. En 2017, yo laburaba con Pino Solanas y logramos otra media sanción con un esfuerzo enorme de la sociedad civil, de Pino, de todos y la mataron de nuevo en diputados. Es la ley más 'lobbeada' de la historia del derecho ambiental argentino, mucho más que incluso grandes leyes como las de bosques y glaciares. El problema es que tiene el triple del lobby: tiene la de minería, la de ganadería y la de la especulación inmobiliaria. Ese es un poco el contexto para nosotros. Y lo de los carpinchos es espectacular porque lo visibilizó para la sociedad".


- Vi un tuit tuyo en el que le comentaste una nota al diario La Nación por haber hecho la cobertura de una nota en la que querían dejar al carpincho como "invasor" en las casas del Nordelta.

"Es que fue así. Es increíble... La Nación se caracteriza por titular de manera diferente a lo que está ocurriendo de la realidad. Cuando van a hacer una gran torre, dicen que se van a inaugurar un espacio verde. El proyecto de Costanera Sur lo presentó al revés, pero exactamente al revés... Y en este caso también, los tildaron de 'invasores'. Y ahí salió el primer debate. Creo que ese título tan avergonzante ayudó a que se visibilice más el tema. Es como indignante. Eso generó el efecto contrario".

- ¿Sabés si la gente del Nordelta tiene algún proyecto para resolver la situación de los carpinchos?

"Yo creo que ni hay que tocar a los carpinchos sino más bien hacer corredores biológicos para que el carpincho pueda desarrollar su vida. Una de las grandes problemáticas tienen que ver con los cercos, etcétera, que no los deja desplazarse. Hay lagunas privadas y cercos, y los carpinchos tienen dificultades. Son mamíferos anfibios que necesitan tanto de la tierra como del agua. Necesitan corredores biológicos y humedales para que se puedan desarrollar y reproducirse. Obviamente es muy difícil volver al estado anterior porque la aparición de estos barrios es que los predadores de estos carpinchos no puedan estar y es por eso que tienen una gran tasa de reproducción".

 

- ¿Hay algún proyecto en el Nordelta para generarles un espacio?

"No, pero yo creo que no hay ninguna posibilidad de que los trasladen ni nada. Eso no va. No sé si hay algo más".


- Hay otras especies que sufren a partir de la invasión del ser humano. 

"Eso es impresionante, no nos damos cuenta. Un predador del carpincho es el yaguareté y, en Argentina, quedan tan sólo 250 ejemplares de yaguareté. En todo Argentina... y había miles y miles. No sólo es por la pérdida de humedales sino también por la pérdida de los bosques en el Norte de Argentina y las plantaciones de la soja. La situación de un montón de especies por la pérdida de su hábitat es alarmante. El modelo sojero de Argentina se comió, al menos en los últimos 20 años, 8 millones de hectáreas de bosques y eso significa tierra arrasada y no queda nada. La soja no permite nada. El modelo no permite más que eso".

 

- Lo que es sorprendente es que incluso en plena pandemia de coronavirus, que detuvo al mundo entero, ni siquiera haya un cargo de consciencia para evitar que haya una nueva.

"Totalmente. La pandemia de coronavirus está vinculada con los altos zoonóficos, que son enfermedades de animales que saltan a los humanos y están relacionadas con la degradación de los hábitats. Estamos haciendo una fábrica de pandemias por la destrucción del hábitat. Además, los humedales son claves para adaptarnos al cambio climático global como eventos extremos de lluvias más recurrentes, sequías, todo eso... ¿Qué quiero decir? Los humedales están creados magistralmente por la naturaleza para absorber en momentos de exceso de agua y dar agua en momentos en los que falta. Cuando rompés eso, está la inundación de La Plata que fue famosa, la Basílica de Luján que también se inundó, está relacionada con miles de hectáreas de humedales que se convirtieron en countries. La construcción de los countries se basa sobre la destrucción del humedal. Son meses y meses de camiones rellenando con tierra para quitar el carácter de superficie que absorbe. 

-  Te escuché en algunas entrevistas en las que dijiste que la salida a una sociedad con consciencia ambiental es con una manera colectiva y con la política como herramienta. ¿Qué debería suceder para que eso ocurra?

"Una es voluntad política y este año, el año en el que salimos de la pandemia, tiene que haber un guiño y tiene que estar sancionada la Ley de Humedales. La Ley de Humedales como la del aborto... es transversal. Dentro de cada partido hay de todo, pero si hay una voluntad política real del Ejecutivo, es probable que salga. Yo creo que hay parte del Ejecutivo que sí tiene voluntad, pero hay otra que no. Hay internas ahí. Por ejemplo, Leo Grosso -presidente- la impulsó con todas sus fuerzas y me consta, pero por ejemplo no creo que Julián Domínguez tenga intenciones porque está muy vinculado con los sectores del agro. Esa disputa hay que ganarla. Es increíble que en el marco de una pandemia, de un colapso global, no tengamos una Ley de Humedales, que ni siquiera tiene prohibiciones... no es fácil, pero es inaceptable que no la tengamos. La salida es colectiva y eso quiere decir que el colapso es colectivo. Si la política no comprende las cuestiones ambientales, la gente va a descreer más de la política y ahí es donde nacen y crecen los Milei, más allá de que él es un negacionista del cambio climático... los 'outsiders'... Y los jóvenes empiezan a pensar: 'Che, mirá, no sale la Ley de Humedales, nos cagan con esto, ahora la ley de los hidrocarburos...'. Para contenerlos hay que demostrarles que hay una voluntad política de tener políticas ambientales reales. Esto es sólo una parte, no lo único. No pueden ser todos los mensajes contrarios".

 

- El negacionismo está creciendo no só en Argentina sino también en distintas partes del mundo: pasó con Trump en Estados Unidos, ocurre con Vox en España y también con Bolsonaro en Brasil...

"Totalmente. A mí me preocupa que crean que el pragmatismo es alejarse de políticas ambientales y volver a más hidrocarburo, más agroindustria, que se va a presentar ahora cuando hay una ley de acceso a la tierra presentada por la UTT (Unión de los Trabajadores de la Tierra) y que está dormida hace más de un año. Me preocupa. Yo laburé con Pino (Solanas) y me encantaría que él pueda levantar la voz hoy".