Después de más de 13 años de la desaparición de María Cash en Salta, la justicia marcó un giro en la investigación después de que un trabajo del fiscal Eduardo Villalba indicara al camionero Héctor Romero como el asesino de la joven diseñadora. Según la investigación y la acusación, el transportista trasladó a la joven y en algún punto del trayecto la asesinó y descartó el cuerpo. Con esa imputación, la justicia ordenó la detención de Romero y planificó una serie de operativos que empezaron con mucho empuje y de a poco se fueron diluyendo.
Fuentes judiciales confirmaron que después de varios rastrillajes se encontraron con un testimonio clave para la investigación y que eso era motivo para ordenar nuevas investigaciones. Esos operativos fueron diseñados por los actuales investigadores pero pasaron los días, llegó la feria judicial y todavía no se avanzó con esos rastrillajes. Además, la fiscalía había proyectado realizar un recorrido por la Ruta 9, 34 y la 16 pero por los problemas de salud de Romero se demoraron. Estos recorridos fueron planificados por los investigadores después de constatar que durante todas las declaraciones que realizó el camionero como testigo hubo varias contradicciones que acrecentaron las sospechas sobre él.
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Esas contradicciones también fueron señaladas cuando Héctor Romero fue detenido por la justicia. Frente al fiscal Villalba y a la jueza Giménez, el camionero se negó a declarar cuando fue trasladado pero al escuchar la acusación y las pruebas en su contra, se reunió con su abogado y decidió hablar. Con pocas palabras y negando la acusación, el transportista le dijo a la jueza que era “totalmente inocente” y que “no le hice nada malo” a la joven que trasladó. Por último, Romero le aseguró a la jueza que “si supiera algo de lo sucedido con ella, lo diría”. Durante su declaración el acusado no respondió acerca de los mensajes que intercambió con su hermano sobre la reapertura de la investigación donde recordaban el caso e insultaban a la joven desaparecida. Pese a su defensa, el camionero fue imputado por la Jueza de Garantías que le dictó la prisión preventiva, aunque algunos días después se convirtió en domiciliaria por los problemas de salud que enfrenta.
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Después de su relato y de trabajar en las contradicciones del camionero en cada declaración como testigo, el fiscal Villalba marcó varios puntos en la ruta 9 / 34 para recorrer con el transportista y varios puntos en la ruta 16 que los peritos determinaron que Romero se detuvo varias veces y durante varios minutos. En esos últimos puntos empezó la investigación con varios operativos de rastrillaje. Allí un equipo encabezado por los investigadores del Ministerio Público Fiscal de Salta, un equipo del SIFEBU, bomberos y policías con drones y perros recorrieron más de 30 kilómetros. En uno de los puntos, el equipo se entrevistó con un vecino que dio varios detalles que los investigadores consideraron relevantes, por lo que marcaron la zona y prometieron volver.
Sin embargo, pasaron las semanas y los operativos no se retomaron. El fiscal Villalba prometió hacer estos nuevos operativos con personal de la provincia de Salta, liberando así a los colaboradores federales. Semanas más tarde, la causa se estancó y nuevamente los interrogantes ocupan un lugar principal en la causa. ¿Por qué no se rompe el pacto de silencio? ¿Alcanza con los mensajes y sospechas para mantener imputado al camionero Héctor Romero? ¿Por qué no se avanza con los operativos y rastrillajes que prometieron los investigadores? Y por supuesto, la pregunta inicial que hace más de 13 años la Justicia no puede responder ¿dónde está y qué pasó con María Cash?.