Una alumna de 15 años perdió la audición en el interior de un colegio de Mar del Plata como consecuencia de la explosión de un artefacto casero colocado en un cesto de basura, dentro de la institución, como parte de un reto viral de TikTok. El hecho ocurrió el viernes 8 de julio y todavía no se conoce quiénes fueron los responsables.
Azul, la joven afectada, se encontraba en el último recreo del día, pasadas las 12 del mediodía, en el Instituto Don Bosco. Al pasar por un cesto de basura, ubicado en el interior del establecimiento, estalló un explosivo de fabricación casera lo que provocó su desmayo. "Continuamos hablando con los alumnos y alumnas y con los docentes para saber quién o quiénes son los responsables de este episodio que causó el daño a la alumna. Todavía no sabemos quiénes fueron, nadie habla", dijo Mario Casetta, director.
A un mes del hecho, y luego de varios tratamientos médicos, se confirmó que la adolescente sufrió la pérdida del 96,4% de su audición y deberá someterse a una operación para colocarle unos implantes coclares -aparato electrónico pequeño que sirve para ayudar a dar una sensación de sonido a una persona profundamente sorda o con graves problemas auditivos-, cuyo valor van desde 40 mil a 60 mil dólares. Según contó su papá, "se dañó la cóclea del oído interno, la internaron para darle corticoides, sesiones en cámara hiperbárica y durante varios días no pudo mantenerse de pie".
Matías Zabaleta, padre de Azul, dijo que, tras el accidente, la vida de su hija "cambió totalmente" y los especialistas le indicaron que no es común tal tipo de daño, solo comparable a los tiempos de la Guerra de Malvinas, considerándola una discapacidad. Todavía no hay responsables. "Son muchos chicos en el recreo, además de las autoridades y nadie vio nada", acusó. Mientras que resaltó: "He radicado la denuncia correspondiente en la comisaría y en la fiscalía de turno y sostengo que el colegio tiene toda la responsabilidad de lo que le sucedió a mi hija".
Asimismo, Zabaleta acusó al Instituto Don Bosco de Mar del Plata: "El colegio subestimó el hecho, nunca llamaron al 911, no se resguardó la escena donde sucedió ni los elementos que produjeron el estallido para que fueran peritados. Aparentemente las autoridades los tiene guardados, veremos qué sucede y espero que aparezca el o los responsables".
Con respecto a la intervención quirúrgica, explicó: "Mi hija está muy mal, el viernes pasado nos enteramos que debe ser intervenida y que le deben colocar unos implantes que van por debajo del músculo, y del lado externo, con un imán, porque los audífonos no funciona para estos casos". Además, pidió que se le dé visibilidad al tema ya que se trata de un reto de TikTok que -en caso de reproducirse- puede afectar a otras personas.
Además, denunció que tras las vacaciones de invierno, los chicos del último año prendieron una bengala en el buffet. "En el equipo de conducción de la escuela hay algo que está fallando, poniendo en riesgo a todo el alumnado. No evitan estas cosas", dijo en diálogo con el medio 0223.
¿Qué dicen desde el colegio?
"Estamos investigando, al mismo tiempo que estamos acompañando a la alumna y a su familia en todo esto. Ni ella ni las compañeras que iban caminando cerca de ella pudieron ver algo que haga pensar que tal o tales alumnos fueron parte de la acción que ocasionó el daño", explicó el director del Instituto, Mario Casetta.
Por otro lado, en relación a aquel 8 de julio, recordó: "Ese día se escuchó un ruido muy fuerte, como si hubiera sido la explosión de un petardo pero no sabíamos que había pasado. Veíamos a la alumna que se agarraba los oídos y lo que hicimos fue asistirla inmediatamente". Y añadió: "Activamos el protocolo que tenemos dentro de la institución que fue llamar a la ambulancia, a los padres e informar al Ministerio de Educación para que se active todo el asesoramiento correspondiente". Según el padre, la ambulancia tardó una hora y media en llegar por lo que él debió llevarla en brazos a la Clínica 25 de Mayo.
Por su parte, con respecto a los dichos del padre de la alumna afectada, Casetta explicó que dentro del protocolo de crisis institucional activado "no está contemplado la comunicación con el 911" y por esa razón no se llamó a la policía. "Desde el primer momento nos pusimos a disposición de todas las necesidades de Azul y su familia y de hecho hemos acordado con los docentes y compañeros para tomar todas las medidas necesarias como poder acompañar de la mejor manera que su práctica pedagógica sea la adecuada mientras va haciendo el tratamiento medico que corresponde", concluyó.
El comunicado:
Zabaleta, padre de Azul, criticó la forma en la que se firmó la situación. "Los comunicados fueron internos, uno para primaria y otro para secundaria, por un mail que a veces llegan a los teléfonos y uno ni los abre. No se publicó en las redes sociales del colegio ni hubo comunicaciones en papel para que puedan firmarse y los padres estén enterados", lanzó. Y añadió: "Es una locura dejar a tu hija en una escuela a las 8 de la mañana y retirarla al mediodía así".
El Código Penal prevé una pena aproximada de hasta 10 años en expectativa -por acción, colocación de bomba u omisión de quienes debían cuidar a la joven-, alguien mayor de 16 años puede quedar imputado. "Hay mucho secretismo, sospechan que las familias lo saben y están protegiendo a sus hijos de la denuncia penal", explicó el papá. De todas maneras, por la ley, no hay forma de excluirlos de la escuela sino de evaluar su matriculación para el próximo año.
Mientras tanto, Azul continúa asistiendo a las clases en el colegio, medicada contra el vértigo porque muchas veces se marea. Ya no puede cursar las materias en el segundo piso, por lo que debieron cambiar el aula y debe sentarse adelante para leer los labios con su porcentaje mínimo de escucha para lograr comunicarse.