Entre 1955 y 1973, la Argentina vivió una de las etapas más oscuras de su historia, con una democracia vulnerada por la proscripción y exilio de Juan Domingo Perón y la prohibición de cualquier simbología peronista. Entre dictaduras militares y presidentes electos mediante elecciones supuestamente democráticas, sin la oferta completa y con un fuerte avance del voto en blanco, los Gobiernos decidieron regulaciones y tomaron medidas que se mantuvieron por décadas, aun con el peronismo de vuelta en el poder. Es que no todas tuvieron que ver con el odio visceral hacia un sector político: un ejemplo, diminuto entre tantos otros, fueron los Pronósticos Deportivos (Prode).
En noviembre de 1971, el Gobierno de facto de Alejandro Lanusse promulgó la ley 19.336, promovida por el ministro de Bienestar Social, Francisco Manrique. Manrique era, ante todo, antiperonista; un capitán de fragata acusado de haber formado parte de la conspiración del 16 de junio de 1955 por la cual, en un intento de asesinar a Perón en la Casa Rosada, la Armada y la Fuerza Aérea bombardearon la Plaza de Mayo y mataron a más de 300 civiles. Meses después de eso, asumiría la dictadura que tuvo primero a Eduardo Lonardi y luego a Pedro Eugenio Aramburu como presidentes de facto del gobierno que se quiso hacer llamar “Revolución Libertadora”, aunque es al día de hoy que un amplio sector de la sociedad la recuerda como “La Fusiladora”, por una práctica que era habitual en ese gobierno militar, tal como explicó Rodolfo Walsh en Operación Masacre. De hecho, Manrique fue el encargado de detener al general Juan José Valle en 1956, previo a su fusilamiento.
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Ya con la dictadura que se hizo llamar “Revolución Argentina”, que comenzó con Juan Carlos Onganía en 1966, Manrique asumió como ministro de Bienestar Social, pero en 1970, ya bajo el mando de Marcelo Levingston. Allí, tuvo la iniciativa del Prode, que en su normativa explicaba: “Establécese el concurso de pronósticos sobre eventos deportivos, al que se denomina Prode (Pronósticos Deportivos) y que explotará en todo el territorio de la República la Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos”. Así como una suma del dinero recaudado iba destinada a la AFA y a infraestructura de los clubes, además del obvio premio del ganador, un porcentaje iba al Estado, específicamente a obras del Ministerio.
La competencia estaba organizada por la Lotería Nacional y el objetivo era adivinar, por suerte o estudio, los resultados de las fechas del fútbol argentino. En la noche del viernes 25 de febrero de 1972, Estudiantes de La Plata recibió a Atlanta para el estreno del Prode: el Pincha ganó el partido 2-0 con goles de Juan Ramón Verón y Luis Carregado. El primer campeonato en el que hubo Prode fue ese Metropolitano, en el que el San Lorenzo de Juan Carlos Lorenzo dio muestras de fútbol total y, con históricos como José Sanfilippo, Rodolfo Fischer y Rubén Ayala, se coronó cuatro fechas antes de que terminara el torneo.
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Si bien a fines de la década del ‘90 el Prode dejó de funcionar porque, según quienes lo organizaban, había perdido rentabilidad, en el 2000 el Congreso sancionó la ley 25.295, promovida por el entonces diputado del Partido Justicialista (PJ) Daniel Scioli, para la vuelta del juego de pronósticos, pero con el agregado de la extensión a otros deportes. Allí, se creó un ente regulador en el ámbito de la Secretaría de Deporte y Recreación del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente: el Tribunal de Contralor de los Recursos de Pronósticos Deportivos, que “dictará su propio reglamento y dará su propia organización”, explicaba la ley. A través del decreto 95/2018, el Gobierno de Mauricio Macri resolvió el 2 de febrero de 2018 la disolución de la Lotería Nacional y la eliminación de los concursos deportivos.
El culebrón por la primera victoria del Prode
El primer ganador de la historia de los Pronósticos Deportivos en la Argentina fue el albañil paraguayo Mercedes Ramón Negrete, quien obtuvo más de 300 millones de pesos. De la noche a la mañana, Negrete se convirtió en una de las personas más famosas del país. Y en ese momento, para no compartir la fortuna, decidió abandonar a su pareja, Fabiana López, y refugiarse en la embajada de Paraguay, desde donde pretendía irse a su país.
Cuando anunciaron el ganador, todo el país, expectante, no pensó que se tratara de un hombre. Claro, el nombre Mercedes estaba asociado al género femenino, tal como contó Fabiana López en una entrevista en Canal 9 años atrás. Al momento de ir, Negrete se puso la ropa arriba del pijama y fue a retirar el premio, previo a que el ganador negara la relación con López.
Ella lo denunció y fue en Tribunales donde se vieron las caras y se definió que él tuviera que pagarle 10 millones de pesos. "Después me dio lástima. Yo sabía que él no podía salir a la calle, la gente no lo dejaba quieto. Porque la gente lo veía y lo quería echar", recordó la mujer en la misma entrevista. Negrete se fue a Paraguay, se casó y eventualmente, el dinero se le esfumó. Con la plata que consiguió en la Justicia y tras menos de tres meses de relación con el primer ganador del Prode, Fabiana López se compró una casa en Rafael Calzada y, por la fama abrumadora, visitó los programas de estrellas de la televisión, como Mirtha Legrand y Susana Giménez.
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