Un hombre es apuntado por haber abusado sexualmente de diez chicos en un jardín de infantes de Lomas de Zamora, donde se presentó como artista y realizó un espectáculo. Sin embargo, el Poder Judicial decidió sobreseerlo y no enviar el expediente a juicio oral al considerar que no hay pruebas en su contra, pese a que una de los menores de edad, que en ese entonces tenía 5 años y hoy tiene 9, relató el episodio en Cámara Gesell. Ante la posibilidad de que la causa, iniciada en 2019, quede en la nada, un grupo de madres se organizó para conseguir justicia.
El fallo fue resuelto por el Juez de Garantías N°1 de Lomas, Jorge López, beneficiando al acusado, P.M (iniciales del imputado), en una decisión que no está firme, fue apelada por la defensa y ahora deberá resolver la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal Sala 2 de ese departamento judicial.
Leonela Silva, madre de la nena cuyo caso avanzó en Tribunales y referente de las Madres protectoras del Conurbano, enumeró las irregularidades del proceso y le contó a El Destape que su hija “dio muchísimos detalles” ante la Justicia, pero no fue escuchada.
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“Mi hija no quería ir más al jardín. Lloraba para entrar, se hacía pis en la cama y yo lo asocié a los celos, porque había tenido un bebé”, relató la mujer sobre los inicios, hasta que un día la chica salió del Jardín N° 917 “Juana Manso” enojada y volvió a casa diciendo que “no la cuidaban”.
Una vez que la madre y su niña lograron ponerle nombre al dolor, comenzó un derrotero judicial lleno de trabas. “En 2019 comenzó la denuncia. Yo fui la primera mamá, pero después vinieron otros 9 papás con sus chicos a denunciar”, relató Leonela, aunque el único expediente que avanzó en la Justicia fue el suyo.
Un proceso lleno de trabas y falta de empatía
“Mi hija habló durante casi 5 horas en Cámara Gesell. Contó detalladamente lo que le hicieron y hubo peritos que afirmaron lo que contó”, reveló Leonela, quien lamentó que el juez “no niega el abuso, pero quiere sacar del foco al acusado”, que supo presentarse por varios distritos con su espectáculo “Circo Kataplum”. De hecho, cuestionó que el resto de los niños que fueron víctimas no tuvieron la posibilidad de expresarse en la Cámara Gesell, algo que calificó como “una muestra de la gran ineficiencia del Poder Judicial”.
Sobre el rol de los docentes de la institución, apuntó que “las maestras no avisaron que la persona visitó el jardín y después fueron apartados del cargo” y lamentó además que el municipio “nunca dio respuesta”.
Desde aquel entonces, Leonela debió solicitar la remoción de una fiscal por “inoperancia” y, cuando el nuevo fiscal Sebastián Bisquert solicitó la elevación a juicio, se topó con la negativa y el sobreseimiento de Meneses por parte del juez López, a quien acusó de tomarse licencia al día siguiente del fallo sin aceptarle una audiencia para conocer los motivos de la decisión.
La defensa de los padres del jardín fue tan a pulmón que incluso la mujer contó que formaron un grupo llamado “Madres protectoras del Conurbano”, donde casi 50 mamás ayudan y capacitan a mujeres que estén denunciado causas penales sobre abusos o violencia de género.
Por qué el acusado está libre
En su fallo, el juez Jorge López consideró que la niña brindó un “derrotero de inconsistencias” y si bien admitió que “es ciertamente probable que haya sufrido una agresión en el jardín de infantes”, aseguró que “no es posible mediante la evidencia atribuir a P.M la autoría de esa agresión”, según se desprende de la resolución de 27 páginas a la que pudo acceder El Destape.
Una de las cuestiones a las que se hizo eco el magistrado fue el hecho de que la nena hable de “Juan, el mago” como su abusador. Incluso, dibujó a un mago con bigote, dentro del baño de su jardín junto con el resto de sus compañeros.
“Él no se llama Juan ni real, ni artísticamente (se hace llamar Jota Jota), no era un mago y tampoco frecuentaba el establecimiento, pues sólo se habría presentado en una ocasión”, señaló en su fallo y destacó que, según lo recolectado, P.M estuvo allí el 19 de julio de 2019 y en el establecimiento se presentó también un artista el 28 de mayo de ese año, por lo que deslizó una posible confusión.
Qué declaró la presunta víctima del abuso
En el relato ante la Cámara Gesell, la niña contó que “fue sola al baño y un payaso que hacía malabares le metió su ‘pipí’ y una ‘bolita (canica)’ en su vagina” e incluso relató que el hombre sacó su celular, por lo que no puede descartarse que haya tomado alguna foto o video. Además, contó que la vagina “le sangró” y dijo que su ropa interior quedó “manchada y rota”.
Las psicólogas Tricarico y Robledo coincidieron en que la chica vivenció los hechos y advirtieron sobre conductas como rechazo al contacto familiar, enuresis (se hace pis), autolesiones y miedo y llantos a la hora de entrar al jardín. En tanto, la perito oficial Raquel Trelles habló de un “discurso desordenado y con algunas incoherencias”.
Pese a la crudeza del relato, el magistrado se basó en que una de las psicólogas “le restó entidad persuasiva al relato” y aseveró que la perito “le restó entidad convictiva”. Además, aseguró que “no resulta un dato superfluo” que los nenes hayan tenido “clases de ESI” antes del relato de la nena.
En tanto, para sobreseer a P.M, consideró que en su relevamiento psicológico “no media en su personalidad ningún indicio de algún tipo de patología” y dijo que “estuvo en el jardín sólo unas horas, por lo que suponer que logró adentrarse en el baño con la niña sin ser visto por ningún docente, no parece del todo lógico”.
Para el abogado, hay “falta de decisión” del juez
En representación de Leonela como particular damnificada actuó el abogado Walter Bogado, quien sostuvo en diálogo con este medio que faltó ponerse en el lugar de la víctima. “Hasta a una persona mayor abusada le cuesta muchísimo relatar los hechos. No es que confunde, hay que tratar de ubicarse en tiempo y espacio de una menor de 5 años”, cuestionó.
El abogado expresó que la nena “fue sola al baño y no hubo un acompañamiento de maestra, directora, auxiliares o lo que fuere” y aseguró que mencionó que P.M “tenía un tatuaje de una cruz a la altura de la cintura, que se comprobó que es real”, por lo que llamó a la Justicia a actuar: “Si no se hace nada, esa persona va a seguir en otras instituciones”.
“Dice que el acusado fue solamente una vez a hacer un acto en el colegio, pero para el abuso no necesitamos que vaya 20 veces”, cuestionó Bogado al magistrado, sobre el que apuntó: “La resolución tuvo un criterio muy subjetivo y poco valorativo del conjunto de pruebas. Si cuesta tanto, es porque falta una mayor decisión del juez”.